domingo, 26 de julio de 2015

El brujo don Illán y El Greco





Doménikos Theotokópoulos, El Greco (1541-1614)



Ahí tenemos a Góngora, diciendo aquello de “Esa montaña que, precipitante, ha tantos siglos que se viene abajo”, y antes que él, al Infante Don Juan Manuel, quien nos hace descender a las entrañas de Toledo en compañía de don Illán y del deán de Santiago, “que avía muy grant talante de saber el arte de la nigromançía”, y siglos después, a Jorge Luis Borges, quien nos confirma que “en Santiago había un deán que tenía codicia de aprender el arte de la magia. Oyó decir que don Illán de Toledo la sabía más que ninguno, y fue a Toledo a buscarlo”.

Vayamos también nosotros a Toledo y busquemos a don Illán, pero no con la falsedad, ambición e ingratitud del deán de Santiago, sino con nuestro inextinguible anhelo de aprender y disfrutar, llenos de agradecimiento por poder disfrutar de tanta belleza.

Domenikos Theotokopoulos, El Greco, Vista de Toledo, Metropolitan Museum of Art, Nueva York, 1598-99 c.

¿Esto que nos muestra El Greco es Toledo? Sí, claro: es el Toledo de El Greco. Porque no todos los edificios están donde se supone que deberían estar ni, probablemente, todos los que representó existieron en la realidad. Se trata de la libertad del artista, la misma de la que harán gala los pintores de vedute y los escenógrafos. ¿Nos sobra este edificio? ¡Fuera con él! ¿Conviene que representemos más próximas dos construcciones que, en la realidad, se hallan más distantes! Hagámoslo. Y si hay que cambiar el curso del río Tajo, se cambia. Somos artistas, somos libres.

Domenikos Theotokopoulos, El Greco, Vista de Toledo, detalle, Metropolitan Museum of Art, Nueva York, 1598-99 c.

Un momento… ¿eso que se ve a la derecha no es el Alcázar y, no lejos de él, el campanario de la catedral, un poco desplazado hacia la izquierda, en relación con su posición real? ¿Ese puente que vemos no es el de Alcántara? Sí, por supuesto. Esto es Toledo. El Toledo auténtico y el creado por El Greco: los dos a la vez.

Domenikos Theotokopoulos, El Greco, Vista de Toledo, detalle, Metropolitan Museum of Art, Nueva York, 1598-99 c.

La vista de Toledo aparece en muchas de las obras de El Greco: en algunas de sus Inmaculadas y de sus Crucifixiones, en el Bautismo, en cuadros como San Bernardino de Siena, San José con el Niño, San Martín partiendo la capa, el Laocoonte y otras.

Domenikos Theotokopoulos, El Greco, Laocoonte, detalle, National Gallery of Art, Washington, 1610

Domenikos Theotokopoulos, El Greco, Laocoonte, detalle, National Gallery of Art, Washington, 1610


En su Vista y plano de Toledo, El Greco se aproxima en mayor medida a vistas de carácter más topográfico, como las de Anton van den Wyngaerde.

Anton van den Wyngaerde, Vista de Toledo, 1562


Domenikos Theotokopoulos, El Greco, Vista y plano de Toledo, Museo de El Greco, Toledo, 1610 c.

Sin embargo, tampoco en esta obra de El Greco se hallan ausentes por completo las licencias. Aparte de la personificación del río como un anciano que vierte agua, según el modelo helenístico, y de la gloria celestial con su revoloteo de Virgen y ángeles, hallamos destacada, sobre una nube, la maqueta del Hospital de Tavera, por cortesía hacia el comitente del cuadro y administrador de dicha institución. 

Domenikos Theotokopoulos, El Greco, Vista y plano de Toledo, detalle, Museo de El Greco, Toledo, 1610 c.
A la derecha del cuadro, un joven nos muestra un plano: mirad, parece decir, esto es Toledo. No importa que los edificios crezcan en las nubes o se aproximen entre sí o se alejen: creedme, es Toledo. 

Domenikos Theotokopoulos, El Greco, Vista y plano de Toledo, detalle, Museo de El Greco, Toledo, 1610 c.



Pero hay algo más importante que estas licencias en todas las vistas de Toledo realizadas por El Greco: la desmaterialización de sus edificios, la vibración que los recorre, como si se echasen a temblar en el instante en que, aún siendo arquitectura, están a punto de convertirse en otra cosa. ¿En qué? ¿En edificios espectrales? Porque la arquitectura, lo sabemos, también tiene sus fantasmas.
 
Domenikos Theotokopoulos, El Greco, Vista y plano de Toledo, detalle, Museo de El Greco, Toledo, 1610 c.

Domenikos Theotokopoulos, El Greco, Vista de Toledo, detalle, Metropolitan Museum of Art, Nueva York, 1598-99 c.


Son numerosos los artistas para quienes posó esta asombrosa ciudad: Beruete, Zuloaga, Sorolla, Rivera y muchos otros. La anciana dama muestra su rostro complaciente, aunque siga ocultando sus secretos.

