Siempre hemos
bailado. ¿Os acordáis de cuando creábamos el mundo y a los animales y hacíamos
que estos fuesen fértiles para que nunca escasease la caza, y de cómo nosotros
mismos, mientras girábamos, nos convertíamos en los propios animales y
cazábamos y éramos cazados, y éramos la lluvia, el sol, la luna, y no
permitíamos que las estrellas se desprendiesen del cielo? Os acordáis, ¿verdad?
Danza, Sudáfrica
Danza, Abrigo de La Roca dels Moros, Cogull, Lleida, 4000-2000 a.C.
Nuestra danza
es sagrada. Siempre. Los latidos de nuestro corazón, el ritmo de la
respiración, el sonido de nuestros pies descalzos al golpear el suelo, el de
nuestras manos al percutir en los cuerpos desnudos, la voz que nos estalla en
la garganta, todo esto marca el ritmo de nuestro baile, pero también la luz, el
aire, el movimiento de las hojas de los árboles, el resplandor fluctuante de la
hoguera y su trémulo reflejo sobre las paredes del albergue que nos acoge.
Danza de los palos, Sudáfrica
Después llegarán flautas, caracolas, cuernos,
bramaderas, sonajeros llenos de semillas o de huesos, llegarán los tambores y
con ellos los pífanos, los cascabeles, llegarán el arpa, la lira y otros
instrumentos de cuerda, de viento, de percusión.
Escena musical, Egipto
Pero no es de
los instrumentos musicales de lo que nos ocupamos hoy: ¡no podemos, tenemos que
bailar! De forma ordenada o entregándonos al desenfreno de las bacantes, como
gustéis, pero siempre bajo la égida de Terpsícore
y de Dionisos, sean cuales sean los
nombres que adopten en otras culturas, en otros momentos: Hathor,
Xochipilli, Erzulie, Pelé, Ama no Uzume, Natarash, que es uno de los nombres de Shiva…
Bailarinas, tumba de las Danzarinas, Ruvo di Puglia, Bari, Museo Archeologico Nazionale, Nápoles, siglo V a.C.
Dos bailarines etruscos, Tumba
del Triclinio, 480 a.C.
Ménade, skyphos procedente de Paestum, British Museum,
Londres, 330-20 a.C.
Ménade, procedente de Pompeya, Museo
Archeologico Nazionale, Nápoles
Bailamos, incesantemente bailamos a través de los siglos. ¡Atrás, muerte, aléjate con tus danzas macabras, porque nosotros bailamos la vida! Mientras los cortesanos se entregan a la baja danza, en las plazas se bailan farándulas, estampidas, tarantelas… Si unos apenas separan los pies del suelo, los otros los echan a volar, gozosos; si los movimientos están perfectamente reglados en un caso, en el otro la libertad se adueña de los gestos.
Guillaume
de Loris y Jean de Meung, Roman de la Rose, 1225-40, 1275-80
Danza, Castillo Roncolo, Bolzano, siglo XIV
Pieter
Brueghel el Viejo, La danza nupcial,
Detroit Institute of Arts, 1566 c.
¡Cuánto
nos gusta bailar en círculo! Tomados de la mano, giramos y giramos hasta poner
en orden los universos: es decir, nos divertimos.
Ambrogio Lorenzetti, Consecuencias del Buen
Gobierno en la ciudad, detalle, Palazzo Pubblico, Siena, 1338-40
Baldassarre
Tommaso Peruzzi, Musas danzando con Apolo,
Palazzo Pitti, Florencia, 1500-37 c.
Pieter
Brueghel el Viejo, Baile aldeano
alrededor del Árbol de Mayo
Peter
Paul Rubens, Danza de aldeanos, Museo
del Prado, Madrid, 1635
Gaspar
Homar Mezquida, La sardana, arqueta,
Museu del Modernisme, Barcelona, 1903 c.
Henri
Matisse, La danza, segunda versión,
Hermitage, San Petersburgo, 1909-10
Franz von
Stuck, Sonidos de la primavera, 1910
También giramos sobre nosotros mismos para unir cielo y tierra,
para rozar con la yema de los dedos a Dios. Aunque no exista. O aunque exista.
Danza de los derviches, miniatura
persa, siglo XV
Ven,
Te diré en secreto
Adónde lleva esta danza.
(Jelaluddin Rumi, 1207-1273)
Bailamos solos, bailamos en grupo, bailamos en pareja. Bailamos
para seducir, para seducirnos, para construir las geometrías del espacio, para
expresar nuestra alegría, para trazar con nuestros cuerpos el dibujo del júbilo
o de la desesperación, para decir –para decirnos- que estamos aquí, que existimos:
bailamos.
Franz von
Stuck, La danza, Museum Kunstpalast, Dusseldorf, 1910 c.
