domingo, 10 de mayo de 2015

Paul Klee: soy color





Paul Klee (1879-1940)


El color me domina. No necesito ir en busca de él. Me posee, lo sé bien. He aquí el sentido de este momento feliz: yo y el color somos uno. Soy pintor. 

(Paul Klee, Diarios)


Paul Klee, El globo rojo, Guggenheim Museum, Nueva York, 1922

Al niño que fuimos y que, por suerte, aún anda enredando en lo que somos, le gusta Klee. ¿Cómo podría no gustarle, no gustarnos, si en su obra hay globos, pájaros, peces, lunas, duendes, teatro, fantasía?


Paul Klee, Con el águila, 1918

“El arte no reproduce lo visible. Lo hace visible”, nos explicó Paul Klee en una de sus conocidas y acertadas frases. Nos lo explicó aún mejor con sus pinturas y dibujos. 


Paul Klee, Pabellón, Sprengem Museum, Hanover, 1927

Paul Klee, Pez mágico, Philadelphia Museum of Art, 1925

A través de su arte, se hace visible un mundo que conocimos muy bien en nuestra infancia. Es posible que ese mundo, con sus colores y sus formas, permanezca hoy en nosotros. Tal vez nuestra mirada aún pueda percibirlo; nuestros labios, pronunciar los nombres secretos que los adultos no deben escuchar. Por ejemplo, “gato” o “pez”.


Paul Klee, El gato y el pájaro, Museum of Modern Art, Nueva York, 1928

Paul Klee, El pez dorado, Kunsthalle, Hamburgo, 1925

Paul Klee, Casa giratoria, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid, 1921

Si nuestros ojos se secaron y vaciaron por el camino, Klee puede ayudarnos a recuperar lo que perdimos. Recordaremos la hora exacta de una mañana de invierno, cómo ilumina la luna o por qué, más allá de las influencias del constructivismo, existen casas giratorias.


Paul Klee, Día de invierno justo antes del mediodía, Kunsthalle Bremen, 1922

Paul Klee, Luz de luna, colección privada, 1919

Klee nos permite evocar cómo se siente un niño ante una ciudad, con su fondo oscuro, sus signos, sus líneas y banderas.


Paul Klee, Niño ante la ciudad, colección particular, 1928

¿La ciudad? Sí, pero Klee también nos muestra jardines, muchos jardines, y de su mano visitamos Oriente.


Paul Klee, Jardín de pájaros, Pinakothek der Moderne, Munich, 1924


Paul Klee, Jardín oriental, Metropolitan Museum of Art, Nueva York, 1925

Paul Klee, Fiesta oriental

Es posible, incluso, que podamos reconocer a aquel pequeño personaje que viajó desde los cuentos de la abuela de Paul hasta aquellos que oímos en nuestra infancia. ¡Y también gritaremos el nombre de Simbad, cuando lo veamos!


Paul Klee, El cuento del enanito, colección particular, 1925

Paul Klee, Simbad el marino, Kunstsammlung Museum, Basilea, 1928

Paul Klee, Alfombra del recuerdo, Zentrum Paul Klee, Berna, 1914

Hacia 1911, Klee anduvo próximo a Der Blaue Reiter (El Jinete Azul), fundado por Wassily Kandinski y Franz Marc y, desde 1923, formó parte de Die Blaue Vier (Los Cuatro Azules) con Kandinski, Jawlensky y Feininger. Klee viajó por Italia (1901), Francia (1912), Túnez (1914) y Egipto (1928). Participó como soldado en la Gran Guerra, en la que moriría su amigo Franz Marc. Cuando esta se aproximaba, escribió: "Cuanto más horrible es el mundo, más abstractos nos volvemos".

Paul Klee, Ciudad de tumbas, colección particular, 1914

Paul Klee, Danza de las faldas rojas, 1924
En mi opinión, a pesar de lo horrible del mundo, Klee rozó la abstracción, sin abrazarla por completo. En sus obras no se pierden las referencias figurativas: en lo visible -e incluso en lo invisible- que el arte hace visible se entreveran tiempo, pasión, sensibilidad, razón, impulsos abstractos y formas que sin dificultad reconocemos, en una suma de universos ampliados.


Paul Klee, Senecio, Kunstsammlung Museum, Basilea, 1922

Paul Klee en su estudio en Weimar, Zentrum Paul Klee, Berna, 1925

Klee escribió en 1915:

Creí morir, guerra y muerte.
¿Acaso puedo morir yo, el cristal?
Yo, el cristal.

Klee, el cristal, no murió en ese momento. Entre 1921 y 1930 vivió años felices –sobre todo, al principio- en la Bauhaus, la escuela artística fundada por Walter Gropius en Weimar, donde Klee trabajó como profesor. En 1931 pasó a enseñar en la Academia de Bellas Artes de Dusseldorf hasta que, denunciado por los nazis como “artista degenerado”, dejó la enseñanza y regresó a Berna.