Aureliano de Beruete, Vista de Toledo desde la Vega Baja, Museo Santa Cruz, Toledo, 1909

Aureliano de Beruete, Vista de Toledo desde los Cigarrales, Museo de Arte Contemporáneo, Toledo, 1906


Ignacio Zuloaga, Maurice Barrès ante Toledo, Musée Lorrain de Nancy, 1913

Ignacio Zuloaga, Vista de Toledo, Academia de Bellas Artes de San Fernando

Joaquín Sorolla, Vista de Toledo, Museo Sorolla, Madrid, 1912

Diego Rivera, Vista de Toledo, Fundación Amparo de Espinosa, Puebla, 1912


Yo creo que el brujo don Illán sigue trabajando en su gabinete subterráneo, bajo el lecho del Tajo, y que unas viejas llaves añoran aún las cerraduras de puertas que hoy son polvo. Es Borges, también, quien nos lo cuenta:

Abarbanel, Farías o Pinedo,
arrojados de España por impía
persecución, conservan todavía
la llave de una casa de Toledo.

Libres ahora de esperanza y miedo,
miran la llave al declinar el día;
en el bronce hay ayeres, lejanía,
cansado brillo y sufrimiento quedo.

Hoy que su puerta es polvo, el instrumento
es cifra de la diáspora y del viento,
afín a esa otra llave del santuario

que alguien lanzó al azul cuando el romano
acometió con fuego temerario,
y que en el cielo recibió una mano.

(Jorge Luis Borges, Una llave en Salónica)


 

15 comentarios:

  1. ¿Pinedo? ¿Conservas la llave?

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    1. ¿Yo? ¿Conservar algo? ¡Pero si lo pierdo todo! De todos modos, no la necesito: estoy aquí.

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  2. Preciosa ciudad, precisosos cuadros, fabulosos artistas. ¿qué más da que los edificios no estén donde deberían?
    A fin de cuentas, si quieres pasear por Toledo, agarras un callejero. Si quieres ver una ciudad sin más, paseas o miras cuadros sobre ella. Y también, a fin de cuentas, ninguna ciudad es igual para sus visitantes. Si nos ponemos a contar como la hemos visto y alguien la dibujase, seguro que nunca saldría exactamente a como es en el plano.
    Yo me quedo con la visión de todos, que es una alegría para la vista, y espero poder volver a verla desde el mío. Es lo que me gusta de los lugares que visito.
    Eso sí, para ver que edificios o parques he de ver, me agarro un callejero, que son muy prácticos.
    GRACIAS Camen, me gusta mucho El Greco, y me has recordado que también me gustan mucho Rivera, Sorolla, Zuloaga y Beruete.
    ¡FELIZ DOMINGO!

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    1. Me gusta mucho esa idea -que, además, es cierta- de varias personas que describen o dibujan el plano de una ciudad que han visitado y, en cada uno de los casos, aparece una ciudad distinta.
      Feliz domingo, sugerente Harry.

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  3. Toledo hechiza.
    Me resulta muy difícil contemplarla sin pensar en las vistas de El Greco.

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    1. O perderse por sus calles sin encontrarse con los personajes de El Greco.

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  4. Toledo es una de las ciudades españolas que más me ha hechizado. Recuerdo su visita como un descubrimiento de cosas a cada paso .Fantástica. Estoy deseando volver. Un abrazo ,Carmen

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    1. Hay otra ciudad que, aunque no se parezca, asocio siempre con Toledo y también me fascina: Segovia. Comparten misterio y subterráneos. ¿Conoces Segovia, Eva?

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  5. Lo del Greco con Toledo viene a ser como un romance que los vincula a ambos, como aquel que lo hacía con Dalí y Cadaqués.
    Una entrada muy ilustrativa de un Toledo figurado, realzado, mistificado y misterioso de la mano de un griego que no lo es menos.
    Un abrazo

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    1. El Toledo de El Greco... y de cada uno de nosotros. Como todos los lugares de los que nos apropiamos para imaginarlos y transformarlos. Un abrazo, Francisco,

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  6. Ayyyy Toledo y Ayyyy El Greco.
    Lo has descrito todo también que poco puedo añadir excepto que me encanta la ciudad y el pinto...qué decir.
    Aquí en Oviedo tenemos un apostolado que es una maravilla, a veces no me creo que tengamos esa suerte, y cuanto más lo veo más me gusta.
    Un besín y has puesto una entrada preciosa, que bien me lo he pasado.

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    1. ¡Marigem, que me había dejado perdidito tu comentario!
      Mira a quiénes tenemos aquí:
      http://1.bp.blogspot.com/-wuDDyK3ghDw/U1TvfdVB5hI/AAAAAAAAFHw/zwOfk5YUthY/s1600/7777777.PNG
      Un abrazo.

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    2. ¿A qué ponen la piel de gallina? Mi hija se pasa horas admirándolos. Un beso y gracias.

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  7. Tenía como tres entradas tuyas sin ver, pero es un auténtico placer ponerse al día.
    Un abrazo.

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    1. Madre mía, y yo hace más de un año que me perdí este comentario. Un abrazo de ayer que pasa a hoy, Rosa.

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