Edvard
Munch, La danza de la vida, Nasjonalgalleriet, Oslo, 1899-1900
Georges
Schwizgebel, Romance
Emil
Nolde, Danza en torno al becerro de oro,
Staatsgalerie moderner Kunst, Munich, 1910
Os he
traído un par de danzas muy distintas y muy conocidas. En la primera de ellas
podemos ver a Jorge Donn bailando en 1982 el famosísimo Bolero de Maurice Ravel: veréis que tanto la escena como la
coreografía, en la que toman parte otros bailarines, son muy propias de la
época. No os perdáis el comienzo, porque, gracias a la iluminación, es muy
sensual.
El
siguiente baile nos muestra lo que hay que hacer cuando las cosas salen mal,
rematadamente mal: preguntarnos si alguna vez habíamos visto una catástrofe tan esplendorosay celebrarlo con unas incontenibles carcajadas y un buen
syrtaki:
Soy muy curiosa, ya lo sabéis, así que os pregunto: ¿bailáis?
¿Os gusta la danza, ya sea como participantes, ya como espectadores? ¿Qué tipo
de danza? Os invito a que, con vuestras palabras, bailéis conmigo, a que
bailemos todos juntos.
El Bolero de Ravel, me recuerda a mi padre, nos hacía bailar a mi hermana y a mi, como si fuésemos árboles. Jugábamos con la danza. Le agradezco todo lo que nos ha enseñado de arte, pues el es un artista, un pintor, un creador.
A mí me encanta bailar, no se me da de maravilla ni muhco menos pero me gusta mucho. De pequeña iba a baile regional y ese sí que se me daba bien, m encantaba. A día de hoy baile en bodas, bautizos, comuniones, en los conciertos a los que voy, en las verbenas, vamos, siempre que puedo, y en casa como una loca que cualquiera que me vea va a pensar que estoy poseída o algo así,jejejeje. Besinos.
Bueno, no es que lo vaya a pensar... ¡es que estamos poseídas, Marigem! Pero es una posesión buena, danzarina. A mí lo que me gusta es bailar al aire libre, con mucho espacio, para no pegar patadas a nadie... E inventarme los bailes: ¡si vieses qué versiones tan curiosas de la tarantella he llegado a inventarme en Italia! Eso sí, los que sabían bailarla me dieron el visto bueno: "no es muy ortodoxa -me decían-, pero es tarantella". Vamos, como el marido de la peluquera inventándose los bailes en la película de Patrice Leconte.
Mr gusta bailar, no hace falta que sea en un momento especial, cualquier momento es bueno, me atrapa la música y me dejo llevar. Mis hijas algunas veces, se ríen, y dicen, "mamá" :) pero creo que en el fondo les gusta que sea así.. Gracias, Carmen!!
Maravilloso como siempre, Carmen. No, yo no bailo. Daría cualquier cosa por bailar un vals, esas danzas del renacimiento tan cursis... pero tan preciosas y, sobre todo, por bailar un buen tango. Pero cada vez que lo he intentado, me tropiezo con mis pies y la imagen es la de un gato con la cabeza atrapada en un caldero, o sea, ni pizca de gracia. He disfrutado con los cuadros (la maravilla de la pintura rupestre y egipcia y griega. Y he disfrutado con la música y el baile y me he emocionado con Zorba el griego y su esplendorosa catástrofe y su syrtaki, por supuesto. Un disfrute de media tarde, que hoy te he pillado con retraso, es lo que tiene empezar el curso. Un beso.
¡Un tango! Ni me lo planteo: acabaría en catástrofe, y no precisamente esplendorosa. Lo que voy a tener que practicar es el syrtaki. Hace mucha falta, porque el tema de las catástrofes es inagotable. Un abrazo, Rosa. Bailemos.
Yo no sé bailar y lo siento. No por haber desaprovechado un talento que no creo que tenga, si no porque soy la típica persona a la que se le van los pies cuando suena algo a poco ritmo que tenga. Me gusta casi todo, pero si algún día aprendo, el primero al que me apunto será al bals. Adoro los balses, sobre todo los rusos, y ya metida en harina me apuntaría al tango. Es tan..., especial Es un lenguaje en si mismo Precioso y preciso el recorrido histórico con sus cuadros. Como bien dices es más que un expresión de alegría. Es arte, seducción, religión, recuerdo de nuestros ancestros y un lenguaje único. Ahora me voy a ver los vídeos, que hoy no he tenido tiempo en todo el día.
Vals, tango... ¡Harry, pero eso son palabras mayores! Como danzarina anárquica que soy, creo que me quedaré dando saltitos a un lado de la pista de baile mientras disfruto viéndoos bailar a Rosa y a ti.