Paul Klee, Ad Parnassum, Kunstmuseum Bern, Berna, 1932

¿Sabéis qué es un ángel nuevo? Según el Talmud, es una criatura celestial creada para cantar un cántico nuevo. Paul Klee realizó en 1920 una obra así titulada, que fue adquirida por el filósofo Walter Benjamin. 

Paul Klee, Angelus Novus, Museo de Israel, Jerusalén, 1920

En su novena tesis sobre la filosofía de la historia, Benjamin escribió:

Hay un cuadro de Klee que se llama Angelus Novus. En él se muestra a un ángel que parece a punto de alejarse de algo que le tiene paralizado. Sus ojos miran fijamente, tiene la boca abierta y las alas extendidas; así es como uno se imagina al Ángel de la Historia. Su rostro está vuelto hacia el pasado. Donde nosotros percibimos una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única que amontona ruina sobre ruina y la arroja a sus pies. Bien quisiera él detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado, pero desde el Paraíso sopla un huracán que se enreda en sus alas, y que es tan fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas. Este huracán le empuja irresistiblemente hacia el futuro, al cual da la espalda, mientras los escombros se elevan ante él hasta el cielo. Ese huracán es lo que nosotros llamamos progreso.

 

Bertolt Brecht y Walter Benjamin en Dinamarca, Brecht-Archiv Berlin, 1934

El cristal Klee se rompió en 1940, cuando la catástrofe amontonaba ruina sobre ruina y cadáver sobre cadáver. Su gata Bimbo, ajena al mundo que se desmoronaba a su alrededor, se perdió en la añoranza de su humano.


Paul Klee, Paul Klee y Lily Klee con Bimbo, 1940

Aquí nos vamos con los ángeles de Klee: 
Paul Klee, en compañía de ángeles  

26 comentarios:

  1. Lo que mas me llama la atención en las obras de Klee, es su paleta de colores.
    No conocía algunas de las que has puesto, son tan singulares,..

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  2. Menudo festival de colores para comenzar el día. Maravillosa entrada Carmen,, gracias por sacudirnos y despettarde a este niño que todos llevamos demtro. Grande Klee. Como siempre estupenda entrada.

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    1. Gracias, Roy. Como dices, despertamos al niño en esta mañana de domingo con una fiesta de color.

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  3. A mi no me gusta Klee. No sé por qué, pues Kandinsky me encanta. Y aunque muchas de las obras que has puesto no las conocía, no me han cambiado la opinión.
    Pero como ocurre con los grandes, a pesar de todo, puedo reconocer que haya gustado y siga gustando a tantos. Su uso del color es indiscutible y su visión de la realidad y la ficción no tiene pegas.
    En fin; como dice el dicho, sobre gustos no hay nada escrito

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    1. Sí, el gusto es siempre muy personal. A mí hay muchas obras de Kandinsky, por ejemplo, que también me gustan, pero sin duda prefiero a Klee. En esta entrada me he ocupado solo de sus "años felices" (más o menos felices), en torno a la década de los veinte, pero la verdad es que me gusta Klee en muchas de sus etapas.
      Un aparte: Kandinsky también tenía gato ;)

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  4. Francamente, nunca me llamò drmasiado la atención, así que, no sólo nos has mostrado, cómo dice, Suni Mocholi, obras que, desconocía, sino que has conseguido despertar mi curiosidad por èl. No sabía,que hubiera pertenecído al grupo de los artistas degenerados, cómo Nolde, (uno de mis pintores preferidos), aunque claro, lo de Nolde fue algo distinto, más bien un revés del destino..
    Agradecída estoy, saludos Carmen y compañía!

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    1. Las obras de Emil Nolde también me gustan mucho. Y sí, su caso fue muy especial...
      Inma, ¿qué te parece si, un día, le invitamos a pasarse por aquí?

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    2. Nolde, controvertído, en cuanto a su ideología, pero como otros muchos grandes artistas.. así que me quedo con la belleza de sus pinturas. Espero con impaciencia tu versión sobre èl.
      Gracias!!

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  5. Me llama la atención del color. Es un color sucio, envejecido, atemperado, contenido, embrutecido, apagado, decadente, como si, deliberadamente, no quisiera ser un color atractivo.

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    1. No en todos los casos. Klee hizo un uso muy diverso de los colores y de su aplicación. Lo curioso es que, al principio, Klee despreciaba el color. Más tarde, el color se apoderó de él.

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    2. Hay algo, además, que siempre quiero destacar. Vemos reproducciones de obras. Estas reproducciones ofrecen una enorme variedad de tonos, colores, luminosidad... En realidad, respecto a la obra auténtica, son solo un referente. El contacto directo con la obra, con la obra de verdad, es una revelación, una sorpresa inmensa, una experiencia que conmueve.

