Cuando
escribí la entrada anterior, en la que os pedía que me contaseis una historia,
estaba triste: os disteis cuenta y me regalasteis, nos regalasteis a todos,
historias maravillosas, comentarios cariñosos, un sinfín de abrazos. Os volcasteis,
y no sé cómo expresar lo que me habéis hecho sentir más que con esta palabra
que es mucho más que una palabra: gracias.
Robert Doisneau, Champs de Mars, París, 1944 |
Hoy, por otras razones, razones de mucho más peso, ninguno de nosotros tenemos el alma para mucho jolgorio, ¿verdad? Mi idea era publicar otro texto, pero prefiero guardar silencio y dejar que hablen los poetas y los artistas. Reconoceréis muchas de las imágenes, también muchas de las palabras e incluso el mismo título, que he tomado del libro de poemas que Paul Éluard publicó en 1926: Capitale de la douleur. También es de Éluard el poema Liberté, escrito en 1942, durante la ocupación alemana.
Fernand Léger, Liberté, 1953 |
Miembros de la Resistencia, de la
cual formaba parte Éluard, repartieron copias de este poema. Miles de copias
fueron también arrojadas desde aviones ingleses sobre la Francia ocupada.
París, 1942 |
En
mis cuadernos de escolar
en mi pupitre en los árboles
en la arena y en la nieve
escribo tu nombre.
en mi pupitre en los árboles
en la arena y en la nieve
escribo tu nombre.
En
las páginas leídas
en las páginas vírgenes
en la piedra la sangre y las cenizas
escribo tu nombre.
en las páginas vírgenes
en la piedra la sangre y las cenizas
escribo tu nombre.
En
las imágenes doradas
en las armas del soldado
en la corona de los reyes
escribo tu nombre.
en las armas del soldado
en la corona de los reyes
escribo tu nombre.
En
las maravillas nocturnas
en el pan blanco cotidiano
en las estaciones enamoradas
escribo tu nombre.
en el pan blanco cotidiano
en las estaciones enamoradas
escribo tu nombre.
Raymond Prunin, Niños con una baguette, París, 1950 |
En
mis trapos azules
en el estanque de sol enmohecido
en el lago de vivas lunas
escribo tu nombre.
en el estanque de sol enmohecido
en el lago de vivas lunas
escribo tu nombre.
En
los campos en el horizonte
en las alas de los pájaros
en el molino de las sombras
escribo tu nombre.
en las alas de los pájaros
en el molino de las sombras
escribo tu nombre.
En
cada suspiro de la aurora
en el mar en los barcos
en la montaña desafiante
escribo tu nombre.
en el mar en los barcos
en la montaña desafiante
escribo tu nombre.
En
la espuma de las nubes
en el sudor de las tempestades
en la lluvia menuda y fatigante
escribo tu nombre.
en el sudor de las tempestades
en la lluvia menuda y fatigante
escribo tu nombre.
Marc Chagall, La bahía |
En
las formas resplandecientes
en las campanas de colores
en la verdad física.
escribo tu nombre.
en las campanas de colores
en la verdad física.
escribo tu nombre.
En
los senderos despiertos
en los caminos desplegados
en las plazas desbordantes
escribo tu nombre.
en los caminos desplegados
en las plazas desbordantes
escribo tu nombre.
Jean Dufy, Plaza de la Concordia |
En
la lámpara que se enciende
en la lámpara que se extingue
en la casa de mis hermanos
escribo tu nombre.
en la lámpara que se extingue
en la casa de mis hermanos
escribo tu nombre.
En
el fruto en dos cortado
en el espejo de mi cuarto
en la concha vacía de mi lecho
escribo tu nombre.
en el espejo de mi cuarto
en la concha vacía de mi lecho
escribo tu nombre.
Henri Matisse, Vista de Notre Dame desde Quai
Sant-Michel, Museum of Modern Art, Nueva York,
1914
|
En
mi perro glotón y tierno
en sus orejas levantadas
en su patita coja
escribo tu nombre.
en sus orejas levantadas
en su patita coja
escribo tu nombre.
