Una mujer joven está en su casa,
tranquila. Lee un libro, ora, hila, piensa o, simplemente, parece esperar una
visita. ¿La del ángel? Porque es un ángel el que, de repente, se presenta ante
ella.
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Fra Angelico, Anunciación,
celda en el convento de San Marcos,
Florencia, 1440-1441 |
Tiene que impresionar mucho eso de toparse cara a
cara con un ángel. Como para echar a correr. No existe, sin embargo, o por lo
menos no la conozco, una Anunciación
en la que la Virgen
salga corriendo. En ocasiones, se muestra asustada, eso sí; también
sorprendida, conmovida, un poquito apabullada… Pero correr, no corre.
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Luc-Olivier Merson, Anunciación, Musée d’Art Thomas-Henry, Cherburgo, 1908 |
Existen anunciaciones bellísimas y es mucho lo que se puede decir acerca de
los gestos de las figuras, las arquitecturas, los símbolos representados… Hoy
quiero ocuparme tan solo de algunos detalles y mostraros una serie de anunciaciones que, por un motivo u otro,
resultan extrañas.
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Emil Nolde, Mujer
y ángel, Nolde Stiftung Seebüll, Neukirchen,1938 |
La iconografía habitual
de esta escena presenta, ya desde los siglos V-VI un rayo de luz que desciende
sobre María, con la paloma del Espíritu Santo presente en el lugar. María
aparece sentada, según el modelo de representación de las emperatrices romanas.
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Anunciación, Basílica de Santa María la Mayor, Roma, siglo V |
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Fra Angelico, Anunciación,
Museo del Prado, Madrid, 1425-28 |
A veces, el rayo de luz, la paloma, las palabras
que surgen de labios del arcángel Gabriel o incluso un diminuto niño se dirigen
directamente al oído de María. Se trata de la expresión plástica de un
concepto, el de la concepción a través del oído (conceptio per aurem), derivado del Evangelio armenio de la
infancia, un evangelio apócrifo redactado a partir del siglo VI.
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Jaume Serra, Anunciación,
retablo de La
Resurrección del Santo Sepulcro, detalle, Museo de Zaragoza,
1381-82 |
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Gonzalo Peris Sarriá, Anunciación, Museo de Bellas Artes, Valencia, principios siglo XV |
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Simone Martini, La
Anunciación, detalle, Uffizi, Florencia, 1333 |
Otra representación curiosa, desarrollada a partir
del siglo IX en Bizancio, muestra al Niño encerrado en un círculo sobre el
cuerpo de María:
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Icono de la
Anunciación de Ustiug, Galería
Tretiakov, Moscú, siglo XII |
En ambos casos, la concepción y su anuncio se
identifican, se manifiestan como actos simultáneos. Al margen de la presencia
de palomas, niños y otros personajes, los protagonistas de la escena son dos:
Gabriel y María. Ya vimos, al preguntarnos
cuándo les crecieron alas a los ángeles, algunas de las características de estos
mensajeros, representados, en general, con el aspecto de un hombre joven.
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Francisco de Goya, Anunciación, colección particular, 1785 |
A veces, sin embargo, Gabriel
muestra unos rasgos menos marcadamente masculinos:
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Benozzo Gozzoli, Anunciación, Pinacoteca Comunale, Narni, 1449 c. |
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George Lawrence Pulleid, Anunciación, 1858 |
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Émile Bernard, Anunciación,
Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid, 1890 |
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Konstantinos Parthenis, Anunciación, National
Art Gallery
and Alexander Soutzos Museum,
Atenas |
En otras ocasiones, el aire andrógino
es mucho más manifiesto:
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John William Waterhouse,
Anunciación, Sotheby's Collection, 1914 |
Algunas anunciaciones son tan inquietantes como la
del pintor holandés Paulus Bor o la que James Ensor nos presenta en uno de sus
dibujos:
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Paulus Bor, Anunciación, National Gallery of Canada,
Ottawa, 1635-40 c. |
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James Ensor, Anunciación |
Pero, ¿qué importa que Gabriel sea representado como varón o como mujer? Todo
se resuelve cuando su imagen es la de un serafín, o la de una columna de fuego:
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James Tissot, Anunciación, ilustración para La vida de Cristo, Brooklyn Museum, Nueva
York, 1896 |
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Henry Ossawa Tanner, Anunciación, 1898 c. |
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Henry Ossawa Tanner, Anunciación,
Philadelphia Museum of Art, 1898 |
María, por su parte, es representada como una mujer joven, aunque también
podemos verla como niña, y como niña asustada, en estas obras de Otto Dix y
John Collier:
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Otto Dix, Anunciación, colección particular, 1950 |
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John Collier, Anunciación, St.
