Odilon Redon (1840-1916)
¿Os apetece
que nos sentemos un rato bajo un olivo para contemplar el mar y charlar con los
dioses? No solo con los dioses, claro: también con los héroes y con los
animales fabulosos que habitan ese mundo plasmado por Odilon Redon en sus
pinturas. Porque hoy nos va a acompañar Redon, el extravagante y fantástico
Redon.
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Pegaso, Hirshhorn
Museum and Sculpture Garden, Washington DC,
1900 |
¡Mirad, ahí
está Pegaso, el caballo alado nacido de la sangre de la Medusa! Aquí lo vemos
trabado en combate con la Hidra:
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Pegaso y la Hidra, Kröller-Müller Museum, Otterlo, 1907 |
A Pegaso, el
caballo de Zeus que el héroe Belerofonte cabalga para matar a la Quimera y vencer a las
Amazonas, se le suele representar de color blanco o negro.
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Pegaso negro, colección particular, 1909-10 |
¿Más
caballos? Sí, pero ya no se trata de Pegaso, sino de los caballos que tiran del
carro del sol, conducido por Helios, identificado más tarde como Apolo y
conocido también como Febo, el Brillante.
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El carro de Apolo, Museé d’Orsay, París,
1905-14 |
A Faetón, hijo de Helios, no se le ocurrió mejor
idea que tomar el carro de su padre para poder alardear ante los amigos. Se
puso a hacer tonterías, de modo que perdió el control de los caballos e
incendió la tierra.
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Faetón, colección particular, 1910 |
Muy próximo a
Faetón, por su ansia de vuelo y por no prestar oídos a las advertencias del
padre, se halla Ícaro, el hijo de Dédalo. “No te acerques al sol, porque se
derretirá la cera que mantiene unidas las alas con las que huiremos del
laberinto que construí y que nos encierra; no vueles tampoco demasiado bajo,
porque la espuma del mar humedecerá tus alas y no podrás elevarte”. ¿Demasiado
bajo? ¿Qué joven, provisto de alas, habría deseado volar demasiado bajo?
¡Directo al sol, directo a la altura, directo a la muerte!
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Ícaro, colección particular |
Uno de los
mitos griegos que más me conmovían, de niña, era el de Orfeo y Eurídice. Ella
muere por la mordedura de una víbora y él persuade con su música a los señores
del Hades para que le dejen entrar y recuperar a su amada. La condición
es que no le mire el rostro -¡su rostro de muerta!- hasta que no hayan
abandonado el infierno. En el último instante, Orfeo no puede resistir más,
vuelve el rostro y pierde para siempre a Eurídice, convertida en sombra. Yo sospecho
que, antes de trasponer el umbral, Orfeo quiso saber qué era lo que llevaba
consigo.
Tiempo después, las ménades, que eran bastante desenfrenadas, quieren
consolar al viudo y, de paso, hacer que renuncie al culto de Apolo para abrazar
el de Dionisos, pero, al negarse este, lo despedazan. Parece ser que no aceptaban muy bien las negativas.
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Orfeo, Cleveland Museum of Art, 1903-10 |
Dejemos las
historias tristes para ver cómo esta diosa, cuyo nombre todos conocemos, nace
de la espuma. Marguerite Yourcenar escribe de ella, en Peregrina y extranjera, que su cuerpo "adquiere la forma de las caricias, como la ola toma la forma del viento":
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Nacimiento de Afrodita, Musée
du Petit Palais, París, 1912 |
Su belleza no
se discute, pero parece ser que la dama tenía mal carácter, además de pecar de
vanidosa. Fuerte era también la personalidad de Artemisa, melliza de Apolo, y
de Palas Atenea, nacida de la cabeza de Zeus: dos diosas muy interesantes, pero
que por desgracia no figuran, que yo sepa, en el repertorio mitológico de
Odilon Redon.
Pasemos a
ver, pues, a otras criaturas. De los centauros sabemos que, excepto en los
casos de Folo y Quirón, eran broncos y solían andar metidos en peleas.
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Lucha entre una mujer y un centauro,
colección particular |
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Centauros, colección particular, 1910 c. |
Otro
personaje curioso es el cíclope. El más famoso fue Polifemo, a quien Odiseo le
hizo la faena de hacerle perder su único ojo.
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Cíclope, Kröller-Müller Museum,
Otterlo, 1914 |
El color no
irrumpe con fuerza en la obra de Redon hasta que este se aproxima a los
cincuenta años. Hasta entonces, su obra consiste, sobre todo, en dibujos y
grabados en negro. La contemplación de esas obras, precursoras del surrealismo,
nos abisma en una profunda y sugestiva desazón.
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Hombre cactus, colección particular, 1881 |
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Ojo globo, Museum of Modern Art,
Nueva York, 1878 |
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Araña sonriente, Musée d'Orsay, París,
1881 |
Después llega
el color, las inolvidables flores de Redon, sus barcas, sus conchas nacaradas y
su aproximación a los temas literarios y a diversas mitologías, entre ellas, la
griega.
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Ofelia entre las flores, National
Gallery, Londres, 1905-08 c. |
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Barca con dos pasajeros, Metropolitan
Museum, Nueva York,1900 |
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La caracola, Musée d'Orsay, París, 1912 |
Con color o sin él, el misterio acompaña todas las obras de Redon.