En
el quicio de mi puerta
en los objetos familiares
en la llama de fuego bendecida
escribo tu nombre.
en los objetos familiares
en la llama de fuego bendecida
escribo tu nombre.
Marc Chagall, París desde la ventana, Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York, 1913 |
En
la carne que me es dada
en la frente de mis amigos
en cada mano que se tiende
escribo tu nombre.
en la frente de mis amigos
en cada mano que se tiende
escribo tu nombre.
En
la vitrina de las sorpresas
en los labios displicentes
más allá del silencio
escribo tu nombre.
en los labios displicentes
más allá del silencio
escribo tu nombre.
En
mis refugios destruidos
en mis faros sin luz
en el muro de mi tedio
escribo tu nombre.
en mis faros sin luz
en el muro de mi tedio
escribo tu nombre.
Henri Matisse, Pont Saint-Michel |
En
la ausencia sin deseo
en la soledad desnuda
en las escalinatas de la muerte
escribo tu nombre.
en la soledad desnuda
en las escalinatas de la muerte
escribo tu nombre.
En
la salud reencontrada
en el riesgo desaparecido
en la esperanza sin recuerdo
escribo tu nombre.
en el riesgo desaparecido
en la esperanza sin recuerdo
escribo tu nombre.
Y
por el poder de una palabra
vuelvo a vivir
nací para conocerte
para cantarte
Libertad
vuelvo a vivir
nací para conocerte
para cantarte
Libertad
Henri Martinie, Nusch Éluard, 1931 |
Louis Aragon, también miembro de la Resistencia, escribió
en 1944 este otro poema, titulado París
y que hoy nos ha hecho recordar uno de nuestros amigos franceses, Manuel Llopis:
Donde
hace buen tiempo incluso en el corazón de la tormenta
donde
hay claridad incluso en plena noche
el
aire es alcohol y la desdicha valor
la esperanza aún luce en las baldosas rotas
y las canciones suben por las paredes
destruidas.
Nunca se extingue renacida de la brasa
Perpetua llama de la patria
desde
el Point-du-Jour hasta el Père-Lachaise
Este suave rosal florece de nuevo en agosto
Gente de todas partes es la sangre de París.
Jean Dufy, Notre Dame y el Sena, colección particular |
El polvo no apaga el resplandor de París
Nada es tan puro como su frente de insurrecta
Nada es tan fuerte ni el fuego ni el rayo
Que mi París que desafía los peligros
Nada es tan bello como este París que tengo
Marc Chagall, El Pont de Passy y la Tour Eiffel, Metropolitan Museum of Art, Nueva York, 1911 |
Nada
me hizo batir de este modo el corazón
Nada me hizo reír y llorar así
como este grito de mi pueblo vencedor
Nada es tan grande como una mortaja desgarrada
París París a sí misma liberada.
Nada es tan grande como una mortaja desgarrada
París París a sí misma liberada.
Jean Dufy, Plaza de la Concordia |
Acabamos de oír la voz de dos poetas franceses que se enfrentaron a los nazis en aquellos tiempos tan duros y difíciles. Los de hoy son también tiempos de dolor, son tiempos de lágrimas, pero no de odio ni de rabia. Tampoco de mansedumbre. Aunque tal vez resulten extrañas mis palabras, son también las de Éluard y Aragon: son tiempos de esperanza.
Marc Chagall,
El artista y su novia
|
Et c'est Paris l'espoir (Y es París la esperanza).
Raoul Dufy, Vista de París
|
Jean Dufy, El Sena
|
Dedico estas pobres palabras, con toda mi alma, a las víctimas de París, de Beirut, de todos los lugares del mundo donde los terroristas matan, hieren, destruyen e intentan, en vano, vencer a algo que es infinitamente más fuerte y poderoso que ellos. Escribo tu nombre: libertad.
gracias carmen por el arte...libertad
ResponderEliminarGracias a ti, Shom. Un abrazo y sí, siempre, libertad.