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  6. Klee siempre me evoca la infancia, cuando los Reyes Magos me traían una caja de colores de madera (yo no soy de la época de los Plastydecor). Si tenías suerte, en lugar de Alpino eran Caran d'Ache, y enconces, de pronto surgia la magia. Abrías esa caja metálica, preciosa, con un paisaje de las montañas de Suiza o con algún cuadro famoso, y ante tí se representaba un arco iris fascinante. Del blanco al negro, todo el espectro de color. Como Klee veía en la vida.
    Y si además miro detenidamente su obra, ese aire naïf, infantil aparente, refuerza esa idea. Pero nada es lo que parece y ni Klee realizó una obra infantil ni los colores que utilizaba son los básicos y aparentes.
    Una maravilla. Gracias Carmen por compartirlo.

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    1. ¡Es eso, es eso! ¡Ese deslumbramiento, esa alegría a punto de estallar, esa sensación que apenas podemos describir, pero que sí volvemos a sentir, de la mañana del día de Reyes!
      En este momento te veo, Elisenda, ante la mágica caja de lápices de colores. Veo tus ojos, agrandados, la sonrisa en los labios; veo tu rostro que es el mío y el de todos nosotros cuando, de niños, nos regalaban una caja de lápices de colores. ¿Recordáis cómo acariciábamos los lápices con el índice, antes de empezar a sacarlos de la caja?
      Qué comentario tan bonito y tan descriptivo de lo que sentimos, de lo que volvemos a sentir, ante determinadas obras de arte. Gracias, Elisenda.

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    2. Gracias a tí, Carmen. Con tus posts me haces recordar esos momentos. Y sí, recuerdo perfectamente cómo pasaba el dedo índice por encima de los lápices y escuchaba ese ruido tan característico que parecía un instrumento musical. Y luego cómo volvía recomponer la caja para que todas las impresiones doradas de los lápices volvieran a quedar en la misma posición. ¡Qué recuerdos tan maravillosos!. Doy gracias por conservar esa capacidad de sorprenderme, por tener todavía esa inquietud de mente abierta ante cualquier cosa que pueda conmoverme. Nada mejor que el arte para ello, en cualquiera de sus facetas: pintura, escultura, arquitectura, música.
      La música... ese arte que hace vibrar la vida!

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  7. Qué maravilla de post. Me has descubierto algunas obras que no conocía, aunque me encata el Jardín de pájaros, es tan bonito, tan inspirador, relajante y a la vez tiene algo como tenebroso, algo lataente que espera, no sé, me gusta mucho. Un besito y gracias por profundizar en él, yo realmente conocía 4 datos, me has enseñado un montón.

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    1. Relajante y, al tiempo, tenebroso... Me gusta, Marigem.

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  8. Paul Klee - mistrz szczegółu i kreski, no i oczywiście koloru. Jego obrazy przykuwają uwagę, wymagają skupienia na wielu drobiazgach. Nie są banalne w odbiorze. Trzeba się w nie bardzo dobrze wpatrywać. Miałam okazję widzieć w 2012r. niewielką, ale interesującą wystawę w Galleria Nazionale d'arte Moderna w Rzymie. Niestety nie wolno było tam robić zdjęć. Pozostało mi jedno z plakatem wystawy, które zamieściłam w pierwszym poście mego bloga. Pozdrawiam serdecznie

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    1. Renne nos cuenta: “Paul Klee, maestro del detalle de la línea y del color. Sus pinturas atraen nuestra atención, se centran en las pequeñas cosas. No son superficiales: hay que mirarlas atentamente. Tuve la oportunidad de ver en 2012 una exposición, pequeña pero interesante, en la Galleria Nazionale d'Arte Moderna de Roma. Desafortunadamente, no se permitía hacer fotos. En el primer post de mi blog escribí sobre una de las exposiciones de carteles”.

      Dziękuję za ciekawy komentarz, Renne. Zobaczymy film z wystawy w Rzymie: https://youtu.be/rZisC6MHKEs

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  9. Carmen creo que me va a gustar tu arte de vida ya que he leío parte de tu mundo, de ti, tu gran lista de todo lo que eres y todo lo que trasmites en lo poco que he visto hoy. Te digo un secreto soy pintora, eso si aficionada solo llevo pintando desde el 96 y todavía se poco de pintura. -se poco de todo y de nada. Gracias de nuevo por levantarme el ánimo. permiteme un abrazo.

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    1. ¿Que te permita un abrazo? ¡Te lo quito, me apodero de él! Me encantan los abrazos. Qué delicia, pintar. Dices "soy pintora" y veo colores, siento el olor de la pintura. Ah, y hago mío, ademas de tu abrazo, ese "todavía sé poco", al que sumo el "aún aprendo" de Goya. Fíjate, eso es estar vivos, vivos de verdad. Un fuerte, fuerte abrazo, María del Carmen.

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    2. Gracias Carmen por tu abrazo grande

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  10. Muchísimas gracias, Carmen. Para mí la obra de Paul Klee es el aire que respiro. Les comparto una canción que compuse basada en títulos de sus cuadros...

    https://www.youtube.com/watch?v=WYhkH-jabd8

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    1. ¡Gracias por compartir con nosotros tu canción! Saludos.

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