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Silencio, colección particular |
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Dos personajes con velos |
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Salomé, Kunsthalle Bremen, 1893 |
Los ángeles
caídos y los ángeles ancianos de Redon también nos cautivan con su soledad:
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Ángel caído, Stedelijk Museum Ámsterdam, 1875 |
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Ángel caído, Musée des Beaux-Arts de Bordeaux, 1875 c. |
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Ángel encadenado, colección particular,
1875 |
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Ángel anciano, Musée d'Orsay, París, 1895 c. |
Atención,
porque nos hemos alejado del tema de la mitología griega, nos hemos distraído
por un momento y, en contra de todas las advertencias recibidas, Pandora quiere
abrir la caja.
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Pandora, National Gallery of
Art, Washington, D.C., 1910-12 |
La abre. La
ha abierto. Han sido liberados todos los males. Pero en el fondo de la caja
queda la esperanza.
Existen distintas versiones de cada mito. En el caso de Pandora, por ejemplo, otras versiones hablan de una tinaja, o de cómo la esperanza, en vez de quedar encerrada, sale con los otros males y es el peor de todos, el que más hace sufrir al hombre...
ResponderEliminar¿Qué otras versiones de los mitos conocéis?
Mucha Grecia veo por aquí. A Merkel que vas...
ResponderEliminarTú has estado en Grecia con Lord Byron y yo con los dioses, que son aún más de armas tomar que el bueno de Byron. Todos ellos son buenas compañías ;)
Eliminar¡Aaaaaaaaamén!
EliminarQuizás sería bueno que alguien recordara a los europeos quien son y de dónde vienen, para que sepan a dónde van. Si es que van (vamos) a algún sitio. Excelente post, Carmen. Un abrazo.
ResponderEliminarEsperemos que sí podamos ir a algún sitio. Juntos. Me refiero, sobre todo, a las personas, porque somos las personas las que hacemos Europa. Como, en cada uno de nuestros países, hacemos Alemania, hacemos Grecia, hacemos Italia, hacemos Francia, hacemos España...
EliminarUn abrazo, Elisenda.
Siempre imagino que la obra de un artista refleja en parte su sentido de la vida. Pero no he encontrado nada extravagante en la vida de Redon. Como en Hopper, si hubo un ansia inconfesable en su vida la guardó en su interior.
ResponderEliminarQuizás por que su vida era demasiado cotidiana, expresaron en su obra lo que les gustaría que fuese, o sus sueños más extraños.
ResponderEliminarSupongo que lo mismo da.
De lo que estoy segura es que me gusta el Redon colorista. Más que por los colores por los temas. Incluso los misteriosos polícromos tienen otra cara. Y sí, la mitología, sea de donde sea, es una buena manera de expresar una vida aventurera, llena de misterio y emoción, de sensaciones en estado puro.
GRACIAS Carmen.
A mí me gustan mucho también las obras en negro: desazonan. Aunque también las obras en color. Me gusta Redon. ¡Me gustan tantos artistas! Y también me gusta lo que dices acerca de la mitología como un modo de expresar sensaciones en estado puro. Es así.
EliminarAyyyyy lo que he disfrutado!!!!! La mitología griega es mi debilidad desde los 11 años, es que me encanta, he leído tanto...
ResponderEliminarCon 16 años mis padres nos regalaron un viaje a Grecia a mi hermana y a mí, fue un viaje familiar del que volví reafirmada y sabiendo que laAntiguedad fue una época muy muy rica y llena de misterio, sabiduría a su manera, de tantas cosas que me vuelve loca, soy de las tontas que al ver la Puerta de los Leones o La tumba de Agamenón lloraba, soy así...
He disfrutado muchísimo con este post,, además has acertado mucho con la elección de las obras.
Y sí, creo que al final de la caja queda la esperanza, aunque a veces, al enterarme de que una concursante de Supervivientes no sabía quien era Vargas Llosa...mantendremos la esperanza pero no en todo el mundo.
Besos y mil gracias por este post, he disfrutado muchísimo.
¡Grecia a los dieciséis años! ¡Qué maravilla! Te cuento que, a los catorce, anuncié a mis padres que me iba a Grecia. Sola. Esperaba una gran oposición por su parte, pero solo me dijeron: "bueno, si te lo pagas tú, no hay ningún problema". Así que me fui. Y, claro, el dinero solo me alcanzó para llegar a Barcelona. Fueron listos, desde luego.
EliminarEntiendo perfectamente tus lágrimas. Yo también "soy de las tontas", como dices. Un abrazo estrechito, estrechito, Marigem.
Otro mundo fantástico que he descubierto. Desde siempre me ha hechizado la mitología,sus historias,sus protagonistas. Me ha encantado ver sus imágenes. Gracias,Carmen. Un abrazo
ResponderEliminarGracias a ti, mítica Eva. Te envío un abrazo y una sonrisa.
EliminarMe ha encantado esta entrada mitologicopictórica.
ResponderEliminarAl refrescarla hoy pensaba, precisamente, en Establo Pegaso. Gracias.
EliminarMás de una vez utilicé para ilustrar una poesía de Góngora la obra de de Odilón , el Polífemo. Odilon le da un toque tan tierno al monstruo
ResponderEliminarEsa ternura de los monstruos que no todos saben reconocer.
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