EliminarCarmen,admiro tu fe....creo que las virtudes de la Revolución Francesa a las que adherian mi abuelo syrienne y mi padre argentino,se ordenan asi: FRATERNIDAD , IGUALDAD y como razón necesaria y suficiente de su practica,la ansiada LIBERTAD....Quizá mi desesperanza se encarna en la corrupción del DUO VIRTUOSO que ofrece al.hombre su presencia divina....su sentido para SER....la LIBERTAD....Spinoza dice que no es ,la libertad,lo que se quiere sino lo que se debe hacer....Asi,el triángulo sagrado,estructura estable y germinal de las formas,daria felicidad y esperanza para alcanzar otros desconocidos mundos de evolución....mi triste espiritu siente cada vez mas lejano este pensamiento libertario y profundamente humano que se me ofreció como un tesoro desde niña para conocerlo y practicarlo.....en Paris hoy....caen mis fuerzas y como esperanza solo surgen tus menciones a las mirada de los artistas.....con respeto,viccura
ResponderEliminarLibertad, igualdad, fraternidad, sí. Y, por supuesto, la libertad es lo que se debe hacer, crear, conquistar cada día. Como el amor. Como todo lo que vale la pena. Vic, claro que va a haber dolor, mucho más dolor. Lo sabemos. Como también habrá, como los ha habido en el pasado, momentos muy oscuros, por esta o por otras causas. Pero no va a ganar el odio, créeme.
EliminarCuando me invade el pesimismo, pienso en el pasado de personas muy próximas, de mi familia: vieron cómo se derrumbaba todo, primero en su país y luego en el resto de Europa; uno de ellos fue prisionero en un campo de concentración. Pienso en ellos y pienso también en todas las personas que lo pasaron aún peor, y en los que no sobrevivieron. No eran tiempos para tener mucha esperanza, ¿verdad? Y, sin embargo...
Recuerdo también a menudo a Giovanni Falcone, cuando afirmaba, con tanta convicción como razón, que se podía vencer a la mafia y que se la iba a vencer. Falcone fue asesinado, aún estamos muy lejos de que se cumpla su predicción, pero se cumplirá. ¿Cómo luchar contra el mal, en cualquiera de sus expresiones, si no tenemos la esperanza, aún más, la seguridad, de que vamos a derrotarlo?
El dolor está ahí, pero nuestra fuerza y nuestra esperanza siguen intactas. Un abrazo, Vic.
Gracias por SER EN EL MUNDO.Los chinos hablan de los ACTOS COMPLETOS,que trascienden la dimensión del tiempo....y agregan que CUANDO EL MAL NO TIENE MAS PARA DESTRUIR, SE DESTRUYE A SI MISMO.....Tu actitud expectante en la ESPERANZA es virtuosa.....y creo que mi pesimismo es quizá mo comprender que el tiempo en su dimensión como DURACION trasciende la dimensión de UNA VIDA.....de nuevo GRACIAS....también por volver en un soplo a mi Espiritu que cuando niños FE ,ESPERANZA Y CARIDAD eran nada menos que las VIRTUDES TEOLOGALES.....
EliminarComo tu dices, no tenemos el cuerpo ni el alma para jotas. Hoy es un día triste. Un dia en el que me ha brotado del corazón una frase que he ido repitiendo cada vez que alguien ha publicado un post en cualquiera de las redes sociales: Cuando el fanatismo invade la ideologia, muere la libertad.
ResponderEliminarTodos somos Paris. Mi solidaridad con los familiares de las víctimas y mi más enérgica condena por los asesinatos.
Fanatismo y libertad no casan entre sí, es evidente. Somos París, somos Beirut, somos todas y cada una de las capitales del dolor. Un abrazo, Eli.
