miércoles, 31 de agosto de 2016

Olga en Venecia



“Cada vez que describo una ciudad estoy diciendo algo sobre Venecia”, le dice Marco Polo al Kan, según nos cuenta Italo Calvino, y eso a Olga le parece muy bien. Llevamos así toda la vida: Venecia, dice ella, y yo: Florencia. Hemos recorrido juntas esas dos ciudades y muchas otras, y hoy os invitamos a que nos acompañéis a Venecia, la bella insinuante y sospechosa, como la definió Thomas Mann.


Joseph Mallord William Turner, Vista desde la Giudecca
Joseph Mallord William Turner, Gran Canal y Santa María della Salute
Mann, quien mandó al pobre Aschenbach a morirse en Venecia, dijo también de ella que era una ciudad encantada. Carlos Fuentes añadió: “Venecia toda es un fantasma”. Y, para Ramón Gaya, es alma. En cierto modo, todos coinciden en el carácter impalpable, fantasmagórico, en la transparencia de esta ciudad construida a base de reflejos.

Terrick John Williams, Nubes sobre la laguna
La laguna, por supuesto, con sus aguas altas y sus góndolas; los canales que vertebran la ciudad; las arquitecturas que con un estremecimiento se contemplan a sí mismas sobre las aguas. Las aguas en las que se hunde Venecia.


John Singer Sargent, Río dell'Angelo, 1902 
Maurice Prendergast, Góndolas, 1898-99

Maurice Prendergast, Campo di Santa Maria Formosa, 1911-12 c.
Ciudad encantada, ciudad de cuento. ¿Recuerdas, Olga, cuando abrimos la puerta de nuestra habitación en el hotel y vimos cinco camitas alineadas en una estancia estrecha y profunda? Nos sentimos, de golpe, como dos Blancanieves a las que se les habían extraviado dos enanitos.


Maurice Prendergast, Puente

No es difícil eso de perderse en Venecia. ¿Te acuerdas de las persecuciones por los puentes?
  

Maurice Prendergast, Canal

Unos puentes por los que a menudo apenas se puede transitar, por el gentío, pero que, en determinados momentos, nos ofrecen soledad y silencio.

Maurice Prendergast, Paraguas bajo la lluvia

John Singer Sargent, Puente en Venecia
Pierre Auguste Renoir, Vista de Venecia, 1881
Puentes, canales, agua. A Venecia hay que abordarla desde el mar, nos indican las guías turísticas y los Viajes pintorescos que tanto auge alcanzaron durante el siglo XIX. Este es, con frecuencia, el punto de vista reflejado en las vistas para espectáculos ópticos, así como en muchas pinturas.

Joseph Mallord William Turner, Llegada a Venecia, 1844

Ramón Gaya, La Piazzetta. Palazzo Ducale, 1953
¿Nos vamos a la Piazza y la Piazzeta? La Piazza, ya lo sabéis, es la de San Marco; la Piazzetta, ese espacio que se abre junto a ella, con sus dos altas columnas. Ramón Gaya nos habló, hace tiempo, del carácter de esas dos plazas como seres vivos, “seres que están allí, de pie, temerariamente, no para coincidir con nuestras leyes o nuestras razones, sino para sumarnos a su vida, para enamorarnos, para hechizarnos, para vencernos si fuera preciso”. 


Raoul Dufy, La Piazzetta

Joseph Mallord William Turner, La Piazzetta, 1840

Hagamos una pausa en la Piazza antes de proseguir nuestro paseo. Por ejemplo, en el famosísimo Café Florian, inaugurado en 1720. 

 
Ramón Gaya, Café Florian, 1978

Francis Campbell Bolleau, Café Florian
 
Francis Campbell Bolleau, Café Florian


John Singer Sargent, Café en Riva degli Schiavoni, 1880-82 c.
Aunque, si queréis, podemos sentarnos en la terraza de cualquier otro café. Por ejemplo, en este de la Riva degli Schiavoni, llamada así porque en él amarraban sus naves los mercaderes dálmatas (eslavones).

¿Ya estamos repuestos? Pues entonces vamos a ver la basílica de Santa Maria della Salute, construida por Baldassare Longhena entre 1631 y 1687. La Salute es uno de los edificios predilectos de los pintores.

