El cine de terror nos ha acostumbrado, desde el
expresionismo alemán, a ver aflorar entre las sombras puertas y ventanas de
formas aguzadas, deformes y, en muchos casos, oblicuas.
Robert Wiene, El gabinete del doctor Caligari, 1920 |
La oblicuidad, en realidad, tiene muy poco de terrorífico, por mucho que en México, por ejemplo, a las ventanas resueltas en esviaje –es decir, en oblicuo- se las denomine “ventanas del diablo”. Podemos ver numerosos ejemplos en la arquitectura española y americana.
Arco de la Estrella, Cáceres |
Catedral de Santo Domingo, República Dominicana |
¿Por qué se construyen de este modo? Aunque en algunos casos la construcción se adapta a una superficie curva, en realidad se hace, sobre todo, para que los arquitectos puedan demostrar sus conocimientos.
Catedral de Valencia |
Catedral de Ciudad Rodrigo |
Ya desde el siglo XV los
arquitectos realizan estos alardes constructivos para exhibir su dominio del
difícil arte de cortar y tallar la piedra: la estereotomía.
No lo hacen por presunción, sino
para probar que poseen los conocimientos geométricos suficientes para que su
trabajo se considere como una profesión liberal. De ese modo, quedarían exentos
de una serie de impuestos y obligaciones que pesaban sobre los trabajadores manuales.
San Pedro de Cardeña, Burgos, sacristía |
La oblicuidad, por lo tanto, no
tiene nada de diabólica. Sin embargo, no deja de resultar en cierto modo
turbadora. Y lo es, más que por su ligazón con la tendencia antropomórfica de
la arquitectura y por el modo en que hace entrar en crisis el supuesto –solo
supuesto- mundo de razón, claridad y armonía del clasicismo, por las propias
implicaciones psicológicas que la línea oblicua, sorprendente, conmovedora y
violentamente expresiva, ejerce sobre el espectador.
Capilla de Loreto, San Luis de Potosí, México |
¿Recordáis haber visto otros ejemplos de este tipo de arquitectura?
¿Puede ser que haya una puerta así en la catedral de León?
ResponderEliminarSí, es una puerta que da al claustro. En las bóvedas de ese mismo claustro hay también otros elementos en esviaje: los pinjantes, unos motivos ornamentales que cuelgan, en este caso, de la intersección de los nervios. Aquí podéis verlo (ampliad la imagen y lo veréis muy bien):
Eliminarhttp://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/7a/Leon_-_Catedral_%28Pasillo_del_Claustro%29.jpg
Arco en esviaje de Santa María la Real, Aguilafuente (Segovia). Puede ser que el románico utilice más este tipo de arquitectura ( en esviaje) por el grosor de los muros??
ResponderEliminarUn ejemplo precioso el de Santa María, Suni. Sobre lo del uso del esviaje en el románico... en realidad, se utilizaba ya en la arquitectura romana (por ejemplo, en la Puerta Tiburtina del Muro de Aureliano, en Roma, o la Puerta de Augusto, en Perugia), y después será muy frecuente en el gótico, en el renacimiento y el barroco.
EliminarPuede influir, en su uso durante el románico, el desarrollo del pequeño aparejo, que conlleva unas determinadas formas de cortar la piedra. También cuenta el aspecto defensivo: por eso son tan frecuentes las puertas en esviaje en los castillos.
Aunque, la verdad, te he contestado a medida que reflexionaba sobre tu pregunta. Nos sería muy útil la opinión, más fundada y extensa, de una persona experta en historia de la arquitectura y, en particular, en historia de la construcción. ¿Hay alguien en la sala?
EliminarA mi me suena mucho, pero ahora mismo no recuerdo ningún ejemplo.
ResponderEliminarLo que sí puedo decir es que me gusta mucho. A mis ojos, suaviza la recta, le da algo de calor, y no es que la línea recta me disguste, pero resulta demasiado escueta aunque útil.
Además de la maestría, que sin entender de arquitectura, se ve que lo oblicuo es más difícil, más complejo.
A mí también me gusta. Juega con la piedra.
Eliminar