domingo, 17 de mayo de 2015

La historia de un árbol: Piero della Francesca





Piero della Francesca (1416-1492)


Lo reconozco: no sé cómo hablaros de Piero. Ya os habréis dado cuenta de que no son palabras lo que me falta, pero ahora, cuando quiero buscarlas para hablaros de Piero, no las encuentro. En realidad, me gustaría quedarme callada, en un rincón de esta página, y ver con vosotros las imágenes. O, mejor aún, que entrásemos en la capilla Bacci de la basílica de San Francisco, en Arezzo, y que en silencio y con los ojos muy abiertos nos dedicásemos a admirar los frescos. Al mismo tiempo, os aviso, las figuras pintadas por Piero della Francesca nos mirarían a nosotros. “¿Quiénes son esos que nos miran?”, se preguntarían, en susurros. “No importa, haz como que no nos damos cuenta”. Y ahí nos quedaríamos, mirándonos unos a otros.

La adoración del árbol por la reina de Saba, detalle

Piero pintó este ciclo de la Vera Cruz entre 1452 y 1466. La historia, inspirada en la medieval Leyenda dorada de Santiago de la Vorágine, relata la historia de la cruz en la que se dijo que fue ejecutado Cristo y su hallazgo por Elena, madre del emperador Constantino.

Basílica de San Francisco, Arezzo

Basílica de San Francisco, Arezzo

Esta es la historia de un árbol o, si se quiere, de la madera de ese árbol. 

La muerte de Adán

El relato comienza con un final: el de Adán. A los 930 años de edad, siente que la muerte se aproxima. Le rodean sus familiares: entre ellos, una también decrépita Eva. Piero cuida los detalles anatómicos en la representación de los cuerpos, que se encuentran entre los más tempranos desnudos renacentistas.

La muerte de Adán, detalle

Mirad la dulzura de la anciana Eva, con sus senos caídos, y su expresión de pena y extrañeza. “¿Qué haces, Adán? ¿Por qué te mueres?”. En sus Diarios de Adán y Eva, Mark Twain invirtió el orden, haciendo morir antes a Eva para que Adán pudiese escribir su hermoso epitafio: “Donde quiera que ella estuviera, allí estaba el paraíso”.

La muerte de Adán, detalle

Al fondo de esta escena simultánea, en la que diversas secuencias del mismo episodio comparten el espacio, vemos cómo Set, a las puertas del paraíso, recibe del arcángel Miguel el grano o rama del árbol de la Vida, para que, tras la muerte de Adán, lo plante en su boca.

La muerte de Adán, detalle

Muerto Adán, su hijo deposita en su boca la ramita de la que crecerá el árbol con cuya madera se fabricará la cruz.

La muerte de Adán, detalle

En el siguiente episodio, la reina de Saba se postra ante el puente que debería atravesar, al adivinar en su madera aquella que se utilizará en la cruz. En otra secuencia, es recibida por el rey Salomón en su palacio. En esta ocasión, la arquitectura diferencia ambas secuencias temporales: a un lado, el campo abierto y la reina que adora el puente; a la derecha, el palacio de Salomón, convertido por Piero en un edificio renacentista, donde se produce el encuentro entre ambos reyes.
La adoración del árbol por la reina de Saba y El encuentro entre Salomón y la reina de Saba

El aplomo de las figuras de Piero, su solidez, su calma y monumentalidad, se aprecian muy bien en las mujeres que forman parte del séquito de la reina de Saba. ¿Realmente se dan cuenta de que las miramos? ¿Acaso les importa?

La adoración del árbol por la reina de Saba, detalle
 
El encuentro entre Salomón y la reina de Saba, detalle

En la figura de la reina de Saba –en todas las figuras, en realidad- se ve muy bien cómo el mundo de Piero se rige por la geometría y la luz. No puede sorprendernos que la pintura de Paul Cézanne y la de Piero della Francesca, tan distantes en el tiempo y tan distintas, se hallen, al mismo tiempo, tan próximas.

La adoración del árbol por la reina de Saba, detalle

Paul Cézanne, Los jugadores de cartas, Musée d’Orsay, París, 1889-92

Reconocimiento de la verdadera cruz, detalle

Paul Cézanne, Vista del pueblo de Gardanne, Barnes Foundation, Lower Merion, Filadelfia, 1886

En sus Vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos (1550-68), Giorgio Vasari escribió: “Piero acostumbraba hacer modelos en barro, a los cuales ponía encima suaves telas delicadamente plegadas, para imitarlas cuando se ponía a pintar”. Tal vez ese modo de trabajar explique, en parte, esa ausencia, ese aire remoto que parece impregnar a las figuras.

