La linterna mágica es un aparato
óptico que permite, por medio de lentes, proyectar sobre lienzo, papel, sobre
una pared o incluso sobre humo, figuras pintadas en placas de vidrio.
Jean François Bosio, La Linterna Mágica, 1798 |
El invento se desarrolló durante
el siglo XVIII, a partir de las investigaciones realizadas durante el XVII por
autores como el jesuita Athanasius Kircher y Johannes Zahn. La proyección
doble, en la que se simultaneaba un decorado fijo con una escena en movimiento,
fue inventada por Pieter Van Musschenbroek en 1736.
Paul Sandby, Linterna mágica, British Museum,Londres, 1760 ca. |
Durante
el siglo XVIII, los avances tecnológicos producidos en la fabricación de lentes
y en la de los componentes de bronce, propiciaron un gran desarrollo de la linterna
mágica, dando lugar a su exhibición ambulante, su uso como diversión doméstica
y su aparición en teatros comerciales y, sobre todo, en ferias, a hombros de
exhibidores ambulantes.
Como sucede en el caso de otros
aparatos ópticos, pronto comenzaron a producirse en serie linternas mágicas
para su uso doméstico por parte de los adultos y como juguete infantil. Aunque
la linterna mágica tuvo también aplicaciones pedagógicas, misioneras e incluso
revolucionarias, el elemento fantástico será uno de sus temas predominantes.
Anton Pieck, Sesión doméstica de linterna mágica, 1895 |
El mundo de la linterna mágica,
como el de la fantasmagoría, sobre el que pronto hablaremos, es apasionante.
Francisco Javier Frutos Esteban lo explica de forma muy clara y amena en sus
trabajos, que recomiendo a los interesados en el tema.
Así entiendo bién qué es la linterna mágica. Me gusta la idea del uso doméstico, con los niños desparramados en el suelo y los ojos pendientes de las imágenes mágicas, pero sobre todo encuentro interesantísima la exhibición ambulante. Es fácil imaginarse al mago de la linterna, de pueblo en pueblo, con su diablillo a cuestas embutido en el saco.
ResponderEliminar¿Imaginas las historias que podría contar el diablillo?
EliminarYo de pequeña tuve algo similar. NO era exactamente una linterna mágica, ni un proyector ni una cámara de video pero hacía las veces con pequeños discos o algo parecido que le poníamos y proyectábamos en la pared.
ResponderEliminarEs fascinante como algo tan sencillo te atrapa, aún hoy. Entre la oscuridad, el parpadeo de las imágenes y la distorsión de las sombras, da la sensación de ser siempre diferente aunque se muestren las mismas imágenes. Me imagino en sus comienzos los asombros que causaría.
Una forma evolucionada de los teatrillos ambulantes, de los cuentistas itinerantes y echándole mucha imaginación de la juglaresca. Cada cosa en su estilo se basa en contar cosas resaltando voces, escenarios o luces.
GRACIAS Carmen por hacerme recordar algo que tenía muy olvidado de mi infancia, a pesar de los buenísimos ratos que me dio
Yo lo que tenía era uno de esos pequeños cines infantiles. ¡Cómo disfrutábamos con la proyección de imágenes!
EliminarDigo lo mismo que Daniel, que ahora entiendo lo que es una linterna mágica. Harry H y Carmen, a lo mejor lo que teníais era un cinexin.
ResponderEliminarEn mi caso sí que era un Cinexin.
Eliminar