Edward Hopper (1882-1967)
No hace mucho tiempo hablamos de ventanas y, en concreto, de las miradas a través de puertas y ventanas abiertas. Vimos también cómo se utilizaba a menudo, en la pintura, el recurso de eliminar una de las paredes de la vivienda para mostrar su interior, como sucedía en las mansiones del teatro medieval.
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Giotto, El
nacimiento de la Virgen, Cappella Scrovegni, Padua 1304-06 |
Los amplios ventanales
representados en algunas obras de Edward Hopper juegan el mismo papel que la
pared suprimida:
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Edward Hopper, Office in a Small City, Metropolitan
Museum, Nueva York, 1953
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Lo mismo cabe
decir de las grandes superficies acristaladas que aparecen en cuadros tan
famosos como Nighthawks, convertido en
una auténtica estrella del cine tras su aparición en numerosas películas.
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Edward Hopper, Nighthawks, The Art Institute of Chicago, 1942 |
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Robert Siodmak, The Killers, 1946 |
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Dario Argento, Profondo rosso, 1976 |
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Herbert Ross, Pennies from heaven, 1981 |
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Wim Wenders, The End of Violence, 1997
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Las ventanas
aparecen con mucha frecuencia en las obras de Hopper, así como en las numerosas
películas que, en algunas de sus escenas, se inspiran en sus obras. Los
personajes de Hopper miran por la ventana, son vistos a través de ella o ambas
cosas a la vez.
Vemos algunos
ejemplos de estas personas que miran hacia el exterior, aunque en ninguno de
estos casos este parezca ofrecer un atractivo especial:
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Edward Hopper, Morning Sun, The Columbus Museum
of Art, 1952 |
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Edward Hopper, Hotel by a Railroad, colección
particular, 1952 |
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Edward Hopper, Hotel Window, colección particular, 1956 |
Otras
personas son sorprendidas en su intimidad, a través de la mirada –nuestra
mirada- que cruza la ventana:
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Alfred Hitchcock, Rear Window, 1954 |
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Edward Hopper, Room in New York,
Sheldon Museum of Art, Lincoln,
1932 |
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Gustav Deutsch, Shirley Visions of Reality, 2014 |
En otros
casos, vemos a través de la ventana a la figura que, a su vez, mira por ella:
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Edward Hopper, Cape Cod Morning, National
Museum of American Art, Washington
D.C.,1950 |
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Michelangelo Antonioni, L'Eclisse, 1962
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La pintura
barroca holandesa, muy estimada por Hopper, nos ofrece un amplio repertorio de
viviendas vistas a través de puertas y ventanas abiertas. Nuestra mirada
vaga de estancia en estancia en estos interiores tan sobrios y pulcros como los
de Hopper.
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Pieter de Hooch, Interior, Rijksmuseum, Ámsterdam, hacia
1658 c. |
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Edward Hopper, Summer in the City, colección privada,
1950 |
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Rainer Werner
Fassbinder, Ali: Eats the Soul, 1974 |
En ocasiones,
tan solo la luz habita estos espacios:
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Vilhelm Hammershøi, Interior, colección privada, 1906 |
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Edward Hooper, Rooms By The Sea, colección privada,
1951 |
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Robert Bresson, Pickpocket, 1959 |
La
representación de ventanas, muy frecuente en la pintura romántica alemana y en
la obra de artistas daneses de principios del siglo XX, como Vilhelm
Hammershøi, Peter Ilsted y Carl Vilhelm Holsoe, da lugar también a la inclusión
de figuras de espaldas, tanto sentadas como de pie.
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Vilhelm Hammershøi, Interior, Statens Museum for Kunst,
Copenhague, 1901 |
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Edward Hooper, Room in Brooklyn, Museum
of Fine Arts, Boston, 1932 |
El diálogo entre las obras de arte del pasado, la
pintura de Edward Hopper y el cine es, como vemos, fluido: un diálogo de amor y de respeto.
Cuánta belleza reunida en los cuadrados de Hopper. Me encanta.
ResponderEliminarUna bella geometría.
EliminarLos personajes siempre parecen ausentes y cuando no ni están, por lo demás me agrada Hoper.
ResponderEliminarEs verdad, ausentes o como en espera de algo.