La adoración del árbol por la reina de Saba, detalle

La historia del árbol continúa cuando Salomón lo hace enterrar. Mucho después, en el sueño del emperador Constantino aparece una cruz y una voz le dice: “bajo este signo, vencerás”. Así que Constantino parte alegremente a la batalla y Piero llena el lienzo de pared con bellísimos caballos, guerreros, estandartes y unas lanzas que volverán a erguirse y entrecruzarse en La rendición de Breda, de nuestro buen Velázquez.

El sueño de Constantino

Victoria de Constantino sobre Majencio en la batalla de Puente Milvio

Otra batalla se entabla entre el emperador bizantino Heraclio y Cosroes II. Este último, que había robado la cruz, es derrotado. Más estandartes, caballos, armaduras, escorzos de todo tipo y un pabellón en el que, del mismo modo que hace en las posturas de las figuras, Piero da rienda suelta a su pasión por la perspectiva, configuran esta batalla, más dinámica que la anterior. 

Batalla entre Heraclio y Cosroes II

Para que Cosroes robase la cruz, esta tenía que haber sido hallada. En un episodio anterior, Piero nos muestra cómo Elena, la madre de Constantino, encuentra tres cruces en Jerusalén. Para saber cuál es la verdadera, las someten a la prueba de resucitar a los muertos. Una vez resuelta la duda, la cruz regresa a Jerusalén.

Reconocimiento de la verdadera cruz

Exaltación de la cruz y retorno a Jerusalén

Aquí podemos ver el esquema general de la composición:

Historia de la Vera Cruz, Basílica de San Francisco, Arezzo

La verdad es que yo me perdería viendo todos y cada uno de los detalles, no solo de los frescos de la basílica de San Francisco, sino de todas las pinturas de Piero. Mirad, por ejemplo, estos perros en uno de los frescos del Templo Malatestiano de Rímini, o la belleza de la arquitectura que acoge a los personajes de la Pala di Brera:

Segismundo Panfolfo Malatesta ruega ante san Segismundo, detalle, Templo Malatestiano, Rímini, 1451

Sacra Conversazione (Pala di Brera o di Montefeltro), detalle, Pinacoteca di Brera, Milán, 1472

¿Qué os parecen estas dos escenas del Políptico de San Antonio?

San Antonio resucita a un niño, Políptico de San Antonio, Galleria nazionale dell'Umbria, Perugia, 1469

Santa Isabel salva a un niño, Políptico de San Antonio, Galleria nazionale dell'Umbria, Perugia, 1469

Durante mucho tiempo no se apreció la pintura de Piero, considerada inferior respecto a la de otros artistas, como Rafael. La mirada y el gusto cambian y, de ese modo, se redescubren artistas tan espléndidos como Piero della Francesca.

Pero volvamos a Arezzo, antes de despedirnos por hoy. ¿Recordáis la escena de El paciente inglés en la que Hana (Juliette Binoche) se dedica a dar brincos por el aire con una bengala en la mano (¡nada más y nada menos que una bengala!), para poder ver unos bellísimos frescos? Bueno, pues esos frescos son los de Arezzo. La escena me hizo sufrir, no por temor a una caída de Binoche, sino porque, cada vez que la bengala encendida y humeante se aproximaba a la pintura, yo tenía que ahogar un grito. 


Esta escena es paralela a otra, en la misma película, en la que Almásy (Ralph Fiennes) alumbra con una linterna las pinturas de la Cueva de los Nadadores, en la meseta de Gilf Kebir, en Egipto. Así nos quedamos ante la belleza: con esa sonrisa y boquiabiertos.

Anthony Minghella, El paciente inglés, 1996

Anthony Minghella, El paciente inglés, 1996
 


32 comentarios:

  1. Me callo, pero gracias por no callarte...

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  2. Es una entrada maravillosa, Carmen. Me dejas aleteando cual angelote. No necesito cuerdas para contemplar el fresco.
    Es verdad que la mirada cambia. Como el gusto. Lo vemos constantemente. A veces llega a molestar la actitud de algunos ante determinadas obras o paisajes. Les resbala lo que a otros nos emociona profundamente. Bueno, a la postre nos movemos por impulsos emotivos.
    Piero y Cézanne llegan con intensidad, con sus volúmenes, con sus paletas. Al menos, actualmente. Quién sabe cómo se percibirán dentro de años.
    El epitafio en memoria de Eva, la Vera Cruz, el ábol de la Vida, el laberinto de lanzas en la batalla... Nos llevas de la mano, de nuevo, en uno de tus relatos abiertos y mágicos. Seguimos en las nubes... dibujando caballos y amazonas. Siempre queremos más.

