miércoles, 29 de octubre de 2014

Romper el marco




En su crítica sobre el Salón de 1763, Denis Diderot recomienda, ante el cuadro de Joseph Vernet Le port de La Rochelle, que se contemple la obra a través de unos anteojos que excluyan el marco, de modo que, olvidando el hecho de hallarse ante una pintura, el observador se sienta en lo alto de una montaña, espectador de la propia naturaleza. “¡Oh, el bello punto de vista!”, exclama el filósofo.

Joseph Vernet, Le port de La Rochelle, Musée de la Marine (dep. Louvre), París

Un cuadro sin marco, un punto de vista elevado, la observación a través de un catalejo, el observador que, rodeado por la pintura, penetra en el cuadro y queda envuelto por la imagen… ¿Os recuerda algo?

Johann Michael Sattler, Panorama de Salzburgo, 1829

No cabe duda: Diderot reclama el panorama. Con él, se satisfarán sus deseos, el marco quedará abolido y el observador podrá entrar, por fin, en el cuadro.

Marquard Wocher, Panorama de Thun, 1809-1814

Aunque el panorama, como el diorama, recurre al trampantojo al colocar, en primer plano, elementos corpóreos que acentúan la profundidad e ilusionismo de las vistas pintadas, alcanza mayor amplitud que los trampantojos pictóricos, escultóricos o arquitectónicos que simulan la ruptura del marco, dado que, en el caso del panorama, el marco se suprime. 

Louis Dumoulin, Panorama de Waterloo, 1912

Es curioso cómo, a lo largo de todas estas búsquedas visuales, el desdoblamiento del marco convive con su abolición, con el anhelo de escapar de él.

Pere Borrell del Caso, Huyendo de la crítica, colección del Banco de España, Madrid, 1874



10 comentarios:

  1. Preciosa pintura de Vernet, "Le Port de la Rochelle" . Tuve la suerte de estar este verano en esa ciudad.

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    1. Me alegro de que, de ese modo, la entrada de hoy te haya recordado el viaje de este verano.

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  2. Coincido contigo en lo de que la pintura es preciosa. La ciudad no he tenido la suerte de verla.
    En cuanto a los marcos... Es cierto que una pintura no es lo mismo con marco que sin él, y que no todos los marcos les van a todas las cuadros. Y que, siendo lo principal la pintura, el marco puede embellecerla aún más, quitarle algo de protagonismo, modificar nuestra visión. Pero supongo que todo depende del prisma con el que se miran las cosas y que hay veces que vemos el paisaje desde la terraza y otras desde el interior y nunca desmerece
    Todos esos panoramas son preciosos y el marco o su falta, no es más que un añadido, si lo hay, a su belleza. Otra forma de ver la pintura, de simular que estamos ante ella en su estado puro, pero que si lo pensamos vivamente, siempre está en estado puro.

    Ahora un pequeño desvirtúe. ¿¿¿No habeis jugado nunca en los museos a imaginar marcos diferentes a los que tienen los cuadros que visionais. A darles título (es especialmente divertido en el arte contemporáneo), incluso a mirarlos de cerca y de lejos, para ver las diferencias????
    Es una versión bromista del panorama, si me lo permiten los expertos.

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    1. En los museos suelo jugar. Para eso están, ¿no? Bueno, lo que quiero decir es lo mismo que dices, Harry: vamos en la misma dirección, la de gozar y divertirse con el arte. No se me había ocurrido lo de imaginar otros marcos: lo pondré en práctica. ¡Gracias por la sugerencia!

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  3. ¿Entonces Diderot se adelanta al panorama?

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    1. ¿Se adelanta? ¡Lo reclama! Diderot pide una pintura como la que ofrecerá el panorama, envolvente y sin marco. Todo son búsquedas visuales: piensa que, en el origen del panorama, confluyen, además de los anhelos de Diderot, elementos tan dispares como los dibujos topográficos de los Alpes, las "vedute" de Canaletto y otros artistas e incluso determinados tipos de papel pintado empleado en la decoración de interiores. ¿Qué une la ilustración científica, las "vedute" y la decoración mural? El sistema aditivo: es decir, el montaje sucesivo de diversas imágenes tomadas con el mismo procedimiento perspectivo.
      Lo que quiero decir es que se trata de una búsqueda emprendida desde distintos lugares. Sucede lo mismo con el diorama: ¿aparece de la mano de Daguerre, en 1822, o podemos encontrar las mismas bases en los decorados teatrales de Servandoni (1695-1766) y en los transparentes utilizados en festejos públicos?
      Esto es lo que me parece apasionante: los entrecruzamientos, cómo unas actividades hacen fructificar a otras, cómo se comparten búsquedas y resultados.

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  4. Carmen, sos una genia! Siempre introduciendo una mirada tan libre sobre el arte. Brindas información académica, con un estilo muy poco académico. Gracias!!

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    1. Me sacas los colores... Gracias por tu amable y generoso comentario.

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  5. El juego de Harry es muy interesante. Muchas veces el marco no guarda ninguna relación con la pintura: está fuera de lugar. Hay que poner otro o quitarlo definitivamente.
    Escaparse del cuadro, apoyándose en las jambas del marco, es una imagen simpática. Eh, que el retrato se nos va, se libera, vuela del nido. Por lo que se ve, los marcos constriñen, oprimen. Lo lamentable es cuando el marco tiene más valor que el lienzo o, en ocasiones, llama más la atención.

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    1. Imaginad que, en efecto, los personajes escapen de los cuadros; que una marina se desborde; que de un cuadro que represente una batalla escapen tiros... La pintura peligrosa. En ese caso, una exposición sería realmente expuesta ;)

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