EliminarEn el neoclasicismo se usaban mucho. Creo que, al igual que pasaba con los espejos, se hacía por un significado oculto.
ResponderEliminarVentanas y espejos funcionan como cuadros dentro del cuadro. En muchos casos, como dices, lo que aparece dentro de ese marco funciona como símbolo o como alegoría y da un significado particular al cuadro en su conjunto. Se utiliza mucho en el barroco: es frecuente, por ejemplo, en obras de Vermeer.
Eliminar¡¡Ohhhh, Hopper!!! me gusta muchísimo, hasta cuando no dibuja ventanas, que yo le conozco alguna marina. Y también me gustan mucho las ventanas.
ResponderEliminarPero en el caso de la pintura, a mi parecer Hopper y el resto, supongo que también, busca mostrar a un personaje de la manera más natural posible y da la sensación que puesto así, sin más, se quedaría en un retrato, mientras que una puerta o una ventana le da el caracter de cotidianeidad, de espontáneo que tanto gusta en la fotografía. No muestra a una persona en un período de tiempo, si no el momento en una persona.
Lo podría hacer en un espacio abierto, pero es que Hopper es un pintor de interiores, posiblemente por influencia de la pintura flamenca y que yo desconocía.
GRACIASSS Carmen. Adoro a Hopper desde el primer día que vi un cuadro suyo. Me gusta su luz, sus contornos y como muestra la penumbra
Me encanta lo que dices acerca del carácter de cotidianeidad y eso de mostrar a una persona no en un período de tiempo, sino el momento en la persona, porque introduces un concepto fundamental en Hopper: el tiempo. ¿Sabías que era un pintor muy lento, como también lo era Cézanne? Y, en ambos casos, esa lentitud deriva en una condensación geométrica de los volúmenes.
EliminarSobre Hopper volveremos dentro de un tiempo, porque hay otro aspecto en su obra que me interesa mucho tratar, pero no lo digo aún para crear un poco de suspense ;)
Hopper es una constelación de miradas y gestos: ver, ser vistos, mirar, ser descubiertos... Yo no los percibo como personajes ausentes. Viven y sufren... piensan, contemplan. Son respresentaciones de hechos cotidianos, de la alegría o del aburrimiento. Por eso la relación con el cine es evidente. Carmen nos la muestra con claridad.
ResponderEliminarHopper no miente: nos pinta a todos, con nuestra soledad a cuestas. Queremos ver a través de las ventanas. Por eso miramos. Muchas veces es el mismo paisaje que vemos todos los días del año, pero también sabemos que nunca es el mismo, que atrapa nuestra atención. Y logra sorprendernos. "Nunca me miras desde donde te veo". A lo mejor no estamos. Somos un mero reflejo.
No lo había relacionado con pintores anteriores. Me encanta esta entrada.
A lo mejor no estamos. A lo mejor tampoco están los personajes de Hopper.
EliminarSus lazos con pintores anteriores son muy estrechos. Le interesaban artistas de épocas y estilos muy diferentes. Le atraía mucho la pintura holandesa del barroco y también la pintura francesa: Caillebotte, Manet, Degas... Se nota.
Aquí los espacios vacíos son tan importantes como en un pentagrama los silencios. Hopper a captado, creo, el ensimismamiento. Bonita entrada.
ResponderEliminarSaludos
Silencio, ensimismamiento: Hopper. Exacto, Yolanda.
EliminarCarmen; me has hecho recordar que cuando estuve en Amsterdam me llamó mucho la atención que las ventanas en los pisos bajos eran muy amplias y no tenían cortinas.Al principio pensé que eran escaparates y recuerdo que en alguna ocasión hasta me paré a mirar con curiosidad porque no sabía muy bien que es lo que se quería mostrar.Muy interesante.
ResponderEliminarSí, eso me comentó una amiga que vive allí. Es un buen modo de no desperdiciar la luz. El caso es que me imagino a los residentes en pisos bajos mirando a las personas que se asoman desde la calle: "¡otro turista que pica!" ;)
EliminarPaz, sosiego, ensimismamiento, introspección, silencio, lentitud, contemplación, Me recuerda los planos secuencias, largos, lentos, con cámara estática, usados en el cine que a mí siempre me han encandilado, contrariamente a muchas otras personas que no soportan la lentitud de las secuencias . Disfruté mucho, en su momento, con Werner Herzog y con Kurosawa.
