“Una torre cuya sola arquitectura
fuera un pecado”, escribe Gilbert K. Chesterton. Pensamos en Babel, por
supuesto, que es lo mismo que pensar en la ruina, porque nada hay más parecido
a un edificio en ruinas que un edificio en construcción. Sobre todo, si este
adquiere un carácter tan imposible que se ve abocado a la destrucción, como la Torre de Babel.
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Desiderio Monsù, La torre de Babel, siglo XVII |
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Cornelisz Anthonisz, Destrucción de la torre de Babel, primera mitad del siglo XVI |
Durante los siglos XVI y XVII
crecieron numerosas Babeles sobre tablas, lienzos y papel.
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Abel Grimmer, Torre
de Babel, 1604 |
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Marten Van Valckenborgh,
Torre de Babel, Towneley
Hall Art
Gallery and Museum, Burnley,1600 c. |
La mayor parte de estas
representaciones hacen hincapié en los aspectos constructivos: surcadas por
carretas y carretillas, erizadas de grúas, pobladas de picapedreros y de otros
trabajadores que tallan maderas o alimentan los hornos donde cocer ladrillos.
¿Habéis reconocido a qué famoso
cuadro pertenecen las imágenes que acabamos de ver? Sí, se trata de una de las
versiones de la torre de Babel pintadas por Pieter Brueghel el Viejo:
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Pieter Brueghel el Viejo, La torre de Babel, Kunsthistorisches Museum, Viena, 1563 |
Aquí vemos la llamada Pequeña torre de Babel, realizada por el mismo artista:
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Pieter Brueghel el Viejo, La pequeña torre de Babel, Museum Boijmans Van Beuningen, Rotterdam,
1654 |
Como vemos, hay Babeles para
todos los gustos: claramente emparentadas con los zigurats en los que se
inspira; de base circular o rectangular; más o menos inclinadas y ceñidas por
nubes.
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Gustave Doré, La
confusión de las lenguas, 1865 |
Algunas de las torres tienen un
aspecto casi industrial, como colosales chimeneas:
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Lodewyk Toeput, Torre
de Babel, colección privada, 1583-87 c. |
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Étienne-Louis Boullée, Fanal, 1781-1893 c. |
La torre de Babel se asocia con una
de las cartas del tarot, la torre o la casa de Dios.
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Tarot de Visconti-Sforza, siglo XV |
Además de figurar en películas de
tema bíblico, la torre aparece en obras como Metrópolis, de Fritz Lang, y el Satyricon de
Federico Fellini:
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Fritz Lang, Metrópolis,
1927 |
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Federico Fellini, Satyricon,
1968 |
Los constructores de Babel
intentaron alcanzar el cielo a través de la arquitectura. Pero, a medida que la
torre crecía, el cielo se alejaba.
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Samuel H. Gottscho, Midtown Manhattan
Skyline, 1930 c.
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El cielo es real? Según se tenga o no creencias, pero en cualquier caso las tengamos o no todos miramos al cielo..
ResponderEliminarMe gusta mucho el tema y la relación con las torres de "Babel" de ficción y actuales.. los rascacielos..
Ah, Suni, la respuesta a lo que preguntas no forma parte de mis competencias... ;)
EliminarBabel siempre ha fascinado a artistas y escritores. Es un tema que encierra muchos otros temas. Sus representaciones plásticas se han utilizado también, como sabes, para estudiar técnicas y herramientas de construcción en la historia. Es un tema inagotable.
Mi ciudad imaginaria se parecería bastante a la ciudad de Babel, sin embargo estaría compuesta por varios conos, todos hechos de marfil, y como te comentaba el otro día, serían móviles y además las torres crecerían a lo largo.
ResponderEliminarDependería de la bondad de sus habitantes, cuanta más bondad más altas se alzarían las torres, crecerían y menguarían a antojo del comportamiento de los ciudadanos. Si tus actos son lo suficientemente deleznables, la ciudad te condena y caes de las torres para adentrarte en los infiernos, porque en mi ciudad no hay suelo sino pisos como puertas hay en el infierno de Dante y cuanto más bueno eres más arriba estas, y cuanto menos más abajo caes.
Es una ciudad muy curiosa, Mariona. Me hacen mucha gracia los cambios de tamaño de las torres. Me recuerda a las casas que vuelan, que desde siempre han habitado mis sueños: son casas circulares que, de repente, comienzan a elevarse y echan a volar. He visto en tu blog la entrada sobre las casas voladoras de Laurent Chéhère y, como puedes imaginar, me ha encantado.
EliminarHermosa idea la de las casas flotantes. Ya es casualidad que ambas hayamos pensado sobre un tema tan parecido y, desde puntos de vista distintos. Saludos!!
ResponderEliminarMe ha encantado esta entrada, Carmen.