EliminarDe lo mejor que he leído de ti. Gracias.
ResponderEliminarPorque han hablado los poetas. Cuánto me habría gustado tener aquí a Éluard y a Aragon por otro motivo. Un abrazo, Josevi.
EliminarBuenos días mi estimada Carmen. Leerte es siempre un placer. Comparto esta entrada tuya porque la poesía y la pintura siempre, siempre me trasmiten optimismo y tú eres la más idóneas para este hermoso collage. Dices que has estado triste (lo siento) pues yo ando nostálgica y reflexiva (bueno esto último suelo hacerlo con frecuencia).
ResponderEliminarLibertad, qué hermosa palabra y cada uno lo interpreta bajo su punto de vista. “El derecho para elegir la propia forma de actuar”. Para mí es una palabra muy ligada a la paz. Para otros para conseguir la paz deben prepararse para la guerra, para otros es justicia, es dignidad ¿la libertad ayuda realmente a superar violencias? !!!Si para muchos otros las situaciones de conflicto pueden ser oportunidades!!! Estamos rodeados de guerras: Frías, calientes, civiles, convencionales, guerrillas, políticas, económicas, de orgullo, de violencia de género…. Nos es tan fácil crear una guerra, simplemente excluyendo, odiando y teniendo resentimiento ¿Porque nos asombran y sorprenden tanto cuando son lejanas, creyendo que son ajenas a nosotros? ¿Algo no ha evolucionado por igual? El espíritu de libertad con el desarrollo de la ciencia y la tecnología, con la industria química, con la industria de las armas, con el uso del petróleo. Llegamos a la luna y no hemos aprendido a vivir en libertad, en paz en la tierra. Habrá que empezar por controlar nuestras propias guerras internas y luego pasar a las externas… Buen domingo estimada amiga
Esa es la apuesta, la exigencia permanente. Esa libertad, esa justicia, esa dignidad, esa paz que tenemos que crear y defender y hacer crecer cada día y a cada hora. Nunca desde el odio y el resentimiento, porque son su negación. Y mucho más allá de las palabras: como dices, tienen que nacernos del vientre, del corazón, de nuestra mente. Ser carne.
EliminarNo tengo nada que añadir. Un texto y unas imágenes de lo más apropiado. Ayyyy con lo que es Francia para mí, y cuánto dolor han sembrado, y no colo allí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Demasiadas capitales del dolor en todo el mundo. Una sola sería demasiado, pero son ya muchas en la realidad y todas lo son en potencia. Un abrazo, Marigem.
EliminarQué homenaje tan bonito, Carmen. París es para mí algo muy especial. Cuando el viernes por la noche me enteré de los atentados, me fui a la cama y no quuise saber nada más. Me resultaba muy angustioso entrar en los detalles, pero ayer, en todas las redes sociales en las que entraba, vi homenajes y empecé a compartir. hasta yo hice mi pequeño homenaje con un montaje de fotos de mi último viaje a la ciudad, pero lo que tú has hecho es de una delicadeza y de un sentimiento extraordinarios. Poesía y pintura, arte y belleza, cultura y sensibilidad son las mejores armas contra la barbarie. Muchas gracias. De nuevo.
ResponderEliminarHay luz, hay esperanza más allá de las tinieblas. Tengo a Celaya también en la cabeza:
EliminarCuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmando,
como un pulso que golpea las tinieblas,
cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.
Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.
Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.
Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos, dar un sí que glorifica.
Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.
Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.
Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica, qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.
Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.
No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.
Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra, son actos.
Un abrazo, Rosa.
Qué gusto, Carmen, uno de mis poemas favoritos. La poesía, el arte comprometido, pero sin panfletos, sin doctrinas, sencillamente con palabras bellas y un compromiso sincero. Siempre me he emocionado con eso de "nuestras palabras no pueden ser sin pecado un adorno". O esa otra frase que hice mía y adapto en clase cada año cuando explico nutrición: "para eso respiramos trece veces por minuto". Eso digo yo, Celaya lo dijo con mucho más arte.
