En
esta ocasión, nos vamos al cine.
Ya en sus orígenes, este hubo de beber en las fuentes del teatro, de la pintura, de todo tipo de documentos gráficos y de los espectaculos visuales que lo acompañaron y, en algunos casos, precedieron. Menospreciado como un entretenimiento “vulgar” -algo de lo que volveremos a hablar-, no es extraño que se produjesen intentos de “dignificarlo” a través de las referencias artísticas.
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Le retour d'Ulysse. Pathé, 1908 (L'Illustration, 31 octubre 1908) |
Encuadres,
iluminación, tratamientos, estilos y muchos otros elementos vinculan cine y
pintura en ambas direcciones. Hoy veremos algunos ejemplos de la directa
relación entre las dos artes que se plasma en la recreación cinematográfica de
determinadas pinturas a través de los cuadros vivos, un recurso habitual en el
cine primitivo que ha perdurado hasta nuestros días.
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Pier Paolo Pasolini, La Ricotta (1962) |
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Jacopo da Pontorno, La Deposizione (1525-28). Cappella Capponi, Santa Felicità, Florencia |
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Pier Paolo Pasolini, La Ricotta (1962) |
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Rosso Fiorentino, La Deposizione (1521). Pinacoteca Comunale, Volterra |
Los ejemplos, como es natural, no son solo de tipo religioso:
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Éric Rohmer, La Marquise d'O (1976) |
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Johann Heinrich Füssli, La pesadilla (1781). Detroit Institute of the Arts |
Recomiendo, a los interesados en el tema de los cuadros vivos, el texto de Sandro Machetti “Monsieur Farriol, los cuadros vivos, la pintura y el cine. Notas acerca de un espectáculo precinematográfico” (D'Art: Revista del Departament d'Història de l'Art, Universitat de Barcelona, núm. 21, 1995).
Carmen ¿es cierto que en España también hubo precursores e inventores del cine?Enhorabuena por este blog tan interesante y ameno.
ResponderEliminarLo que hubo, en realidad, fueron magníficos pioneros, como el zaragozano Eduardo Jimeno Correas (Salida de la misa de doce de la Iglesia del Pilar de Zaragoza, 1896), el barcelonés Fructuós Gelabert (Riña en un café, 1897) o el valenciano Ángel García Cardona (Fiesta en el camino de Algirós, 1899). Aunque intuyo que te refieres, más bien, a una figura fascinante: la del turolense Segundo de Chomón, muy importante por sus avances técnicos y por los efectos especiales de sus películas. Chomón trabajó con la compañía cinematográfica Pathé hasta 1909, cuando, sustituido por Georges Méliès y después de rodar una serie de películas en Barcelona, se fue a Turín y empezó a trabajar con la Ítalo Films. Joan M. Minguet Batllori ha dedicado varios estudios a Chomón, entre ellos Segundo de Chomón. El cine de la fascinación (Generalitat de Catalunya, 2010).
EliminarLos cuadros vivos los entiendo como entretenimiento (sobre todo para los participantes), y como guiños del autor hacia algúna obra de arte o simbolismo, pero son demasiado planos. Alguien me puede decir que más planos son los dibujados y no les faltará razón, pero los cuadros dejan lugar a la imaginación, los vivos sólo intentan reflejar, como si fuesen mimos, lo que copian
ResponderEliminarPor poder, se puede imaginar en ambos, es cierto, pero para mi, los cuadros vivos, resultan cerrados, pues no se puede evitar visulizar el cuadro que escenifican. Son interesantes pero de una manera algo forzada.
Aunque esto que digo ni siquiera es una opinión. Es simplemente como lo percibo yo.
He visto dos películas de Chomón: La casa encantada y El hotel eléctrico. Son muy graciosas.
ResponderEliminarSobre los cuadros vivos, me pasa un poco como a Harry H, que los entiendo más como diversión. En el cine no me gustan demasiado.
Entiendo lo que dice Harry. Los cuadros vivos son un entretenimiento. Probablemente un entretenimiento muy agradable. De hecho me gusta la idea de representar algún cuadro. Pero no pasa de ser una distracción.
ResponderEliminarLuego está el cine en el que la fotografía en esencia se aproxima al concepto de cuadro vivo, pero a la inversa: el fotograma es el cuadro. Pienso en Rohmer, por ejemplo. Su cine es distinto. En muchos casos son los silencios los que seducen.
He visto estos días un blog de fotografia de un amigo francés. En algunos casos me han llamadio mucho la atención: me han recordado a ese cine francés que me resulta próximo y agradable. No todo el cine francés tiene esa característica, ni por asomo.
Tampoco hace falta que nos vayamos a esas latitudes. Pensemos a la inversa. En este caso, en una película española, de Cuerda. Creo que es Amanece que no es poco, pero no estoy seguro. Recuerdo que uno de los personajes (que representa a la minoría étnica) se siente en un cuadro, percibe cómo quedaría posando para una verdadera obra maestra. En esencia: mírame y admira cómo quedo con esta pose. En este caso no es un cuadro vivo. ¿Es una pose viva? ¿Es un cuadro en potencia? ¿Cómo lo podríamos definir?
Pensando en Hopper y el cine, copio un enlace de filmin relacionado con el tema tan interesante que tratas https://www.filmin.es/blog/edward-hopper-pintura-y-cine-en-filmin
ResponderEliminarUn enlace muy interesante, en el que podemos ver varias obras de Hopper y sus reflejos cinematográficos. ¡Gracias, Carmen!
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