ResponderEliminarDesde un punto de vista formal citaría también los alminares abasíes de Samarra, en Irak, que guardan un sorprendente parecido con algunas de las imágenes que nos has mostrado.
Gracias por deleitarnos con estas adictivas dosis de belleza diarias.
Muchísimas gracias, Luis, también por tu importante aportación.
EliminarNo os perdáis los minaretes de Samarra, auténticas torres de Babel en desarrollo espiral, como nos indica Luis. Podéis verlos aquí, por ejemplo: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/fe/The_spiral_minaret_in_Samarra.jpg
Son bellos, ¿verdad?
Me sorprende la Babel "Étienne-Louis Boullée, Fanal, 1781-1893 c" que me recuerda una moderna chimenea fabril, con paredes circulares lisas. También es curiosa la representación de un obrero tumbado en el suelo, boca arriba, con las rodillas dobladas,sin trabajar, mientras que un poco más arriba hay un grupo de obreros trabajando concienzudamente...
ResponderEliminarEs preciosa la pintura de Desiderio Monsù, bañada en una luz cálida amarilla y alegre.
El tema de ir hacia el cielo es recurrente en los humanos. Ahí están las casas flotantes de Chèhére que menciona Mariona Rubio, o los peñascos flotantes de "Avatar". También los faros del mar como habitáculos y generadores de historias y que, en mi caso, producen una enorme atracción.En contraposición a ello, existe la fascinación que comparto hacia las grutas prehistóricas, las cavidades que visitábamos los espeleólogos, las casas-cuevas de Andalucía, las casas en el subsuelo de Paterna, las grutas de Euskadi donde las brujas hacían sus ceremonias o las tan utilizadas alcantarillas de las ciudades en el mundo cinematográfico.
Ir hacia arriba, o ir hacia abajo. Parece que a los humanos nos sabe a poco estar en la superficie del planeta.
Un comentario muy interesante, Andreu. Eres observador. Has planteado otro tema muy atractivo: los faros. Y, por supuesto, los subterráneos. Creo que tienes razón con la afición de los humanos por subir o bajar: el caso es no quedarnos quietos en la superficie.
EliminarComo dice Andreu, sorprende el obrero tumbado mientras los demás trabajan.
ResponderEliminarEn la ciudad de Mariona me veo, más bien, en el semisótano.
Los alminares de Samarra, que indica Luis, sorprenden. ¿Los conocía Boullée?
Otra duda me corroe: ¿Por qué caen de la torre las figuras representadas en la carta del tarot? ¿Tiene que ver con la destrucción de Babel?
O Doré... Ignoro si conocían Samarra, más bien tiendo a creer que no, pero sí que conocían numerosas versiones de la torre-zigurat con distintas formas y, en muchos casos, en espiral.
EliminarLa torre del tarot se asocia, en algunos casos, con Babel. Lo curioso es que en el Génesis no se afirma, en ningún momento, que la torre fuese destruida: tan solo quedó abandonada. Otras fuentes sí que hablan de una destrucción violenta, probablemente por asociación con la destrucción de Babilonia.
Muy interessante e ilustrativas las torres Carmen, como colacion apunto que:
ResponderEliminarLas Torres son parte de la historia de la humanidad, y la historia tambien se repite con distintos actores,
Las ultimas torres destruidas en el Siglo XXI D.C., son las torres gemelas de NEY YOK, que la considero paricularmente la actual BABEL, POR LA INFINIDAD DE IDIOMAS QUE SE HABLAN, LAS NACIONALIDADES QUE ESTABAN EN LAS TORRES GEMELAS.
En efecto, Gerardo. Coincides con lo que escribió Juan Antonio Ramírez acerca de la relación entre Babel y las torres gemelas.
EliminarBonito tema, Carmen, y como siempre muy bien hilado
ResponderEliminarPara mí, Babel siempre ha sido un zigurat muy alto, que muestra el deseo del ser humano de subir, de escalar, o a lo mejor es una reminiscencia de los árboles de los que bajamos al pasar a homo sapiens
Pero sobre todo, Babel siempre ha sido la representación de la soberbia, la prepotencia que se sigue viendo en los rascacielos actuales. Siempre se habla de tal o cual por ser el más alto de, y pocas veces de su belleza o comodidad. Es un símbolo de lo inalcanzable, pero que aún asi, se ha de intentar alcanzar y ésto si que lo digo como una virtud, y el el emblema del las lenguas.
Como siempre, me he ido por los cerros de Úbeda y pienso en Babel no como arquitectura, si no, como símbolo.
Porque Babel es un símbolo, uno de los grandes símbolos que ha perdurado a la largo de la historia: no como arquitectura, sino como símbolo.