Gabriel Church, McKinney, Texas, 2000 |
Pero… ¿y si el propio arcángel adopta la figura de una niña?
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Enjeong Noh, Anunciación |
Vida, muerte, misterio: arte. ¿Quién mejor que una niña -una niña Gabriel- para transmitir, con su saludo, este mensaje?
Que mundana y a la vez misteriosa la anunciación de Collier. Que diferentes maneras de interpretar el mismo tema.
ResponderEliminar¿Verdad? La chiquilla con las zapatillas deportivas, los calcetines cortos y la carita que pone... ¿No te ha parecido asombrosa también la de Paulus Bor? Bueno, asombrosa, inquietante y, por otra parte, un tanto cómica, todo a la vez.
EliminarDos amigas han hecho en Facebook unos comentarios interesantísimos sobre este texto. Francisca Ferrer Gimeno (http://detrasdelaestanteriailustrada.blogspot.com.es/) ha comentado: "pero quizá la visita del ángel sea algo más, puede que se trate de sacar algo oculto que tiene la mujer en ese instante". Ella lo veía muy claro, sobre todo, en la Anunciación de Enjeong Noh.
ResponderEliminarA mí me ha fascinado su comentario, esa idea de que el ángel emane de la propia mujer, que exprese la percepción que tiene de sí misma.
Y, entonces, Alicia Guerrero Yeste nos ha recomendado un libro de Belén García Abia, El cielo oblicuo, sobre el cual prepara una de sus excelentes reseñas.
Estoy contentísima, porque, con vuestros comentarios, aquí en el blog o en cualquiera de las redes sociales, siempre me hacéis el regalo de enseñarme cosas nuevas, de darme ideas, de hacerme pensar y soñar, ¡de aprender! No podéis imaginar cuánto lo agradezco, porque es como abrir todas las ventanas y dejar que entre la brisa.
Qué representaciones tan diferentes para un mismo tema. La de Otto Dix me resulta particularmente inquietante...
ResponderEliminarSí, porque es una niña y se nota su terror. Es muy inquietante.
EliminarInquietantes algunas, hermosas otras,.. Collier y enjeong, contrapuestas, está última me ha impactado especialmente. Me he permitido recomendar tu página en la escuela de pintura donde va mi hija. La forma en que describes los cuadros es tan clara y nos das lugar a descubrir a veces esos detalles en los que no reparamos. .. besos
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Maríjose, tanto por tu comentario como por haber recomendado la página. Como te dije hace un tiempo, ya sabes que estamos esperando ver las obras de tu hija: ¡tendréis que compartirlas! Un abrazo.
EliminarExtraordinaria selección de anunciaciones. Pero la que más me ha llamado la atención son las últimas por su actualización. Dan una sensación de miedo, mas que religiosidad.
ResponderEliminarSaludos
Sí, es que lo sagrado -sea lo que sea lo que entendamos por sagrado, y el modo en que interpretemos un episodio como este- siempre está muy cerca de lo terrible. Un abrazo, Yolanda.
EliminarQué maravilla de pinturas. Yo vi hace años, en la Galería Uffizi, una Anunciación de Leonardo da Vinci que me impresionó y eso que no es un tipo de pintura que me entusiasme (la de motivos religiosos me refiero), pero aquel cuadro tenía algo que me emocionó. En la tienda tenían la lámina y pensé comprarla, pero no tenía nada que ver con el cuadro. Resultaba muy kitsch. Esta entrada tuya me ha recordado esa anécdota.
ResponderEliminarUn saludo.
Te entiendo, Rosa: la diferencia entre una obra de arte y su reproducción es muy grande y, como dices, esta última puede resultar kitsch. Tampoco me extraña lo más mínimo que te emocionase la Anunciación de Leonardo. Conmueve. A mí me pasó lo mismo con las Anunciaciones de Fra Angelico en el convento de San Marco: sobre todo, con la que está en una de las celdas, que he puesto como primera ilustración de la entrada. ¡No podía moverme de allí!
EliminarHola a todos:
ResponderEliminares un tema archiconocido, pero a mi me sonaban muy poquitas.
Nunca he caído en el temor, el recelo y en todos los significados semiocultos que puede tener La Anunciación. Ahora, después de leeros, cierto que veo los cuadros diferentes. Aún así, más que miedo, yo creo que todas parten del asombro. Ser visitada por un ángel, hasta en los tiempos más antiguos debía ser bastante increíble.
