Cuando digo "todo", me refiero a tempestades, amaneceres, incendios y naufragios, encerrados en un escenario de, aproximadamente, dos metros y medio de profundidad por un metro ochenta de altura. Hablo del eidophusikon, un teatro mecánico inventado en 1781 por el escenógrafo Philippe Jacques de Loutherbourg.
A través de los cambios en la iluminación y de una serie de mecanismos, este pequeño teatro recreaba fenómenos naturales en movimiento. No faltaban los efectos sonoros, como en el teatro grande, reproducidos a través de máquinas que imitaban el sonido del trueno, de la lluvia, del viento.
El dinamismo de la naturaleza, característico del eidophusikon, se plasma también en los cuadros realizados por Loutherbourg, un artista que ejerció gran influencia sobre Turner, siempre atento a la representación del movimiento y de los cambiantes efectos atmosféricos.
Philip Jacques de Loutherbourg, Coalbrookdale por la noche (1801). Museo de la Ciencia, Londres |
Joseph Mallord William Turner, Incendio del Parlamento (1834-35). Museum of Art, Philadelphia |
Turner adquirió gran número de dibujos
de Loutherbourg, y se cuenta que la mujer de este se alarmaba, cada vez que el
pintor inglés entraba en su casa, porque temía que se apropiase de técnicas,
ideas y secretos artísticos de su esposo. Cosas de artistas. En este caso, de
dos grandes artistas.
Me gusta muchísimo Turner y ahora también Loutherbourg. Además de hombre ingenioso tenía un gran talento como pintor.
ResponderEliminarGRACIAS Carmen, no sólo por la curiosidad del pequeño teatro, que no es poco, pero lo que realmente me ha gustado es su pintura. Acabo de ver un naufragio suyo que pone los pelos de punta.
Saludines
Loutherbourg es un artista interesante, ¿verdad? Que yo sepa, solo le han dedicado dos grandes exposiciones: una en Kenwood, Londres, en 1973, y otra en el Museo de Bellas Artes de Estrasburgo, en 2012-2013. En el Museo del Prado hay una obra suya: un Paisaje con ganado, pero me llaman mucho más la atención, y creo que a ti también, las obras de este artista que entroncan con la estética de lo sublime.
EliminarEs verdad: Loutherbourg llama la atención. Claramente hay que entenderlo en su momento, en su época. Es divertida y significativa la anécdota sobre la suspicacia de su mujer. Que no te robe las ideas, pintor mío. Había que desconfiar de Turner. Sin duda.
ResponderEliminarAna María Matute, en una de sus obras ambientadas en la guerra civil, habla, con la añoranza en boca de una adolescente, de El teatro de los niños. Es lo primero que he pensado cuando he visto la primera imagen de esta entrada. Me lo ha recordado. Claro está, que las dimensiones no tienen nada que ver.
Interesantísima entrada.
¡El Teatro de los Niños de Seix Barral! Qué preciosidad. Son los herederos de los teatrines que editaba la casa Paluzie en Barcelona, inspirados en los Toy Theatre ingleses. Aparte de estos fascinantes juguetes, ¿sabías que muchos escenógrafos construían maquetas y teatrines de sus decorados? Hay buenas colecciones en el Museo Nacional del Teatro, en Almagro, y en el Centro de Documentación y Museo de las Artes Escénicas del Institut del Teatre, de Barcelona.
EliminarYo también te doy las gracias, por enseñarme algo que desconocía totalmente, nunca había oído esta palabra, eidophusikon, y nunca la habría relacionado, claro.
ResponderEliminarY también he descubierto a Loutherbourg
Eidophusikon quiere decir “imagen de la naturaleza”. Muy próximos a él se hallan los teatros pintoresco-mecánicos que fueron exhibidos por toda España a lo largo del siglo XIX. Es muy interesante seguir los pasos de las personas que ofrecían este tipo de representaciones, de ciudad en ciudad.
EliminarMe ha encantado esta entrada, Descubres cosas desconocidas para legos como yo, como que Eidophusikon significa imagen de la naturaleza. Me han gustado mucho las pinturas de Loutherbourg, desconocido para mí... En verdad representa el movimiento, da la impresión de que sus cuadros "están vivos", como la propia naturaleza. Admiro todo lo que esta nos ofrece, y representarla es muy difícil. Gracias por tan interesante aportación.
ResponderEliminarMe alegra que a todos os haya gustado Loutherbourg. Ya veremos obras de otros artistas relacionados con los espectáculos ópticos: a muchos les conoceréis; a algunos de ellos, tal vez, no. Creo que os gustarán.
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