Aún lo vio Pausanias en fecha tan tardía como el siglo II de la era común, cuando Atenas “ya lo había perdido todo, a excepción de las
estatuas”.
Fotografía de Ricardo André Frantz |
Las niñas, hemos dicho, llevaban algo sobre sus cabezas. Karl Kerény nos habla de las vasijas que mujeres y niñas llevaban sobre la cabeza en las procesiones. Podía ser el kykeon, destinado a bebida, o las thymiateria, que tenían agujeros en la tapa, llevaban fuego en su interior y servían para ofrendas de humo.
En Eleusis, era frecuente que las ofrendas fueran de frutas y otros productos de la tierra.
Mirad lo que lleva en la cabeza ella, la que siempre vuelve, la "señorita presurosa", como decía Aby Warburg :
El juego de las niñas de las que nos habla Calasso y, sobre todo, su recorrido
nocturno y subterráneo me conmueven. ¿No presentís la temperatura y los olores del
aire aquella noche –que fueron muchas noches-? ¿No os alcanza la emoción de
aquellas dos niñas –que fueron muchas niñas-?
***
Calasso no habla de Eleusis en esas líneas. Kerény, sí. Eleusis es "el lugar de la feliz llegada". Antes se llamó Sesaria. "Sésara era el nombre de una heroína eleusina. Su nombre, «la que sonríe», sin duda denota un aspecto de la diosa del mundo inferior". He visto esa sonrisa en el rostro de una mujer que se despedía de ese lugar para regresar pronto a él. Volverás. Volveré. La sonrisa se dirigía a otra mujer que también partía y regresaba, regresaba y partía. Hemos llegado a Eleusis.
«Bienaventurado aquel entre los hombres de la tierra que ha percibido esto».
Preciosa entrada Carmen!! Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias, Juan Antonio. Disfruté mucho con esas lecturas y ahí estoy, siguiendo el hilo (uno entre tantos en este... ¿tapiz?).
EliminarAbrazos grandes para Brigitte y para ti.