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Tod
Browning, Drácula, 1931 |
No
creáis que a los vampiros no les afectan las crisis. El crack del 29,
por ejemplo, le sentó muy mal a Drácula. El pobre ya tenía problemas con su
castillo transilvano, de muros resquebrajados y desmoronadas almenas por donde
se colaba un aire tan frío que helaba la sangre. Y, después, esto: la crisis
del 29.
En 1931, cuando los estudios Universal
emprendieron el rodaje de Drácula y Frankenstein, su situación
económica no era muy boyante. Lejos quedaban ya los esplendores de El
fantasma de la Ópera, rodada por Rupert Julian en 1925. Ahora tocaba
apretarse el cinturón, reducir presupuesto y reutilizar todo lo que se pudiera
aprovechar, como el ballet en la Ópera, procedente de la película de Julian, o
la secuencia de la tormenta en el mar, que aparece solo en la versión en
inglés, y que había sido rescatada de una producción anterior de la Universal.
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Tod
Browning, Drácula, 1931 |
En el caso de Drácula, además, se
hicieron dos rodajes simultáneos, con los mismos decorados: el de la versión en
inglés, dirigida por Tod Browning y protagonizada por Bela Lugosi, y el de la
versión en español, con Carlos Villarías en el papel del vampiro y George
Melford como director.
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Tod
Browning, Drácula, 1931 |
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George
Melford, Drácula, 1931 |
Se
utilizaron los mismos decorados para ambas versiones. De día, rodaba Browning
y, por las noches, lo hacía Melford.
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Tod
Browning, Drácula, 1931 |
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George
Melford, Drácula, 1931 |
En el estudio 12 de la Universal se rodaron las
escenas del interior del castillo de Drácula, su espléndida escalera y el
interior de la abadía de Carfax. En el estudio 28 se rodaron, en los decorados
procedentes de El fantasma de la Ópera, los planos del Royal Albert
Hall, a los que se sumó, en el montaje, la escena del ballet rodada en
1925.
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Tod
Browning, Drácula, 1931 |
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George
Melford, Drácula, 1931 |
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Rupert
Julian, El fantasma de la Ópera, 1925 |
Como en el caso de Frankenstein y
muchas otras películas de la
Universal, se utilizó la llamada “ciudad europea” o “pequeña
Europa” de la Universal,
un conjunto en el que se entreveraban edificios de rasgos góticos con
construcciones populares centroeuropeas.
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Ciudad
europea de los estudios Universal, 1931 c. |
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Corte
de los Milagros, Ciudad europea de los estudios Universal |
Para ahorrar, se utilizaron los mismos
decorados para las criptas del castillo de Drácula y las de su residencia
inglesa en la abadía de Carfax:
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Tod
Browning, Drácula, 1931 |
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Tod
Browning, Drácula, 1931 |
La dirección artística, tanto en el caso de Drácula
como en el de Frankenstein, corrió a cargo de Charles D. Hall. Los
decorados, realizados por Hermann Rosse y John Ivan Hoffman y realzados por la
fotografía de Karl Freund, son magníficos.
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John Ivan Hoffman. boceto para Drácula, 1931
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John Ivan Hoffman. boceto para Drácula, 1931 |
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Las decoraciones incluyen telones pintados y
pinturas sobre vidrio, que completan los decorados tridimensionales.
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Tod
Browning, Drácula, 1931 |
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Tod
Browning, Drácula, 1931 |
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Tod
Browning, Drácula, 1931 |
Muchos de los elementos que componían los
decorados de Drácula y Frankenstein, dirigida por James Whale el mismo
año y también con Charles D. Hall como director artístico, fueron reutilizados
en producciones posteriores de la
Universal, como era habitual en las productoras cinematográficas
y, más aún, en tiempos en los que era necesario controlar los gastos.
Drácula también actuó sobre los escenarios teatrales. De hecho, la primera adaptación de la novela de Bram Stoker fue la obra teatral Drácula, de Hamilton Deane, estrenada en 1924 en Londres y, tras su revisión por John L. Balderston, representada en Broadway en 1927, con Bela Lugosi como protagonista. La versión teatral tuvo una gran influencia sobre la película de 1931.