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    1. Claro, pero, como dices, los gustos son diferentes, para cada persona, y cambian también según las épocas. Nos asombra, claro que nos asombra que Piero pudiese ser despreciado.
      Bueno, no aletees demasiado y, sobre todo, ¡no enciendas ninguna bengala! ;)

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  3. Si que es asombroso que se pueda despreciar a un artista como éste y soy objetiva pues no me gusta especialmente, pero hasta yo soy capaz de ver su talento.
    En otros contextos he escuchado muchas veces, que algo tiene lo bueno que gusta a todo el mundo. No siempre es así, pero es verdad que las cosas asombrosas nos dejan pasmados. Hay mucho en sus pinturas: leyenda, geometría, color, perspectiva e historia, entre otras cosas. Su forma de trabajar y el crear a sus personajes en barro me parece un truco/técnica novedosa y da muestra de su realismo.
    GRACIAS Carmen voy a seguir observando que seguro que la costumbre me hace cambiar la visión sobre Piero y su árbol.

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    1. ¡Prepárate, Harry, que me voy a pasar por tu casa para secuestrarte y llevarte a recorrer conmigo la ruta Piero della Francesca! Te enamorarás, ya verás.

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  4. Jajajaja, no es necesario que me secuestres Zen. Iría de buen grado y no me extrañaría nada que me enamoraría de este pintor sin par.

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    1. Eso ya no es el síndrome de Estocolmo, Harry: ¡es el síndrome de Arezzo! :)

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  5. Le adoro. Hice un viaje a Londres expresamente para ver el Bautismo de Cristo en la National Gallery. Me encanta esa capacidad para avanzarse a las tendencias pictóricas, ese primigenio sfumatto, la maravillosa forma de plasmar el movimiento dando carpetazo al hieratismo de la Edad Media... En resumen, un visionario que indicó a sus contemporáneos, e incluso a sus predecesores, el camino de una nueva era para el arte.
    Gracias Carmen. Por favor, no te calles nunca. Sigue hablándonos en voz alta, o al oido, o susurrando... pero no te calles.

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    1. Ay, el Bautismo, con esos árboles -sobre todo ese árbol- que son unos personajes más... Me fascina cómo Piero resume toda su complejidad -porque es un pintor complejo- en una aparente sencillez; me cautiva su serenidad, su limpieza... Además, hay algo en sus obras, no sé si te has dado cuenta, que es como si dijesen: "tranquila, nosotras seguimos aquí". Reconfortan.

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    2. Ese es un aspecto que me has hecho notar. Es como si las figuras fueran tan serenas que se movieran a cámara lenta. Quizás fue la intención del autor, precisamente como si iniciaran el movimiento tras un letargo de siglos de la Edad Media. Un desperezarse con los primeros rayos del sol.

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  6. Me ha encantado esta entrada. Creo que la visitaré más veces. Has hecho una combinación maravillosa de escenas de arte hilándolas con una narración sugerente. Olé Carmen!

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    1. Gracias, Yolanda. Apúntate, que esta tarde nos llevamos a Harry a Arezzo. Vaya, ¿os imagináis que fuese posible? Sueño...

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  7. Nada que decir a tan extensa y variada entrada, si en cuanto a la comparación con las pinturas de Cezzane, aparte del color, la de este pintor tienen vida y movimiento, mientras que las de Piero son estáticas, sin vida, no por ello dejan de ser magníficas en su conjunto, pero están lejos a las de Rafael.

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    1. No es el color lo que aproxima a Piero y a Cézanne, sino la geometrización, los volúmenes, determinado modo de ver la realidad, interpretarla y transformarla. Como decía a Elisenda, esa "difícil facilidad" de los grandes artistas, los grandes escritores. Ves estatismo donde yo veo reposo, fuerza, serenidad; no ves vida donde yo sí la veo... Pero es lo que comentaba esta mañana: cada persona y cada época tiene sus gustos.

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    2. Instructiva respuesta a mi comentario que agradezco y respecto, pero debate todavía lo hay, pero que no voy a seguir, quizá en otra ocasión si se presenta, por que ambas tenemos trabajo que hacer y que finalmente llegamos a una misma o parecida conclusión: que cada cual con sus ojos y su mente puede percibir o percibe, por suerte para tod@s pues sino no habría debate, diferentes sensaciones al mirar una obra.
      Un abrazo

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    3. Sin duda, pero una cosa son los gustos y las sensaciones y otra el conocimiento profesional. Quiero decir que lo que me sorprende un poco en tus comentarios es que todos los historiadores del arte -tanto los que conozco personalmente como aquellos que conozco a través de la lectura de sus libros- coincidimos en la relación tan clara que une a Cézanne con Piero en cuanto a la geometrización, el tratamiento de los volúmenes y todo lo que se deriva de ello. No solo a Cézanne y a Piero: hay toda una corriente artística, a través de los siglos, que hace hincapié en estos aspectos geométricos. Por añadir solo un par de nombres, mencionaré a Luca Cambiaso y a Georges de La Tour.