EliminarOtra vez me has tocado la fibra. Siempre te superas a ti misma.
Hola a todos:
ResponderEliminarnada me queda por añadir. Sólo el pésame a las familias de todas las víctimas de París, y de todos los lugares, que aunque no salgan en la tele, se dan a diario.
La libertad es importante, pero no debemos olvidar que nuestra libertad acaba donde empieza la de los demás. La tolerancia es el apéndice de la libertad y el respeto a lo ajeno. Es la base para no utilizar el nombre de Dios, cultura, étnia,..., en vano y como falso justificante de la soberbia y el deseo de poder.
Precioso post Carmen. Un pequeño gran grano de tolerancia en estos días.
Feliz domingo a todos
Sé lo que expresas con la palabra "tolerancia" y, en ese sentido, coincidimos. Pero también debo decir que soy radicalmente intolerante, como tú, hacia cualquier persona, concepto, actitud... que sea dañina para otros: terrorismo, crimen organizado, cualquier tipo de violencia física o verbal hacia otras personas, en particular niños, ancianos y mujeres, cualquier tipo de sexismo, racismo, xenofobia, homofobia... La lista podría hacerse muy larga, así que paro.
EliminarHarry, un abrazo grande y fuerte.
Gracias Carmen, los atentados de Madrid los viví con angustia, pues tenía a una hija circulando por el metro a esas horas. Ahora me doy cuenta de que la angustia es la misma.
ResponderEliminarNada más que añadir a tus palabras y a los poemas y cuadros que tan amablemente compartes con nosotros
Sí, es la misma angustia, el mismo espanto, la misma incomprensión. ¡Hemos recibido ya tantos golpes! Y recibiremos más, no cabe duda. Pero todo el dolor que causan los asesinos no les servirá de nada.
EliminarUn abrazo, Pilar.
Ojalá sean, como tú dices, tiempos de esperanza, aunque te confieso que me es difícil verlo así en este instante. ¿Cómo "luchar" contra la barbarie? Porque para mí el terrorismo es eso, deshumanización, me importa poco en nombre de quién se crea actuar. Espero, de corazón, que no sea el odio el que gane esta batalla. Me encantan los poemas y las imágenes que has compartido con nosotros, gracias también, por compartir tu fe. Un beso enorme
ResponderEliminarCreo que, como ciudadanos de a pie, lo que podemos hacer es precisamente eso: mantenernos en pie, erguidos, con todo nuestro orgullo y sin pizca de odio. Que sepan que, por mucho dolor que causen, no conseguirán nada más que eso: causar dolor. Y que sepan también que no caemos en la trampa de confundir sus ensangrentados negocios y sus intereses con ninguna creencia religiosa. Con ninguna.
EliminarNo me gusta nada esto de ponerme tan militante, no me va, pero si piensas en otros momentos de la historia en los que todo parecía perdido y, sin embargo, se halló la salida, te das cuenta de que, a pesar de todo, nuestra situación es mejor y hay motivos, claro que hay motivos para tener esperanza. Más que esperanza: la seguridad, la confianza, la certeza, todo aquello que en vano quieren minar a fuerza de dolor.
Un abrazo tan enorme como tu beso, Chari.
Un bellísimo tributo. Gracias, Carmen
ResponderEliminarGracias a ti, Anna. Un abrazo fuerte, fuerte.
EliminarMe uno a tus palabras y al homenaje que has hecho a las víctimas de lo irracional, a los caídos inocentes, muertos a manos de seres violentos y descerebrados, sin ideas propias, alineados y lobotomizados con creencias fanáticas e ideales extremistas que persiguen no más que venganzas de ofensas inventadas e imaginadas y fruto de sus atrevidas ignorancias impuestas.
ResponderEliminarMe uno al dolor de la pérdida. Pérdida de esas personas que eran padres,madres e hijos. Seres humanos rotos por el puro afán de aniquilación indiscriminada.
