Cuando pensamos en el nombre de
Sorolla, se forma en nuestros labios la palabra “luz”. A menudo, esta palabra
se completa con otra: “mediterránea”. De este modo, pensamos: “Sorolla, luz
mediterránea”. Lo curioso es que esa luz, la luz que apreciamos en muchas obras
de Sorolla, no nació a orillas del Mediterráneo, sino del Mar del Norte y del
Báltico.
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Peder Severin Krøyer, Niños en la playa, 1892 |
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Peder Severin Krøyer, El artista en
la playa, 1882 |
En 1889, la pintura escandinava alcanzó un gran éxito en la Exposición Universal
de París. En aquellas fechas, Joaquín Sorolla pasó por París, de regreso a
España, tras concluir su pensionado en Italia. No parece lógico que, como
pintor, desaprovechase la oportunidad de visitar la exposición. En cualquier
caso, algunos de estos artistas habían estado ya presentes en las exposiciones
nacionales celebradas en Madrid en años anteriores y no cabe duda, por diversos
testimonios del propio Sorolla, que este conoció las obras de pintores como
Peder Severin Krøyer, Michael Ancher,
Anders Zorn y otros.
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Peder Severin Krøyer, Playa de Skagen, 1884 |
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Michael Ancher, Pescadores en la playa, Statens Museum
for Kunst, Copenhague, 1888 |
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Anders Zorn, Primera vez, Nationalmuseum, Estocolmo,
1888 |
¿Qué tipo de cuadros pintaba Joaquín Sorolla hacia esas mismas fechas?
Veamos un par de ejemplos:
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Joaquín Sorolla, El padre Jofré protegiendo a un loco,
Diputación Provincial de Valencia, 1887 |
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Joaquín Sorolla, Guitarristas valencianos, Museo Sorolla,
Madrid, 1889 |
Hacia 1892 comienza a cambiar la pintura de Sorolla, aunque no será hasta
1900 cuando la influencia de estos artistas nórdicos, sumada a otras herencias
plásticas, en gran medida compartidas con ellos, estallará de forma luminosa.
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Joaquín Sorolla, Triste herencia, colección particular,
1899 |
El parentesco entre los pintores nórdicos mencionados y Sorolla no se
aprecia tan solo, desde luego, en las escenas de playa que vamos a ver a
continuación, pero estas obras muestran muy claramente las semejanzas entre
todos estos artistas.
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Michael Ancher, Muchachos en la playa, 1900 |
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Joaquín Sorolla, El baño del caballo, Museo Sorolla,
Madrid, 1909 |
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Peder Severin Krøyer, Amalfi, 1890 |
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Joaquín Sorolla, Niños en la playa, Museo del Prado,
Madrid, 1910 |
Sorolla visitó la Exposición Universal
de París de 1900. se cree que uno de los cuadros que más llamaron su atención
fue Tarde de verano en Skagen, de Krøyer:
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Peder Severin Krøyer, Tarde de verano en Skagen, Skagen Museet,
Skagen, 1893 |
Vemos la fotografía de las artistas Anna Ancher y Marie Krøyer, que Peder Severin utilizó para realizar el cuadro:
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Peder Severin Krøyer, Anna Ancher y Marie Krøyer, 1893 |
Los paseantes a orillas del mar fueron frecuentes en las obra de Krøyer y
Ancher. Se trata, en general, de ellos mismos y de los miembros de su familia,
también artistas.
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Peder Severin Krøyer, Tarde de verano en Skagen, Skagen Museet,
Skagen, 1893 |
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Michael Ancher, Un paseo por la playa, Skagen Museet,
Skagen, 1896 |
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Peder Severin Krøyer, Tarde de verano en Skogen, Hirschprung Museet, Kovenhav, 1899 |
Al cabo de unos años, estos paseantes pasarán a recorrer las playas
pintadas por Joaquín Sorolla:
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Joaquín Sorolla, Paseo a orillas del mar, Museo Sorolla,
Madrid, 1909 |
Sorolla reconoció su deuda con este grupo de pintores escandinavos y, en
particular, con Anders Zorn, a quien recibió en Madrid en 1902 y en 1914. La
huella dejada por Krøyer en la pintura del artista valenciano es también muy
evidente:
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Peder Severin Krøyer, Niña en la playa, estudio preparatorio
para Día de verano en Skagen, Hirschprung
Museet, Kovenhavn, 1884 |
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Joaquín Sorolla, Niña en la playa, 1910 c. |
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Joaquín Sorolla, Niño de la barquita, Museo Sorolla,
Madrid, 1904 |
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Peder Severin Krøyer, Niños en la playa, 1892 |
Sorolla toma de Krøyer los temas de los paseos a orillas del mar y los
juegos de los niños en la arena y el agua, con el centelleo de la luz sobre las
olas y los cuerpos de los niños. Me diréis que no es la misma luz la que vemos en las obras de estos artistas y en la de Sorolla. Así es, puesto que pintan en ámbitos geográficos muy distintos: lo que Sorolla hereda de ellos es el tratamiento de la luz, junto con una serie de temas que se harán habituales en su obra.
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Peder Severin Krøyer, Niños en la playa, 1892 |
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Joaquín Sorolla, Niños en la playa de Valencia, colección
particular, 1908 |
Como ya he comentado, la influencia de estos artistas nórdicos sobre la
pintura de Sorolla no se aprecia tan solo en todo este tipo de escenas de
playa, pero… ¿acaso podíamos resistirnos al placer de volver a sentir sobre
nuestros rostros esa brisa que sopló hace más de cien años?
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Peder Severin Krøyer, Día de verano en Skagen, Hirschprung
Museet, Kovenhavn, 1884 |