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Drácula, Broadway, 1927 |
En España, Enrique Rambal hizo el papel de Drácula en 1942. Francisca Ferrer Gimeno ha publicado interesantes estudios sobre Rambal:
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Enrique Rambal en Drácula, 1942. Imagen de Francisca Ferrer |
Fantásticas imágenes ...Sus blogs , tan interesantes ...Gracias Carmen
ResponderEliminarGracias, Carole. Un placer leerte por aquí.
EliminarUn a información interesante sobre mi personaje favorito
ResponderEliminar¿Drácula? No lo sabía. A mí el personaje no me atrae, porque los vampiros me desagradan, pero sí me gusta la novela de Stoker y algunas versiones cinematográficas.
EliminarEl mito de Drácula seduce siempre y Carmen lo ha contado con gran lujo de detalles. Hay estudios centrados sólo en la parte histórica pero la escénica, esa que tanto nos gusta a todos se ha analizado menos. En mi artículo sobre la puesta en escena de 1942 intenté recuperar los trucos o artificios escénicos que, para el momento del teatro, eran innovadores. Rambal fue un brillante actor, director, en definitiva, un hombre de teatro que dedicó su vida al teatro por completo. Por completar las cariñosas palabras de Carmen que dedica a Rambal, os dejo el enlace de la revista donde se encuentra el artículo sobre esa aventura de Drácula en los escenarios españoles de 1942. http://parnaseo.uv.es/Ars/Stichomythia/stichomythia13/pdf/04_dracula.pdf
ResponderEliminar¡Gracias, Detrásdelaestantería!
EliminarUn magnífico artículo el de Stichomythia. Quienes estéis interesados en el tema, no os lo perdáis.
¡Gracias a ambos! Me ha encantado el artículo. Recientemente he estado leyendo una novela sobre la búsqueda de una copia de esa escalofriante obra de Tod Browning y Lon Chaney, Londres después de medianoche, y precisamente comentaban el tema del doble uso de los escenarios de rodaje de Drácula. Estamos conectadas, Carmen :)
Eliminar¡Londres después de medianoche o La casa del horror! Ah, también quiero que visitemos esa casa y esa ciudad... después de medianoche. La novela a la que te refieres es la de Augusto Cruz, ¿verdad? Tengo muchas ganas de leerla.
EliminarSí que estamos conectadas, Anabelee :)
De la novela mejor te hablo en privado ;)
EliminarQué interesante. Siempre me gustó Drácula y desde que leí la novela de Bram Stoker y vi la peli de Coppola más, y para colmo ese año fui a Rumanía con mis padre y vi el castillo donde se supone que vivió, y ainnnns, cómo me gusta.
ResponderEliminarLuego voy a leer el artículo de Rambal. Aquí en Gijón había una person aque tomóo su nombre artístico de Enrique Rambal porque lo amiraba mucho. Lamentablemente esta persona falleció asesinado y fue una conmociónen la ciudad. Bueno, que me lío, me ha encantado el post.
¡Marigem, eso es una novela! Un personaje que adopta el nombre de Rambal y es asesinado. Seguro que a Francisca le interesa muchísimo. Ya me estoy imaginando el argumento: por una parte, la investigación acerca del crimen y, por otra, en paralelo, la vida de la víctima y la del auténtico Enrique Rambal. ¡Por favor, que alguien escriba esa novela!
EliminarEsa historia la conocía. Buscando información sobre Rambal, cuando estaba realizando mi tesis doctoral, me apareció varias veces en la prensa. Os puedo asegurar que el propio Rambal era un personaje de novela. He tenido que reconstruir su vida y separar la fantasía y falsedad que se inventó e inventaron a su alrededor. Si queréis conocer su biografía la publiqué en mi libro: Enrique Rambal o todo por el teatro. Vaya, hoy me hago publicidad en tu blog Carmen. Gracias.
EliminarHaces muy bien. Hay que reivindicar a Enrique Rambal.
EliminarA mí me pasó justo al revés. Buscando información del Rambal de Gijón, ya que mi madre y mi suegra lo conocieron y siempre me hablaban de él descubrí a Enrique Rambal y la verdad es que su vida si es de novela.