EliminarA lo mejor Babel, junto con todas las torres y construcciones deliberadamente elevadas, no es más que un símbolo fálico que forma parte de la historia de la humanidad porque forma parte de nuestra estructura cerebral. El símbolo fálico es sinónimo de poder, de autoridad, de dominación, de autocontemplación, de vanidad, de envidia, de deseo de poseer, de tener, de triunfar. Hay una expresión que dice: ¡ a ver quién la tiene más larga ¡ y en realidad esconde una invitación a la comparación y al concurso que conduzca a un ganador, a un triunfador. Pero, el símbolo fálico también representa el anhelo de placer.
ResponderEliminarPero, en el caso del interés por lo subterráneo, por ir hacia abajo, y el encanto que ello produce, me pregunto dónde está la simbología. Es posible que las grutas, cuevas, y todo tipo de cavidades subterráneas representan en nuestra mente el regreso y la consideración de la vagina como símbolo fálico deseable.No en vano, las cavidades subterráneas son lugares para sentir protección, acomodación, conformatibilidad, placer, experiencias místicas o iniciáticas. En resúmen, los humanos sentimos atracción por ambos aspectos, lo celestial y lo subterraneo, el arriba y el abajo.
Muy freudiano te veo hoy, Andreu. Bueno, Nemrod, a quien se atribuye la construcción de la torre, entra, sin duda, en el arquetipo. Aunque, si hablamos de arquetipos, en vez de Freud nos aparece Jung, quien interpreta la torre como una vía de conexión entre espíritu y materia, la esfera terrenal y celeste. Los psicoanalistas, ya se sabe...
Eliminar¿ Que pasa con los psicoanalistas?. ¿qué significa que "...los psicoanalistas ya se sabe..."?. El análisis freudiano es sugerente. Aporta perspectivas de análisis y de reflexión. "Lo fálico" forma parte de nuestra estructura mental, de nuestra propia evolución como sujetos individuales y como sujetos sociales. En realidad, "lo fálico" es un arquetipo más. Por éso, los simbolos fálicos se hallan en todas las culturas y desde los albores de los tiempos aunque se manifiesten de manera distinta. Otro arquetipo, no citado por Jung, podría ser el del "obrero tumbado en el suelo sin trabajar" , cuya existencia no es nueva y por otro lado muy actual.
ResponderEliminarPor desgracia, el arquetipo de obrero (o cualquier otro trabajador) sin trabajar, aunque no sé si tumbado en el suelo, es muy actual.
EliminarEl análisis freudiano por supuesto que es sugerente y, como dices, aporta perspectivas. No cabe duda del significado implícito -casi, casi, explícito- en un menhir, por ejemplo, o en otras construcciones similares. Pero tampoco me parece que pueda (o deba) aplicarse sistemáticamente a todo. La verticalidad de un ciprés es la verticalidad de un ciprés. Claro que ahí entra la distinción entre lo natural y lo artificial. Por otra parte -seguro que coincidimos-, la interpretación freudiana no excluye las demás. Una torre puede ser un símbolo fálico, además de -necesariamente- muchas otras cosas, del mismo modo que la gruta cumple la función de útero, junto con muchos otros significados.
Va, seré buena y no me meteré con los psicoanalistas... En realidad, ya sabes que estaba provocándote ;)
De todos modos, y lo digo con toda prudencia, puesto que mi formación es ajena a ese campo, me pregunto si las interpretaciones de Freud solo tienen validez para un determinado periodo de tiempo, por extenso que sea. Me explico: lo vertical remitiría al cuerpo humano, erguido. En el remoto momento de la historia en que lo humano llega a identificarse con solo una parte de la humanidad, lo vertical se asocia con una parte del cuerpo de ese sector de la humanidad: el pene. Y, entonces, sí, se dota de una simbología fálica voluntaria y concreta a determinadas construcciones. Bueno, perdonad mis divagaciones.
EliminarEl posible arquetipo de "obrero tumbado en el suelo, sin trabajar" lo refiéro al obrero "escaqueado", al obrero "absentista" que permite que sus compañeros trabajen en un objetivo común mientras que él elude sus compromisos. No me refiéro al obrero que no tiene trabajo porque no lo encuentra.
ResponderEliminarEfectivamente, el psicoanálisis aporta perspectivas de análisis y las conclusiones a las que se llega con tales perspectivas no tienen porqué ser ciertas. Las conclusiones del psicoanálisis nunca son verdades universales. Son sólo éso. Perspectivas de análisis. Es similar a ponerse unas gafas con cristales de un color y ver qué pasa. Es como jugar a un juego y dejarte llevar por el juego hasta donde te lleve, si es que te lleva a alguna parte. En ése sentido, pienso que, como gafas que es el psicoanálisis y como juego que es, puede aplicarse a todo. Y lo mismo diría de cualquier otro tipo de teoría psicológica. Es como jugar, como experimentar.