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  8. ¡Qué instructivo todo lo que escribes Carmen! Muchas cosas las ignoro pero como me gusta leer lo que escribes, con tu permiso, aquí me quedo ;-)
    ¡Feliz tarde de domingo!

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    1. ¡Ja ja ja! Encantada de contar con tu compañía, Chelo. Anda, ponte cómoda. ¡Feliz tarde y que la semana que empieza mañana sea amable contigo y con todos nosotros! (caray, me ha salido como una oración).

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  9. Amén ;-)
    ¡Muchas gracias y lo mismo te digo!

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  10. Carmen; desde la primera letra hasta la última he respirado belleza. Yo tan solo te digo una palabra:Impresionante!!

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    1. ¡A Arezzo, Concha, a Arezzo! Aunque ya hayas estado, no importa. Solo chicas: lo siento por José Juan, Daniel y los otros amigos, pero nada, nos vamos las chicas. Bueno, yo sigo soñando...

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  11. Carmen, poruszyłaś wspaniały temat i pokazałaś rewelacyjnego twórcę. Piero della Francesca - to także mój ulubiony artysta. Masz rację, ze jest trochę niedoceniony. Miałam to szczęście, że widziałam w Arezzo freski o których piszesz. Jestem pod ich wrażeniem, ale niestety część z nich jest mocno zniszczona i już słabo widoczna. Zwróć uwagę na usta kobiet, są piękne, wyraźne, lekko nadęte, jak u dzisiejszych modelek. Piero wyprzedził czas...
    Dziękuję, ze czytasz mego skromnego bloga. To bardzo miłe...

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    1. Myślę, że zostały przywrócone w latach 1990 i 2000 ujrzał przed renowacji, nie będzie wiedział, jak daleko. Wielkie dzięki, Renne.

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  12. Me has recordado mis escasos contactos con el mundo del arte. Perdón si mi clasificación no es la más adecuada, Piero siempre me había parecido muy delicado, era la ruptura con la época románica, en la que por primera vez se aprecia a un pintor que da un paso en el volumen de las figuras y a una perspectiva que no se plasmaba en los pintores románicos. Aunque se ha considerado a Giotto como el verdadero iniciador del renacimiento, en Piero ya se aprecia este cambio. ¿Es así?
    Ya me gustaría explicarlo como tú.
    Buenísima entrada. Gracias.

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    1. En el gótico internacional sí que hay una delicadeza que todavía impregna la obra de artistas en los que ya apunta algo distinto: Pisanello, Fra Angelico, Masolino da Panicale... Con Masaccio, la cosa cambia, definitivamente: Masaccio, un apasionado del estudio de la perspectiva, como Piero. Y luego, un montón de nombres, artistas que siguen adelante por el camino trazado por Masaccio y Piero... y otros donde resuenan con más fuerza los ecos pasados del gótico internacional, como Botticelli -aunque esto requiere una larga explicación-.
      Bueno, lo que quiero decir es que veo difícil hablar de un nombre, de un solo nombre, en un proceso que, como este, recorre vías distintas, conoce anticipos, retrocesos, y en el que confluyen escultura, arquitectura, pintura, artesanía, óptica, arte efímero festivo, literatura, filosofía, teatro, ciencia... Ay, Josevi, es apasionante.
      Creo que vamos a tener que invitar a muchos de estos artistas al blog, para que cada uno de ellos nos cuente su historia. ¿No os parece?

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  13. No sé si estos artistas tendrán Facebook. Creo que me colé, Giotto representa el cambio del gótico al renacimiento, mientras que della Francesca representa el cambio del románico al gótico. Disculpa mi ignorancia y mi utilización de términos como representa.

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    1. No, no, Josevi, que te estás armando un pequeño lío. No pasa nada, poquito a poco iremos desenmarañando la madeja y, si te apetece, ya verás cómo tú mismo irás colocando a cada artista en su lugar (aunque algunos artistas tienen la manía de ir saltando de un sitio a otro y no hay forma de hacer que se queden quietos ;) ). Pues eso, tranquilo, que todos juntos le vamos a dar un repaso a la historia del arte. Poco a poco.

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  14. Excelente y pedagógica entrada que no comento por haberme quedado sin palabras ante esas miradas esquivas, hieráticas y trascendentes de este pintor de lo etéreo y lo sutil.
    Gracias por ello Carmen.

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    1. A mí me da la impresión de que es un pintor tan bueno que se cuenta solo, y como se deben contar a sí mismos los pintores: con forma y color. Así que entiendo que a ti, Francisco, a quien tampoco faltan las palabras y, en tu caso, buenas palabras, también te quedes mudo ante Piero.

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