No hace mucho vimos una imagen del Panorama de Berlín,
pintado por Eduard Gaertner entre 1833 y 1838. Formado en el taller del
escenógrafo Carl Gropius, Gaertner se especializó en el paisajismo y las vistas
arquitectónicas.
Panorama de Berlín |
Federico Guillermo III le encargó una serie de cuadros sobre
los palacios reales y otros lugares de Berlín. Asombra, en algunos de ellos, la
utilización de una serie de recursos propios de la fotografía que, años más
tarde, harán suyos los pintores impresionistas. Uno de ellos es la inclusión en
el cuadro de figuras incompletas, recortadas, como si hubiesen sido sorprendidas
por la cámara. Este cuadro, que reproduce la escalera del Palacio de Berlín y
se conserva en el Palacio de Charlottenburg,
fue pintado en 1828. Os recuerdo que la fotografía fue patentada por Daguerre
en 1839.
Ofrecen
también un aspecto muy fotográfico, por su iluminación y encuadre, cuadros como El taller de Gropius (1830) y El
edificio de la Nueva
Guardia (1833), ambos en la Alte Nationalgalerie de Berlín:
Muchos otros cuadros de Gaertner, así como de otros
artistas, nos sorprenden por sus encuadres, sus juegos de luces y sombras, la
calidad cristalina y fría de la imagen, la exacta reproducción de sus detalles
y, en general, por los efectos fotográficos que utilizan años antes de la
invención de la fotografía.
No hay razón para el asombro.
Como indican Aaron Schwartz y Peter Galassi, la fotografía hará suyos todos
estos rasgos presentes ya en las obras de una serie de pintores que –tampoco
puede sorprendernos- realizaron trabajos para diversos espectáculos ópticos y
pintaron cuadros que parecían ya fotografías desde más de medio siglo antes de
que esta se inventase.
Es sorprendente, algunos de esos cuadros parecen de verdad fotografías. Lo que cuentas es nuevo para mí e interesantísimo. Gracias
ResponderEliminarSí, es interesantísimo. Todos conocemos la influencia de la fotografía sobre la pintura impresionista, por ejemplo; pero esto otro sorprende. O sea: la pintura inmediatamente "prefotográfica" nos está preparando visualmente para lo que va a venir. Esos cuadros son "prefotografías": encuadres, luz, tratamiento de las figuras... No había pensado en eso. Me he quedado perplejo.
ResponderEliminarLa interrelación posterior entre fotografía y pintura es muy evidente y también interesante. Llega hasta hoy. Se habla con frecuencia de fotografía experimental y abstracta. A la inversa se percibe también con claridad.
Me ha gustado mucho el tema tratado hoy.
Coincido con Ana María y Daniel. Es impresionante.
ResponderEliminarPara mi, lo más fotográfico de todo es la luz. El uso que hará la fotografía de estos recursos es totalmente nuevo para mi, que estoy pez en este arte, pero no deja de sorprenderme que sea la fotografía la que copie a la pintura y no la revés, en cuanto a que la primera refleja la realidad en el propio instante mientras que el pintor, a pesar de hacerlo también, ha de prolongar ese instante en mucho más tiempo.
Fascinante, en cualquier caso, como ambos géneros se complementan.
GRACIAS Carmen por la enseñanza de hoy.
Gracias a los tres por vuestros comentarios. Como de costumbre, me dais pie para contar más cosas. Por ejemplo, que los nuevos medios tardan un tiempo en encontrar su propio lenguaje, de modo que recurren a lenguajes preexistentes. La fotografía, y también el cine, intentaron "dignificarse" -ya hablaremos de la presunta "falta de dignidad" de la fotografía y el cine-, remitiéndose a la pintura. Como hay muchos tipos de pintura, el caso que menciono en esta entrada -las obras de pintores de vistas ópticas- es uno de los más interesantes y saludables para el nuevo arte de la fotografía. Nuevo en aquellos años, se entiende. Ya veremos también, otro día, lo que comenta Harry acerca de la inspiración de la pintura en la fotografía, que también se produjo.
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