Paul Klee (1879-1940)
El color me domina. No
necesito ir en busca de él. Me posee, lo sé bien. He aquí el sentido de este
momento feliz: yo y el color somos uno. Soy pintor.
(Paul Klee, Diarios)
|
Paul Klee, El
globo rojo, Guggenheim
Museum, Nueva York, 1922 |
Al niño que fuimos y que, por
suerte, aún anda enredando en lo que somos, le gusta Klee. ¿Cómo podría no
gustarle, no gustarnos, si en su obra hay globos, pájaros, peces, lunas,
duendes, teatro, fantasía?
|
Paul Klee, Con
el águila, 1918 |
“El arte no reproduce lo visible.
Lo hace visible”, nos explicó Paul Klee en una de sus conocidas y acertadas
frases. Nos lo explicó aún mejor con sus pinturas y dibujos.
|
Paul Klee, Pabellón, Sprengem Museum, Hanover,
1927 |
|
Paul
Klee, Pez mágico, Philadelphia
Museum of Art, 1925 |
A través de su arte, se hace
visible un mundo que conocimos muy bien en nuestra infancia. Es posible que ese
mundo, con sus colores y sus formas, permanezca hoy en nosotros. Tal vez
nuestra mirada aún pueda percibirlo; nuestros labios, pronunciar los nombres
secretos que los adultos no deben escuchar. Por ejemplo, “gato” o “pez”.
|
Paul Klee, El
gato y el pájaro, Museum of Modern
Art, Nueva York, 1928 |
|
Paul Klee, El pez
dorado, Kunsthalle, Hamburgo, 1925 |
|
Paul Klee, Casa
giratoria, Museo
Thyssen-Bornemisza, Madrid, 1921 |
Si nuestros ojos se secaron y
vaciaron por el camino, Klee puede ayudarnos a recuperar lo que perdimos.
Recordaremos la hora exacta de una mañana de invierno, cómo ilumina la luna o
por qué, más allá de las influencias del constructivismo, existen casas
giratorias.
|
Paul Klee, Día
de invierno justo antes del mediodía, Kunsthalle Bremen, 1922 |
|
Paul Klee, Luz
de luna, colección privada, 1919 |
Klee nos permite evocar cómo se
siente un niño ante una ciudad, con su fondo oscuro, sus signos, sus líneas y banderas.
|
Paul Klee, Niño
ante la ciudad, colección particular, 1928 |
¿La ciudad? Sí, pero Klee también nos muestra jardines, muchos
jardines, y de su mano visitamos Oriente.
|
Paul Klee, Jardín
de pájaros, Pinakothek der Moderne, Munich, 1924 |
|
Paul Klee, Jardín
oriental, Metropolitan Museum of Art, Nueva York, 1925
|
|
Paul Klee, Fiesta
oriental |
Es posible, incluso, que podamos
reconocer a aquel pequeño personaje que viajó desde los cuentos de la abuela de
Paul hasta aquellos que oímos en nuestra infancia. ¡Y también gritaremos el nombre de
Simbad, cuando lo veamos!
|
Paul Klee, El
cuento del enanito, colección particular, 1925 |
|
Paul Klee, Simbad
el marino, Kunstsammlung Museum, Basilea, 1928 |
|
Paul
Klee, Alfombra del recuerdo, Zentrum Paul Klee, Berna, 1914 |
Hacia 1911, Klee anduvo próximo a
Der
Blaue Reiter (El Jinete
Azul), fundado por Wassily
Kandinski y Franz Marc y, desde 1923, formó parte de Die Blaue Vier (Los Cuatro Azules) con
Kandinski, Jawlensky y Feininger. Klee viajó por Italia (1901), Francia (1912),
Túnez (1914) y Egipto (1928). Participó como soldado en la
Gran Guerra, en la que moriría su amigo
Franz Marc. Cuando esta se aproximaba, escribió: "Cuanto más horrible es
el mundo, más abstractos nos volvemos".
|
Paul
Klee, Ciudad de tumbas, colección
particular, 1914 |
|
Paul Klee, Danza
de las faldas rojas, 1924 |
En mi opinión, a pesar de lo
horrible del mundo, Klee rozó la abstracción, sin abrazarla por completo. En
sus obras no se pierden las referencias figurativas: en lo visible -e incluso en lo invisible- que el arte
hace visible se entreveran tiempo, pasión, sensibilidad, razón, impulsos
abstractos y formas que sin dificultad reconocemos, en una suma de universos
ampliados.
|
Paul Klee, Senecio, Kunstsammlung Museum,
Basilea, 1922 |
|
Paul Klee en su estudio en Weimar, Zentrum Paul Klee,
Berna, 1925 |
Klee escribió en 1915:
Creí morir, guerra y muerte.
¿Acaso puedo morir yo, el
cristal?
Yo, el cristal.