Ciertamente, hay que distinguir entre lo natural y lo articial. También es cierto que la verticalidad de un ciprés es la verticalidad de un criprés, pero, ¿porqué alguien ha decidido plantar un ciprés y no un chopo y por qué lo ha hecho?. Coincido plenamente contigo, Carmen, en que la interpretación freudiana no excluye las demás. Es simplemente una interpretación más, un cristal de gafas más, un juego más al que jugamos.
Y puedes ser mala y meterte todo lo que quieras con los psicoanalistas. Yo no lo soy. Por lo tanto, no me provocábas, aunque, puedes hacerlo siempre que quieras. En realidad, "picoteo" en muchos sitios. Mi atrevimiento en intervenir en éstos foros, en donde todos o la mayor parte de los conterlulios sois especialistas en Historia, Arte , Literatura y Arquitectura, lo acredita. Disfruto muchísimo y sólo espero que mis intervenciones no sean una traba para los que os interesais en las disciplinas antes mencionadas. Si en algún momento se convierte en una traba, me lo hacéis saber.
¡Nos hemos cruzado escribiendo! Más arriba me he puesto a plantear teorías...
EliminarAndreu, no creas que todos los que nos encontramos en este blog somos especialistas en las disciplinas que dices. ¡Ni mucho menos! Además, es un blog para todo tipo de lectores -o, por lo menos, es lo que deseo-. Recuerdo ahora el comentario de un filósofo (aunque no me acuerdo de quién era) que decía que si un filósofo escribiese solo para otros filósofos, sería como si un fabricante de calcetines solo vendiese calcetines a otros fabricantes de calcetines. A mí lo que me gusta es que todos los amigos que participáis aquí aportéis lo que sois, lo que sabéis, lo que ignoráis, lo que os preguntáis, del mismo modo que yo aporto lo que soy, lo que sé, lo que ignoro y lo que me pregunto. ¡Ah, y te digo que disfruto muchísimo con tus intervenciones, como con las de los otros amigos! Es un placer y un privilegio vuestra compañía.
Carmen, te agradezco tus amables palabras de aliento y tranquilidad hacia las intervenciones que, de personas como yo, ajenas al mundo del arte, realizamos en éste foro. Me tranquiliza saber que no me estoy metiendo en "cabezas de once varas". Por otro lado, es muy interesante lo que planteas. Vienes a decir que, si los símbolos fálicos tienen sentido en una época histórica de la humanidad donde predominába la dominancia del sexo masculino frente al femenino y por lo tanto, lo humano se identificába con lo masculino básicamente, excluyendo a lo femenino, y, siendo como símbolo de lo masculino el pene. Es posible que, en muy buena parte, así sea. Pero, pienso que no del todo. Lo "fálico" nos representa a toda la humanidad, hombres y mujeres. A nivel de percepción externa, la única diferencia entre masculino y femenino es una carencia anatómica. Y para los psicoanalistas, lo femenino lo sabe. Ha descubierto ésa carencia y desea recuperarla. Para lo masculino, por el contrario, teme perderla y hace todo lo posible para conservarla. De ahí que, ambos, masculino y femenino, hombre y mujer, den tanta importancia a lo fálico. Es un objeto apreciado y deseado. De ahí su simbología para todos. Pero, no hay que ver ésta exposición en sentido literal y estricto. Porque, luego existe el proceso de sublimación. Conservar el falo o intentar recuperarlo se puede hacer de muchas maneras, a través de la producción cultural, la produccón laboral o profesional, la relación productiva con la comunicación con amigos, colegas, etc. etc.
ResponderEliminarBueno, son teorías. Y no tienen porqué ser ciertas. Solamente útiles. Lo que me sorprende es que, yo que había renunciado voluntariamente a mi disciplina y acabo haciendo análisis entroncados en ella. Supongo que estoy viciado. Finalmente, quiero añadir que, ¡ hay que ver a donde nos llevan tus entradas en el blog ¡ . ¡ Buf ¡ . Un saludo para tí, Carmen, y para todos los contertulios ¡
¿Uff, qué estrés! ¿Os imagináis una reunión de la comunidad de vecinos de la torre de Babel? ¡Pa morirse! Jajajaja. Y ya solo faltaba que tuviéramos que psicoanalizar a los vecinos por haber escogido este tipo de construcción.
ResponderEliminarRecuerdo haber visto el cuadro de Brueghel cuando era pequeña y se me antojó que aquello sería como un hormiguero. La torre que más me gusta es la de Monsú.
Un saludo, Carmen y demás partícipes.
¡Me has matado con lo de la reunión de la comunidad de vecinos, Milano! Primero, me he quedado aterrorizada, al imaginarlo, y después he soltado una carcajada que aún retumba.
EliminarLa torre de Monsú, el misterioso, es fascinante, como todas sus pinturas.
Un abrazo, Milano.