Me encanta bailar...y sobre todo cuando estoy sola...en medio de una pintura escuchando música....de repente....los brazos se me hacen alas....los pies y el cuerpo se encantan con las geometrías,simetrías.....e infinitas locuras con los ojos y la puerta cerrada!!!! Me río con todo mi cuerpo de mi misma y me hago feliz.....
Qué buena cosa, bailar en medio del proceso de la pintura y bailar también -eso sí que lo hago- pinturas, esculturas, edificios, paisajes. ¡Y bailar la risa!
A mi me encanta bailar. Los pies se van solos y me dejo llevar. En pareja también lo hago pero mi limite está en el tango. Quizá aprenda algún día. Bonita entrada. Un saludo
Uy si, yo soy muy bailón, nada de bailes concretos, bachata, merengue, mambo.... no, yo soy más de estilo libre, jajajaja. Pero lo bailo tó. Cuando suena la música mi cuerpo se mueve y no se (ni quiero) pararlo. Precioso post, me voy a bailar un rato :-)
No bailan los aburridos y los que no saben expresar con sus cuerpos los sentimientos que les embargan, Los vergonzosos y tímidos y los que temen liberar la sensualidad que con sus movimientos podrían descubrirles a un ser diferente que duerme dentro de ellos mismos y no quieren liberar por pacatos. Yo si bailo a la menor ocasión...se me va el cuerpo con el ritmo. Besos y gratitud por tan movida entrada llena de baile.
Qué interesante, Jonh. ¿Hablas en algunas entradas de tu blog de tus experiencias como bailarín? Como conozco tu casa (tu blog) desde hace poco, aún no he podido visitar todas sus habitaciones, solo algunas, pero lo haré. Danzando, por supuesto. Un abrazo.
Nada mas hermoso y feliz que bailar en circulo p en fila ...el DABKI en el HOMS CLUB en Baires a los 16 años....con mis primas.....bello recuerdo que aún mueve mi cuerpo y mi cabeza se llena de notas....
El Bolero de Ravel, me recuerda a mi padre, nos hacía bailar a mi hermana y a mi, como si fuésemos árboles. Jugábamos con la danza. Le agradezco todo lo que nos ha enseñado de arte, pues el es un artista, un pintor, un creador.
ResponderEliminarQué recuerdo tan bello, Anna. Danzar como si fueseis árboles. Es el mejor modo de danzar: como árboles, como aire, como lluvia.
EliminarBramaderas, cómo me gusta esa palabra. Y la respuesta es sí, sobre todo en las bodas.
ResponderEliminarPorque en los funerales da no sé qué...
EliminarYo no sé cómo bailan aquí,
ResponderEliminarque en mi tierra no bailan ansí.
(Romancero de Barcelona)
¿Cómo bailan en tu tierra, Daniel?
EliminarA mí me encanta bailar, no se me da de maravilla ni muhco menos pero me gusta mucho. De pequeña iba a baile regional y ese sí que se me daba bien, m encantaba.
ResponderEliminarA día de hoy baile en bodas, bautizos, comuniones, en los conciertos a los que voy, en las verbenas, vamos, siempre que puedo, y en casa como una loca que cualquiera que me vea va a pensar que estoy poseída o algo así,jejejeje.
Besinos.
Bueno, no es que lo vaya a pensar... ¡es que estamos poseídas, Marigem! Pero es una posesión buena, danzarina.
EliminarA mí lo que me gusta es bailar al aire libre, con mucho espacio, para no pegar patadas a nadie... E inventarme los bailes: ¡si vieses qué versiones tan curiosas de la tarantella he llegado a inventarme en Italia! Eso sí, los que sabían bailarla me dieron el visto bueno: "no es muy ortodoxa -me decían-, pero es tarantella". Vamos, como el marido de la peluquera inventándose los bailes en la película de Patrice Leconte.
Mr gusta bailar, no hace falta que sea en un momento especial, cualquier momento es bueno, me atrapa la música y me dejo llevar. Mis hijas algunas veces, se ríen, y dicen, "mamá"
ResponderEliminar:) pero creo que en el fondo les gusta que sea así..
Gracias, Carmen!!
¡Seguro que les gusta, Inma! ¡Otra poseída, como Marigem y yo! ¿No tendremos algo de ménades? ;)
EliminarMaravilloso como siempre, Carmen. No, yo no bailo. Daría cualquier cosa por bailar un vals, esas danzas del renacimiento tan cursis... pero tan preciosas y, sobre todo, por bailar un buen tango. Pero cada vez que lo he intentado, me tropiezo con mis pies y la imagen es la de un gato con la cabeza atrapada en un caldero, o sea, ni pizca de gracia.
ResponderEliminarHe disfrutado con los cuadros (la maravilla de la pintura rupestre y egipcia y griega. Y he disfrutado con la música y el baile y me he emocionado con Zorba el griego y su esplendorosa catástrofe y su syrtaki, por supuesto.