¡Y clamo justicia que no venganza!¡No pido tolerancia contra los deshumanizados que no valoran la vida, ni la suya ni la ajena!¡Pero si pido que nos defendamos y gritemos y nos revelemos contra estos hijos del mal que intentan imponer con armas, bombas, miedo y coacción a esos que llaman enemigos, sin intentar conocerlos; y los eliminan como si de basura se tratase.
Hoy me hago una pregunta:¿Porqué los que somos considerados enemigos de Alá damos acogida a personas con una religión y creencias determinadas?¿Porqué esos países con las mismas creencias no ayudan a sus propios hermanos?¿Porqué no luchan contra la tiranía del terror y el miedo, impuesto por aquellos mismos que les prometen un paraíso?
¿Porqué odian tanto a aquellos que les tienden la mano?
¡En fin! no es una pregunta la que hago, son muchas las que se agolpan de repente y no quiero seguir, pues saldría mi rabia y mi impotencia.
Te agradezco esos poemas que se leían en momentos de conflicto, en momentos más difíciles si cabe que los que vivimos ahora, pero que nos animan a seguir adelante con esa mismo talante del que los franceses exhiben junto a su bandera: Libertad, Igualdad, Fraternidad.
Perdón por la extensión. Gracias por esta entrada tan sentida.
Un abrazo.
La mayoría de musulmanes rechazan y condenan esa violencia de la que, en más de una ocasión, ellos mismos son víctimas. Los asesinos no son sus "hermanos", por mucho que invoquen con falsedad que comparten la misma fe. ¿Qué pasa? Que, como siempre sucede, los malos se hacen notar más que la gente sencilla, la gente normal, la gente que no mata.
EliminarMira, yo estoy convencida de que la presunta religiosidad (esa abominable deformación de lo que es una determinada religión) por parte de los asesinos es un disfraz, una trampa con la que pretenden varios objetivos: desviar la atención de sus auténticos intereses, enjaular y embaucar a personas manipulables que fácilmente pueden ser fanatizadas y provocar injustas reacciones de condena hacia todos los musulmanes sin distinción, lo cual favorece a esos grupos mafiosos, esos sicarios, esa gente que se lucra con el crimen.
Vamos a derrotar a los asesinos: no hoy, no mañana, pero vamos a hacerlo. Y lo haremos todos juntos: personas creyentes, de cualquier religión, ateos, agnósticos como yo, todos. Y no desde la rabia o el odio, que forman parte del mundo de los asesinos, sino desde esa simple, pobre y sin embargo tan poderosa humanidad que esos criminales ignoran y desprecian. De verdad, Francisco, lo vamos a hacer. Un abrazo muy fuerte.
Conocía el poema de Eluard, Carmen.
ResponderEliminarLo que no leí, porque no puedo dedicar el tiempo necesario y además estaba fuera, fue tu entrada, y lo lamento, y no aportar una historia tambien.
Como bien dices, parece que una ola más fuerte nos ha alcanzado, y nos hace pasar a segundo plano lo privado.
Comparto tu entrada por ese motivo, aprovecho porque no he podido hacer la mía propia. Un gran abrazo, Carmen, gracias.
Sí, una ola que nos tumba, aunque después nos levantemos, como siempre. Un fuerte abrazo, Esther, y gracias.
EliminarUn magnífico homenaje, Carmen, como solo tú sabes hacerlo: con poemas y pintura. Ya han dicho todo lo que pienso, así que me limitaré a darte las gracias. Me ha resultado muy reconfortante leerte :)
ResponderEliminarUn gran abrazo!!
Gracias a ti, Julia. Entre tantos análisis y tanto desaliento, solo he querido decir: hay dolor, sí, pero también hay esperanza. Por eso las voces de Éluard y de Aragon (poesía y acción, puesto que ambos fueron miembros de la Resistencia contra los nazis), y por eso también las obras llenas de vida de los hermanos Dufy y de Chagall. Un abrazo muy fuerte, Julia.