Klee, el cristal, no murió en ese momento. Entre 1921 y 1930 vivió años felices –sobre
todo, al principio- en la
Bauhaus, la escuela artística fundada por Walter Gropius en
Weimar, donde Klee trabajó como profesor. En 1931 pasó a enseñar en la Academia de Bellas Artes
de Dusseldorf hasta que, denunciado por
los nazis como “artista degenerado”, dejó la enseñanza y regresó a Berna.
|
Paul Klee, Ad Parnassum,
Kunstmuseum Bern, Berna, 1932 |
¿Sabéis qué es un ángel nuevo? Según el Talmud, es una
criatura celestial creada para cantar un cántico nuevo. Paul Klee realizó en
1920 una obra así titulada, que fue adquirida por el filósofo Walter Benjamin.
|
Paul Klee, Angelus
Novus, Museo de Israel, Jerusalén, 1920 |
En su novena tesis sobre la filosofía de la historia, Benjamin escribió:
Hay un cuadro de Klee que se llama Angelus
Novus. En él se muestra a un ángel que parece a punto de alejarse de algo
que le tiene paralizado. Sus ojos miran fijamente, tiene la boca abierta y las
alas extendidas; así es como uno se imagina al Ángel de la Historia. Su rostro
está vuelto hacia el pasado. Donde nosotros percibimos una cadena de
acontecimientos, él ve una catástrofe única que amontona ruina sobre ruina y la
arroja a sus pies. Bien quisiera él detenerse, despertar a los muertos y
recomponer lo despedazado, pero desde el Paraíso sopla un huracán que se enreda
en sus alas, y que es tan fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas. Este
huracán le empuja irresistiblemente hacia el futuro, al cual da la espalda,
mientras los escombros se elevan ante él hasta el cielo. Ese huracán es lo que
nosotros llamamos progreso.
|
Bertolt Brecht
y Walter Benjamin en Dinamarca, Brecht-Archiv Berlin, 1934
|
El cristal Klee se rompió en
1940, cuando la catástrofe amontonaba ruina sobre ruina y cadáver sobre
cadáver. Su gata Bimbo, ajena al mundo que se desmoronaba a su alrededor, se
perdió en la añoranza de su humano.
|
Paul Klee, Paul
Klee y Lily Klee con Bimbo, 1940 |
Lo que mas me llama la atención en las obras de Klee, es su paleta de colores.
ResponderEliminarNo conocía algunas de las que has puesto, son tan singulares,..
Es color...
EliminarMenudo festival de colores para comenzar el día. Maravillosa entrada Carmen,, gracias por sacudirnos y despettarde a este niño que todos llevamos demtro. Grande Klee. Como siempre estupenda entrada.
ResponderEliminarGracias, Roy. Como dices, despertamos al niño en esta mañana de domingo con una fiesta de color.
EliminarA mi no me gusta Klee. No sé por qué, pues Kandinsky me encanta. Y aunque muchas de las obras que has puesto no las conocía, no me han cambiado la opinión.
ResponderEliminarPero como ocurre con los grandes, a pesar de todo, puedo reconocer que haya gustado y siga gustando a tantos. Su uso del color es indiscutible y su visión de la realidad y la ficción no tiene pegas.
En fin; como dice el dicho, sobre gustos no hay nada escrito
Sí, el gusto es siempre muy personal. A mí hay muchas obras de Kandinsky, por ejemplo, que también me gustan, pero sin duda prefiero a Klee. En esta entrada me he ocupado solo de sus "años felices" (más o menos felices), en torno a la década de los veinte, pero la verdad es que me gusta Klee en muchas de sus etapas.
EliminarUn aparte: Kandinsky también tenía gato ;)
Francamente, nunca me llamò drmasiado la atención, así que, no sólo nos has mostrado, cómo dice, Suni Mocholi, obras que, desconocía, sino que has conseguido despertar mi curiosidad por èl. No sabía,que hubiera pertenecído al grupo de los artistas degenerados, cómo Nolde, (uno de mis pintores preferidos), aunque claro, lo de Nolde fue algo distinto, más bien un revés del destino..
ResponderEliminarAgradecída estoy, saludos Carmen y compañía!
Las obras de Emil Nolde también me gustan mucho. Y sí, su caso fue muy especial...
EliminarInma, ¿qué te parece si, un día, le invitamos a pasarse por aquí?
Nolde, controvertído, en cuanto a su ideología, pero como otros muchos grandes artistas.. así que me quedo con la belleza de sus pinturas. Espero con impaciencia tu versión sobre èl.
EliminarGracias!!
Me llama la atención del color. Es un color sucio, envejecido, atemperado, contenido, embrutecido, apagado, decadente, como si, deliberadamente, no quisiera ser un color atractivo.
ResponderEliminarNo en todos los casos. Klee hizo un uso muy diverso de los colores y de su aplicación. Lo curioso es que, al principio, Klee despreciaba el color. Más tarde, el color se apoderó de él.
EliminarHay algo, además, que siempre quiero destacar. Vemos reproducciones de obras. Estas reproducciones ofrecen una enorme variedad de tonos, colores, luminosidad... En realidad, respecto a la obra auténtica, son solo un referente. El contacto directo con la obra, con la obra de verdad, es una revelación, una sorpresa inmensa, una experiencia que conmueve.