Un disfrute de media tarde, que hoy te he pillado con retraso, es lo que tiene empezar el curso.
Un beso.
¡Un tango! Ni me lo planteo: acabaría en catástrofe, y no precisamente esplendorosa. Lo que voy a tener que practicar es el syrtaki. Hace mucha falta, porque el tema de las catástrofes es inagotable. Un abrazo, Rosa. Bailemos.
EliminarYo no sé bailar y lo siento. No por haber desaprovechado un talento que no creo que tenga, si no porque soy la típica persona a la que se le van los pies cuando suena algo a poco ritmo que tenga.
ResponderEliminarMe gusta casi todo, pero si algún día aprendo, el primero al que me apunto será al bals. Adoro los balses, sobre todo los rusos, y ya metida en harina me apuntaría al tango. Es tan..., especial Es un lenguaje en si mismo
Precioso y preciso el recorrido histórico con sus cuadros. Como bien dices es más que un expresión de alegría. Es arte, seducción, religión, recuerdo de nuestros ancestros y un lenguaje único.
Ahora me voy a ver los vídeos, que hoy no he tenido tiempo en todo el día.
Vals, tango... ¡Harry, pero eso son palabras mayores! Como danzarina anárquica que soy, creo que me quedaré dando saltitos a un lado de la pista de baile mientras disfruto viéndoos bailar a Rosa y a ti.
EliminarMe encanta bailar...y sobre todo cuando estoy sola...en medio de una pintura escuchando música....de repente....los brazos se me hacen alas....los pies y el cuerpo se encantan con las geometrías,simetrías.....e infinitas locuras con los ojos y la puerta cerrada!!!! Me río con todo mi cuerpo de mi misma y me hago feliz.....
ResponderEliminarQué buena cosa, bailar en medio del proceso de la pintura y bailar también -eso sí que lo hago- pinturas, esculturas, edificios, paisajes. ¡Y bailar la risa!
EliminarA mi me encanta bailar. Los pies se van solos y me dejo llevar. En pareja también lo hago pero mi limite está en el tango. Quizá aprenda algún día.
ResponderEliminarBonita entrada.
Un saludo
Pues otra que se apunta a aprender tango.
EliminarUn abrazo, Yolanda.
Uy si, yo soy muy bailón, nada de bailes concretos, bachata, merengue, mambo.... no, yo soy más de estilo libre, jajajaja. Pero lo bailo tó. Cuando suena la música mi cuerpo se mueve y no se (ni quiero) pararlo.
ResponderEliminarPrecioso post, me voy a bailar un rato :-)
¡Bien, otro bailón libre! ¡Ah, sí, Juanan, acabo de verte en el cuadro de Rubens!
EliminarNo bailan los aburridos y los que no saben expresar con sus cuerpos los sentimientos que les embargan, Los vergonzosos y tímidos y los que temen liberar la sensualidad que con sus movimientos podrían descubrirles a un ser diferente que duerme dentro de ellos mismos y no quieren liberar por pacatos.
ResponderEliminarYo si bailo a la menor ocasión...se me va el cuerpo con el ritmo.
Besos y gratitud por tan movida entrada llena de baile.
¡Otro bailarín, qué alegría, Francisco!
Eliminar¿Y cuando bailamos los libros? Porque nosotros, puestos a bailar, lo bailamos todo.
Un abrazo.
Bueno Carmen, me ha encantado el post, ya no ejerzo pero bailar fue mi diario durante muchos años. Sí, un bailarín profesional (danza contemporánea)
ResponderEliminarUn placer pasar por esta casa.
Un abrazo.
Qué interesante, Jonh. ¿Hablas en algunas entradas de tu blog de tus experiencias como bailarín? Como conozco tu casa (tu blog) desde hace poco, aún no he podido visitar todas sus habitaciones, solo algunas, pero lo haré. Danzando, por supuesto.
EliminarUn abrazo.
Nada mas hermoso y feliz que bailar en circulo p en fila ...el DABKI en el HOMS CLUB en Baires a los 16 años....con mis primas.....bello recuerdo que aún mueve mi cuerpo y mi cabeza se llena de notas....
ResponderEliminarRecuerdas con el cuerpo y bailas: esos son los mejores recuerdos, los que no son piezas encerradas en el pasado sino vida, hoy. Un fuerte abrazo, Vic.
EliminarMe ha encantado la entrada. Luego hay danzas hipnóticas, como la de Maureen Fleming. The Sphere https://vimeo.com/37629326 Un abrazo.
ResponderEliminar¡Qué espléndido regalo, Elena! ¡Gracias!
EliminarEsta mujer me fascina, literalmente.
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