El otro tema, el de La Virgen niña... si que tiene miga. No sé bien que pensar, y creo que cualquier explicación que se dé puede ser válida. En mi opinión los niños tienen una capacidad de asombro mayor que la de los adultos y al mismo tiempo son capaces de mezclar realidad y ficción con mucho acierto. Nadie mejor que una niña para recibir la visita de un ser con alas y con una noticia asombrosa y no morirse del susto
¡Hay tantas versiones, y tan distintas!
EliminarQue María sea representada como una chica joven (excepto en obras como la de Bor) es normal, pero cuando aparece como una niña... hiere.
Como siempre un post maravilloso, algunos de los cuadros no los conocía, en cambio otros me encantan, algunos pude verlos en realidad y otros no, pero me ha gustado muchísimo lo que cuentas.
ResponderEliminarY me he reído mucho al principio, si yo fuera la virgen habría echado a correr,jejeje. Un beso y genial, como siempre.
Sí, yo me imagino una Anunciación en la que María echa a correr, despavorida, mientras el ángel la persigue, diciendo: "eh, para un momento, que tengo que contarte una cosa"... y también me hace reír. Sería apropiado para una Anunciación futurista, por el asunto de la velocidad ;)
EliminarMagnifica presentación del tema de "La Anunciación", para mi algunas obras eran desconocidas, otras no, como ya sabes las góticas o medievales, pero en todas ellas hay un simbolismo de representación aunque a mi se me escapa.
ResponderEliminarTodo "habla". El espacio, los elementos arquitectónicos, si los hay, las posturas de los personajes, sus gestos y expresiones, los objetos naturales o artificiales, reales o irreales, que aparecen en la escena, los colores... Todo. Cada obra de arte mantiene incesantes diálogos: iconográficos, técnicos, estilísticos, históricos... Cada referencia a una obra de arte está llena de "y además" y de puntos suspensivos.
EliminarUn pasaje del nuevo testamento muy recurrente para pintores y escultores.
ResponderEliminarEs cierto que cada uno de ellos vuelca sus propios criterios y apreciaciones sobre la tabla, el lienzo o la piedra. Cada artista plasma parte de su alma y de sus miedos, de su adoración, fe o incredulidad.
Lo que no cabe duda es que los temas considerados "Sagrados" remueven la imaginación hasta extremos impensables haciéndonos interpretar de mil formas una misma imagen. Donde unos ven miedo otros verán reverencia y asombro. Donde unos violencia y sumisión otros aceptación y mansedumbre. ¡En fin! el ser humano ya de por si causa asombro...Que decir tiene sus creaciones.
Os invito a conocer las variadas y a la vez parecidas anunciaciones de el Greco y otra inquietante imagen sobre el tema que sumo a las clasificadas como "Inquietantes. Se trata de una tabla de Simone Martini. Buscarla con el Google.
Te agradezco la entrada. .Personalmente los ángeles me subyugan.
Es verdad, no solo cada artista plasma este y otros episodios, religiosos o no, de un modo distinto, sino que el observador también lo interpreta de un modo personal. Hablo de "un modo" aunque tanto en el mismo artista como en el mismo observador, podríamos hablar de muchos modos.
EliminarTodas las Anunciaciones de El Greco son maravillosas. No sabría cuál elegir, si me viese obligada a hacerlo. ¡Menos mal que podemos disfrutar de todas ellas!
¿La Anunciación de Martini es la de los Uffizi? http://es.wikipedia.org/wiki/Anunciaci%C3%B3n_entre_los_santos_Ansano_y_Margarita
¡Efectivamente de esa se trata! ¿Viste los ceños fruncidos? ¿Los gestos como amenazantes?¿ Las palabras dichas por el arcángel como lanzadas a la cara?
ResponderEliminarPor eso digo que la interpretación de la obra es el 90% de lo que percibimos individual y personalmente según nuestras creencias o estados de ánimo incluso.
Un abrazo Camen
Sí, y cómo se retrae María, como protegiéndose...
EliminarUn abrazo, Francisco.
Le felicito cordialmente por su página. Esta entrada me ha gustado mucho. Especialmente interesante me parece el hecho de que coloque tantas obras de arte, desconocidas para el gran público, pero que aportan mucho y ayudan a comprender. ¡Felicidades y saludos cordiales desde Polonia!
ResponderEliminarMuchísimas gracias, José Ignacio. Ya ves, lo único que hago es compartir aquí las preguntas que voy planteándome y aproximarme al arte desde distintos puntos de vista -y siempre desde la pasión: ¡es inevitable!-. Un abrazo desde orillas del Mediterráneo.
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