EliminarEnhorabuena por ese libro, seguro que es interesantísimo.
Pienso como vosotras, la novela de Stoker y posteriormente la adaptación de Coppola hacen al personaje muy interesante.Personalmente tengo interiorizado a Drácula, quiza depende de mi situación animíca, unas veces con terror, otras con pena,y otras con humor.
ResponderEliminarInteresante comentario acerca de la interiorización del personaje de Drácula, Concha. Lo que dices acerca del humor me recuerda al Don Giovanni de Mozart interpretado por Ruggero Raimondi: seductor, vampiro, hombre digno e indigno, payaso o bufón. Magnífico Raimondi, por cierto. Y espléndido Don Giovanni, claro.
EliminarNunca me había fijado en que las criptas del castillo en Transilvania y las de Inglaterra son las mismas. Me ha gustado mucho, Carmen.
ResponderEliminarEso se llama ahorrar, ¿verdad? ;)
EliminarMe ha parecido un curioso y excelente blog que no conocía. Por lo tanto me quedo por aquí para disfrutarlo más a menudo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Francisco. Es un placer tenerte entre nosotros. Un abrazo.
EliminarHe incluído en mi lista de actividades por realizar el visionado de las dos películas: la de Melford y la de Browning. Una detrás de otra, y así poder compararlas.
ResponderEliminar¡Bien! Y luego nos cuentas tus impresiones, ¿de acuerdo?
EliminarPues yo no soy mucho de Drácula. De quedarme me quedo con Frankenstein y tampoco es que me llame mucho. Son mitos y como tal los conozco, pero nunca me han llamado la atención.
ResponderEliminarLo que si me ha sorprendido, aunque ya nos habías contado algo, era lo del multiuso de escenarios. Creo que es donde se ve el genio de los directores, escenógrafos y todos los que están de una película. No sólo por el ahorro, si no por sacar lo mejor de ellos, jugar con la luz y bueno, todo lo que se pueda hacer para lograr grandes películas y hacer que nos parezcan únicas en sí, a pesar de repetir guión, escenarios y hasta dibujos.
Me gusta mucho como partiendo de algo tan cotidiano como un presupuesto ajustado nos llevas por toda una época cinematográfica.
En el teatro hacían lo mismo: exprimían los decorados hasta que se caían a trozos, los remendaban una y mil veces y los teatros grandes los prestaban, alquilaban, vendían y revendían a teatros más pequeños. Hablo, sobre todo, del siglo XIX, antes de que los decorados de papel sustituyesen a los de tela.
EliminarEn el cine, es muy curioso cuando reconoces un decorado o parte de él que has visto ya en alguna película anterior. Y luego está la tristeza de los numerosísimos decorados teatrales y cinematográficos que fueron destruidos o, simplemente, desmantelados y tirados a la basura. Qué pena.
En mi opinión, el encanto de los decorados, remendados y reconocidos en otras obras, o bien, en otras películas, reside en que, en la imaginación de los espectadores nunca son iguales. Un telón puede crear el clímax perfecto para una nueva historia.
ResponderEliminarSí, ¡esa es la magia!
EliminarMenudo parque temático tenían montado. Me encantan los bocetos. Gracias, Carmen.
ResponderEliminarGracias a ti, José Juan. Si te fijas, los bocetos son muy parecidos, pero no iguales. ¡Parece el juego de "encuentre las siete diferencias"! ;)
EliminarQue curioso, ahora me apetece ver las dos una detrás de la otra. Gracias por tus posts Carmen!! Y feliz viernes
ResponderEliminar¡Sesión doble de Drácula! Feliz fin de semana, Mariona.
EliminarENHORABUENA por el blog Carmen.mucha documentación y claro de leer. Si no te importa te agrego como blog amigo. Nosotros a veces también hurga mis en la historia del 7 arte. Saludos y suerte.
ResponderEliminarhttp://ganarseunacre.blogspot.com.es/2011/0
3/cine-y-crisis.html?m=1
http://ganarseunacre.blogspot.com.es/
Espero que no moleste.
Por supuesto que no molesta, Roy. Un abrazo.
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