viernes, 21 de noviembre de 2014

El enigma de la acuarela




¿Veis algo extraño en esta imagen? 
Se trata de una acuarela datada en 1818.


Joseph Gandy, Selección de partes de edificios... del señor John Soane, Soane Museum, Londres, 1818

***

La luz, sí, la luz. Sobre todo la luz. La potente luz que surge del foco situado a la izquierda. ¿Qué luz es esa? ¿Se trata de una lámpara de petróleo, de aceite, de gas? Ninguna de ellas podría producir una luz tan potente: ni siquiera imaginando que el interior del foco esté recubierto de espejos. Es una luz eléctrica. 

¿Podría ser, entonces, una lámpara de arco, como la ideada por sir Humphry Davy a principios del siglo XIX? ¿Una lámpara incandescente, como aquellas con las que experimentaba hacia 1820 Warren de la Rue, pero que no llegó a patentar hasta 1840? No, tampoco lo parece. No existía, en esas fechas, una lámpara capaz de alumbrar de ese modo.

Así pues, la luz, una luz imposible. Y, además de la luz, el gigantismo. ¿Observáis el tamaño del hombrecito que aparece sentado ante una mesa cubierta de planos? Es el arquitecto John Soane. Comparad ahora su tamaño con el de la sala donde se encuentra, con el de las maquetas, con el del misterioso foco. 

Es una extraña pintura. 

*** 

Aparte del enigma, os cuento que desde aquí podéis descargar, gratis, el texto titulado Los ojos de la imaginación. La reconstrucción de decoraciones perdidas: Antonio Cortina Farinós

10 comentarios:

  1. Una gran sala ornamentada con pinturas de técnica "trampantojo" (engañar al ojo), con escenarios de edificios, lienzos, esa escalera a la izquierda que parece unir dos mundos, esa persona a la derecha, cuidando el lugar o creando..y ese objeto de la izquierda que a mi parece una gran "ostensorio", pero no sé..

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  2. Suni, hija, ¡¡qué vista!!!
    Ya veo que tengo que seguir mirando.
    A mi lo único que me ha llamado la atención es la luz, procedente de algún tragaluz que no vemos a la izquierda. Entra tanta, que supongo que es el mediodía.

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  3. Por cierto, GRACIAS por el texto; me puse a escribir y se me olvidó lo principal.

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  4. A toro pasado. Sí, la luz sorprende, la intensidad y la precisión del foco. No me había fijado bien en el gigantismo de la figura. De hecho, no la había descubierto hasta el comentario de Suni. Luego seguiré.

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  5. Ha sido un enigma muy interesante ...y si extraña pintura..nos ha aportado mucho..estamos poniendo un nivel alto..

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  6. Sí, sí existía una lámpara capaz de alumbrar de ese modo: el Sol. ¿No puede ser algo tan sencillo como la luz que entra por una ventana?

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    1. Hay algunas obras de Gandy en las que se aprecia cómo la luz del sol penetra por una ventana; en otras, no está nada claro cuál es la fuente de luz, dónde se ubicaría la supuesta ventana y por qué la iluminación es, a fin de cuentas, tan extraña. En la acuarela de la que estamos hablando, fíjate en una cosa muy curiosa: la luz parece proceder del gigantesco foco, cuyo interior podría estar revestido de un espejo cóncavo, pero son las maquetas las que nos devuelven la luz, como si ellas mismas fueran el espejo.
      En 1809, Joseph-François-Louis Grobert reclama, en su libro De l'exécution dramatique, "une lumière exactemente imitée de celle qui frappe les surfaces éclairées par le soleil" ("una luz que imite exactamente la que golpea las superficies iluminadas por el sol"). El mismo tipo de luz que imagina Gandy.
      Tanto el tema de la luz como los trabajos de estos dos visionarios, John Soane y Joseph Gandy, así como los comentarios que suscita el tema, me resultan muy interesantes.

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  7. Coincido con Suni, parace un ostensorio:

    http://files.drawanderleia.webnode.com.br/system_preview_detail_200000030-74d18754f7-public/ostensorio.jpg

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    1. Sí, lo parece. Pero es una obra muy extraña, porque de ahí parece surgir una luz imposible y porque la sala y las maquetas son inmensas, en comparación con la pequeña figura humana que aparece. Claro que es un espacio fantástico, imaginario, como en otras obras en las que se representan colecciones pictóricas, gabinetes de curiosidades y demás. Esta acuarela de Gandy siempre ha suscitado muchos comentarios, por su extrañeza.

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