lunes, 1 de mayo de 2023

La hierba, Agamben y "el dictado del aire que lo dibuja"

 



“Cada encuentro con él sucedía bajo el signo de la alegría y de una alegría tan diferente cada vez y tan intensa que regresábamos a casa incrédulos, transfigurados y ligeros, como si tal alegría no pudiera existir ni ser soportada”.


 John W. Shanabrook, Campo de mostaza


Esto dice Agamben sobre Pepe, a quien menciona con frecuencia. “¿Quién será este Pepe?”, me pregunto, hasta que… “¡ah, claro, Pepe!”. Fueron muy amigos. “Era perfectamente él mismo –nos cuenta-, porque nunca era  él mismo. Era como una brisa o una nube o una sonrisa - absolutamente presente, pero nunca forzado a una identidad”. 


Giorgio Agamben le cuenta un secreto a José Bergamín (Pepe)


“Toda su doctrina del yo estaba resumida en un verso de Lope que le gustaba citar: "Yo me sucedo a mí mismo". El yo no es más que este sucederse a sí mismo, […] saliendo incesantemente de sí mismo y reingresando a sí mismo, perdiéndose y aferrándose, en última instancia, solo "un punto de la nada en que todo se cruza”, un punto vacío donde todo se cruza, siguiendo, como escribió sobre su amado Lope, “el dictado del aire que lo dibuja”.




"Si pienso en los amigos y en las personas a las que he querido -escribe Agamben-, me parece que todos tenían algo en común que solo podría expresar con estas palabras: lo indestructible en ellos era su fragilidad, su infinita capacidad de ser destruidos. Pero quizás esta sea la definición más correcta de lo humano, de ese animal inestable que, según Dante, es el hombre. No tiene otra sustancia que esta: ser capaz de sobrevivir infinitamente al cambio y la destrucción”.


Arkhip Kuindzhi, Antes de la tormenta


“Amar, creer en alguien o en algo no significa aceptar como verdaderos dogmas o doctrinas. Más bien, es como permanecer fiel a la emoción que uno sentía al mirar el cielo estrellado cuando era niño. […) Pero si tuviera que decir ahora en qué he puesto finalmente mis esperanzas y mi fe, solo podría confesar en voz baja: no en el cielo, en la hierba. […] Por la hierba y en la hierba y como la hierba he vivido y viviré”.


Chaiwad Baimai


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