EliminarMe ha comovido mucho leer esta entrada. La libertad de los pueblos del mundo es un derecho universal.
ResponderEliminarCondeno los atentados, todo terrorismo es fascismo, venga de conde venga. Este poema es un canto a la libertad de los pueblos, a la esperanza. Mi gratitud por traérnoslo en momentos tan duros y dolorosos.
No tengo mucho más que decir, lo habéis dicho ya, todo lo que comentais es un consuelo. Por eso las personas de bien debemos permanecer unidas.
Un beso enorme!!
Todo terrorismo es fascismo y como él, pura cobardía y canto a la muerte. Pueden causar un inmenso dolor, pero no prevalecerán sobre las personas de bien, como dices, las que en todos los países del mundo, desde cualquier creencia religiosa, desde el ateísmo, desde el agnosticismo, estamos del lado de la vida. Nunca, nunca, han podido: nunca podrán. Un fuerte abrazo, Marisa.
EliminarSin duda alguna Carmen Pinedo... Es todas las voces, las rimas y los versos, la magia de la palabra y el poder de la melodía, cuyo respirar es de por si arte, magico milagro de vida continua, auténtica, profunda y ondulante. Gratitud a ti por este maravilloso y sublime homenaje a las víctimas de esta repudiable barbarie, vaya gesto y hálito de vida y esperanza que emerge de las tinieblas. He desgranado y saboreado cada una de tus palabras con cierta solemnidad y reverencia, y de verdad lo quieras o no, como por obra de magia esos escritores y poetas respiran y suspiran a través de tus palabras. Gracias por existir y 'que la poesía nos salve del mundo'. Abrazos.
ResponderEliminarGracias, Adelmo. Cuando pensamos en las personas que, en la Francia ocupada por los nazis, se jugaban la piel para repartir clandestinamente un poema, nos damos cuenta de que, a fin de cuentas, la palabra tiene mucha más fuerza de lo que a veces pensamos. Fuerza para sostenernos en pie, para darnos la vida que necesitamos para defender la vida. Un fuerte abrazo, Adelmo.
EliminarHas construido una entrada hermosísima. Un muro, en el que sostenernos, en el que sostener nuestra esperanza, como hicieron otros antes que nosotros, con una pintada bien grande y clara: LIBERTAD. Gracias, Carmen. Un abrazo fuerte
ResponderEliminarEs eso, lo que has escrito, Eva: como hicieron otros antes que nosotros, como harán otros después. Siempre ha habido y siempre habrá amenazas, peligros, pero siempre, al otro lado de cualquier tiniebla que nos envuelva, esto: libertad, vida, una alegría regada por las lágrimas pero invencible al fin. Un fuerte abrazo, Eva.
EliminarUn hermoso homenaje a París, a la Resistencia, a la poesía y a la libertad. Felicidades.
ResponderEliminarGracias, Carlos. Un fuerte abrazo.
Eliminar¿Qué puedo añadir yo ahora, Carmen? Que de palabras pobres poco tiene tu post. Me uno a ellas.
ResponderEliminarEstos dias me viene a la cabeza el final de la canción Arde Paris (de Ana Belén nuevamente, pues hace poco recordé otra en otro post de un compañero, vaya casualidad) y que dice: Arde París conmigo dentro"
Un abrazo y gracias por este post tan bonito
Gracias, Chelo. Arde París conmigo dentro, ardo con París dentro. Un fuerte abrazo.
EliminarGRACIAS!
ResponderEliminar... no se puede decir más de lo q has y te han, dicho.
Te sonrío con el Alma. ( un Alma emocionada por tus letras, gracias una vez mas).
Gracias, DesdMiVentana H, gracias por tus palabras y por tu sonrisa. ¡Nos hacen tanta falta las sonrisas! Un fuerte abrazo.
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