EliminarKlee siempre me evoca la infancia, cuando los Reyes Magos me traían una caja de colores de madera (yo no soy de la época de los Plastydecor). Si tenías suerte, en lugar de Alpino eran Caran d'Ache, y enconces, de pronto surgia la magia. Abrías esa caja metálica, preciosa, con un paisaje de las montañas de Suiza o con algún cuadro famoso, y ante tí se representaba un arco iris fascinante. Del blanco al negro, todo el espectro de color. Como Klee veía en la vida.
ResponderEliminarY si además miro detenidamente su obra, ese aire naïf, infantil aparente, refuerza esa idea. Pero nada es lo que parece y ni Klee realizó una obra infantil ni los colores que utilizaba son los básicos y aparentes.
Una maravilla. Gracias Carmen por compartirlo.
¡Es eso, es eso! ¡Ese deslumbramiento, esa alegría a punto de estallar, esa sensación que apenas podemos describir, pero que sí volvemos a sentir, de la mañana del día de Reyes!
EliminarEn este momento te veo, Elisenda, ante la mágica caja de lápices de colores. Veo tus ojos, agrandados, la sonrisa en los labios; veo tu rostro que es el mío y el de todos nosotros cuando, de niños, nos regalaban una caja de lápices de colores. ¿Recordáis cómo acariciábamos los lápices con el índice, antes de empezar a sacarlos de la caja?
Qué comentario tan bonito y tan descriptivo de lo que sentimos, de lo que volvemos a sentir, ante determinadas obras de arte. Gracias, Elisenda.
Gracias a tí, Carmen. Con tus posts me haces recordar esos momentos. Y sí, recuerdo perfectamente cómo pasaba el dedo índice por encima de los lápices y escuchaba ese ruido tan característico que parecía un instrumento musical. Y luego cómo volvía recomponer la caja para que todas las impresiones doradas de los lápices volvieran a quedar en la misma posición. ¡Qué recuerdos tan maravillosos!. Doy gracias por conservar esa capacidad de sorprenderme, por tener todavía esa inquietud de mente abierta ante cualquier cosa que pueda conmoverme. Nada mejor que el arte para ello, en cualquiera de sus facetas: pintura, escultura, arquitectura, música.
EliminarLa música... ese arte que hace vibrar la vida!
Qué maravilla de post. Me has descubierto algunas obras que no conocía, aunque me encata el Jardín de pájaros, es tan bonito, tan inspirador, relajante y a la vez tiene algo como tenebroso, algo lataente que espera, no sé, me gusta mucho. Un besito y gracias por profundizar en él, yo realmente conocía 4 datos, me has enseñado un montón.
ResponderEliminarRelajante y, al tiempo, tenebroso... Me gusta, Marigem.
EliminarPrecioso, precioso.
ResponderEliminarGracias, cevozza.
EliminarPaul Klee - mistrz szczegółu i kreski, no i oczywiście koloru. Jego obrazy przykuwają uwagę, wymagają skupienia na wielu drobiazgach. Nie są banalne w odbiorze. Trzeba się w nie bardzo dobrze wpatrywać. Miałam okazję widzieć w 2012r. niewielką, ale interesującą wystawę w Galleria Nazionale d'arte Moderna w Rzymie. Niestety nie wolno było tam robić zdjęć. Pozostało mi jedno z plakatem wystawy, które zamieściłam w pierwszym poście mego bloga. Pozdrawiam serdecznie
ResponderEliminarRenne nos cuenta: “Paul Klee, maestro del detalle de la línea y del color. Sus pinturas atraen nuestra atención, se centran en las pequeñas cosas. No son superficiales: hay que mirarlas atentamente. Tuve la oportunidad de ver en 2012 una exposición, pequeña pero interesante, en la Galleria Nazionale d'Arte Moderna de Roma. Desafortunadamente, no se permitía hacer fotos. En el primer post de mi blog escribí sobre una de las exposiciones de carteles”.
EliminarDziękuję za ciekawy komentarz, Renne. Zobaczymy film z wystawy w Rzymie: https://youtu.be/rZisC6MHKEs
Carmen creo que me va a gustar tu arte de vida ya que he leío parte de tu mundo, de ti, tu gran lista de todo lo que eres y todo lo que trasmites en lo poco que he visto hoy. Te digo un secreto soy pintora, eso si aficionada solo llevo pintando desde el 96 y todavía se poco de pintura. -se poco de todo y de nada. Gracias de nuevo por levantarme el ánimo. permiteme un abrazo.
ResponderEliminar¿Que te permita un abrazo? ¡Te lo quito, me apodero de él! Me encantan los abrazos. Qué delicia, pintar. Dices "soy pintora" y veo colores, siento el olor de la pintura. Ah, y hago mío, ademas de tu abrazo, ese "todavía sé poco", al que sumo el "aún aprendo" de Goya. Fíjate, eso es estar vivos, vivos de verdad. Un fuerte, fuerte abrazo, María del Carmen.
EliminarGracias Carmen por tu abrazo grande
EliminarMuchísimas gracias, Carmen. Para mí la obra de Paul Klee es el aire que respiro. Les comparto una canción que compuse basada en títulos de sus cuadros...
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=WYhkH-jabd8
¡Gracias por compartir con nosotros tu canción! Saludos.
Eliminar