Hoy voy a hacer una pequeña
trampa. Os planteo un supuesto enigma arquitectónico, para ver qué soluciones proponéis. El domingo pondré la
respuesta en los comentarios de esta entrada.
Os voy a mostrar algunas fotografías de dos edificios construidos en Roma por Francesco Borromini: San Carlo alle Quattro Fontane, conocido como San Carlino por su pequeño tamaño, y Sant’Ivo alla Sapienza, la iglesia de la Universidad de Roma.
Os voy a mostrar algunas fotografías de dos edificios construidos en Roma por Francesco Borromini: San Carlo alle Quattro Fontane, conocido como San Carlino por su pequeño tamaño, y Sant’Ivo alla Sapienza, la iglesia de la Universidad de Roma.
Mirad el edículo que hay en el cuerpo central del piso superior de San
Carlino y comparadlo con el edículo de este templo de El Deir, en Petra
(Jordania), conocido como El Tesoro.
Lo muestro con más detalle:
Fijaos también en la torre lateral que aparece en la parte superior izquierda de la imagen, en San Carlino:
La torre es similar a la rotonda que forma la base de la linterna en Sant’Ivo:
¿Su forma no os recuerda a la del Templo de Venus de Baalbek, en Líbano?
Hablemos de fechas: Borromini construyó Sant’Ivo alla Sapienza entre
1642 y 1660; la fachada de San Carlino data de 1667-1668. El Tesoro, en Petra, data del siglo
I a.C.; el Templo de Venus, en Baalbek, probablemente del siglo II d.C.
Podría pensarse que Borromini se inspiró en estos edificios antiguos. Sin embargo, Petra no fue conocida en occidente hasta el siglo XIX, y las primeras excavaciones en Baalbek comenzaron en 1900.
Podría pensarse que Borromini se inspiró en estos edificios antiguos. Sin embargo, Petra no fue conocida en occidente hasta el siglo XIX, y las primeras excavaciones en Baalbek comenzaron en 1900.
¿Cómo pudo Borromini, a
mediados del siglo XVII, inspirarse en esas antiguas y, en la fecha,
desconocidas construcciones?
Se acepta todo tipo de hipótesis, por descabelladas que puedan parecer. Ya sabéis: el domingo, la respuesta.
Se acepta todo tipo de hipótesis, por descabelladas que puedan parecer. Ya sabéis: el domingo, la respuesta.