ResponderEliminarHerzog es de lo más "hopperiano", claro. Se nota.
EliminarMe falta por ver Shirley, la película de Gustav Deutsch recreando el universo de Hopper. Fenomenal pintor.
ResponderEliminarIndispensables para la vida. Creo que vivir sin ventanas es horroroso. Recuerdo las casas de pueblo de algunos parientes, en las que los dormitorios tenían unas diminutas ventanas altas, abatibles, que confluían en un pasillo iluminado y ventilado con ventanas al exterior. Ese siempre fue un misterio para mí. Por qué no cambiar el pasillo al otro lado y hacer que los dormitorios tuvieran luz natural directa?. He podido imaginar miles de respuestas pero casi todas, al final, apuntan al tratamiento de la intimidad y del cuerpo que se ha hecho en la religión católica.
ResponderEliminarCreo que esas y muchas otras preguntas me hiceron crecer el gusto por la decoración y la distribución de espacios. Y lo agradezco, porque siempre que intento proyectar algo, mi primera inspiración es la fuente de luz natural.
Gracias Carmen por ofrecernos estas maravillosas ventanas. Siempre aprendo contigo. Un beso.
Sí, además eran casas concebidas más para aliviar en la sombra los rigores del verano que para ser habitadas cómodamente durante todo el año. Si a esa ausencia de luz (¡la luz! ¿cómo vivir sin luz?) sumas las decoraciones recargadas, los muebles pesados y oscuros, los gruesos cortinajes... te asfixias. ¡Ay, qué tristeza y qué agobio!
EliminarEs que Hopper es absolutamente cinematográfico. No es de extrañar que haya inspirado tantas escenas cinematográficas. Como tampoco es de extrañar que otros pintores hayan hecho versiones de sus cuadros como Gustav Deutsch, hace apenas un año (no lo conocía, pero no puede negar quién le ha inspirado.
ResponderEliminarHay un cuadro de Hopper "La escalera" que no tiene una ventana, sino una puerta al final de la escalera y es de los que más me gustan. Es muy inquietante y me sugiere un montón de historias.
Maravilloso como siempre.
Un beso.
Sí, en "La sombra de una duda", Alfred Hitchcock se inspiró en ese cuadro para una de las secuencias. Bueno, se inspiró en esa y en otras muchas obras de Hopper, tanto en esa película como en otras.
EliminarTambién me gusta mucho el cuadro que mencionas. Se aproxima a alguna obra de Caspar David Friedrich y es, como dices, fuente de inquietud y de historias. La imaginación se desata.
Una película genial. La he visto un par de veces, pero la volveré a ver en busca de la escalera. No la recuerdo.
EliminarMira, Rosa:
Eliminarhttp://theredlist.com/media/database/films/cinema/topics/stairs/35_stairs_theredlist.png
http://c300221.r21.cf1.rackcdn.com/escaliers-1919-edward-hopper-1366720658_b.jpg
Lo comento aquí (¡qué vergüenza, me autocito!):
http://anatomiadelahistoria.com/2015/03/los-mundos-compartidos-de-alfred-hitchcock-y-edward-hopper/
Alucinante. Es idéntico. No se podría achacar a la casualidad, ni con mala intención.
EliminarPor cierto, puedes citarte cuanto quieras.meso de Anatomía de la historia, me parece muy interesante. Luego lo miraré con calma. No es un blog, verdad¿ pero el formato es similar. Lo apuntaré en mis seguidos incondicionales.
Gracias de nuevo.
las ventanas de Hooper, junto con el silencio que imprime, no se si refleja estampas de la realidad que él vivía, o son ventanas de películas, que las hacia suyas?
ResponderEliminarTuve la oportunidad de ver alguna de sus obras en el Museo Thyssen
Una buena pregunta, porque en muchas películas vemos la huella de la pintura de Hopper, y en muchos cuadros vemos la huella del cine, que le apasionaba. Un viaje de ida y vuelta entre la pantalla y el lienzo. Un beso, Esperanza Mar.
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