Joseph Mallord William Turner, La Aduana y Santa Maria della Salute, 1843

John Singer Sargent, Santa Maria della Salute, 1904-09

Maurice Denis, La Salute, 1922

Ramón Gaya, La Salute


Me gustaría terminar este paseo de hoy con las palabras que Gaya escribe en 1960 sobre Venecia, “esa ciudad estrambótica, de un pintoresquismo irritante, de una excepcionalidad monstruosa, y que en las fotos se parecía tanto a un capricho, a una ligereza”. Pero, añade: “yo ya sabía que Venecia no era eso, y lo sabía -con una certidumbre cerril- desde que me encontré, cara a cara, siendo muy joven, delante de un Tiziano”. 


Ramón Gaya, Homenaje a Tiziano, 1972

Si tenéis alguna duda acerca del verdadero carácter de Venecia, preguntadle a mi amiga Olga. Pero quienes habéis estado allí y también quienes no habéis estado, ¿qué nos contáis sobre Venecia, esta ciudad que, nos dicen, es como un bello fantasma? 


Ramón Gaya, Gondoleros, 1958


28 comentarios:

  1. Puentes, canales... Agua por doquier, lo que para mí es como un imán. ¿Y puedes creer que aún no la he visitado?
    Magníficas imágenes, como siempre :)

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    1. Anabelee, qué alegría encontrarte... ¿en Venecia? Ya sabes que esa ciudad te espera para que luego nos cuentes si coincides con Olga o conmigo. Aunque, en confianza, te diré que mi amiga ha traicionado a Venecia... con Praga. No tiene mal gusto, no ;)
      Un abrazo, Anabelee

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    2. Huy... Praga es mi debilidad. Desde muy joven me sentía fascinada con la ciudad dorada, y confieso que no me defraudó. Me encanta poder tropezarme con músicos en cada esquina, me encantan sus barrios, sus puentes sus plazas y hasta sus cementerios. Entiendo bien a Olga :)

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  2. Buenos días, Carmen. Me ha encantado este paseo por Venecia con esas magníficas ilustraciones. Estuve allí hace años y disfruté canales, callejuelas,luz,bruma,mar, casas colgantes, puentes,... Tanto que quise quedarme allí, debí hacerlo.Ahora estaría haciendo marionetas o figuras de cristal.

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    1. "Tanto que quise quedarme allí, debí hacerlo".
      Sé cuál sería tu casa veneciana, Montse. La vi. Colgaban de la fachada marionetas y todo tipo de juguetes. Era fascinante. No vi a nadie en ella, pero ahora me imagino que se abre una ventana, te asomas, sonríes y nos dices: "¿queréis pasar para ver los juguetes que hay dentro?". Y nosotras entramos, felices. La casa de Montse en Venecia. Un abrazo. Grande.

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    2. Gracias, Carmen, qué bonita respuesta, acabo de verla y la casa también.Espero poder invitarte a mi casa veneciana alguna vez.Un abrazo.

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  3. En el verano de 1990 cometí una locura. Me monté en un autobús con destino a Venecia. Fue el viaje más duro, por las horas de viaje, pero también ha sido uno de los más hermosos que he tenido y que nunca olvidaré. No he tenido ocasión de volver a esa hermosa ciudad que me enamoró. Algún día lo haré. Gracias por regalármela con tu post.

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    1. Esas locuras siempre valen la pena. Por cierto, ¿cuánto tiempo hace que no cometemos una? Venga, Francisca, antes de que acabe el año tenemos que regalarnos alguna: ¡aunque no incluya un montón de horas en un autobús! Un abrazo, Francisca.

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    2. Ahora las locuras sólo me las puedo permitir entre lápices y teclados por eso todos los días intento cometer una. Un abrazo Carmen.

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  4. Tres regalos que me ha hecho esta mañana Ignacio Jáuregui Real. Los comparto con vosotros para que los disfrutéis tanto como yo:

    http://www.diariosur.es/v/20140131/turismo/limites-ciudad-venecia-italia-20140131.html

    http://www.diariosur.es/v/20130426/turismo/venecia-celeste-sana-yemen-20130426.html

    https://www.google.es/search?q=venecia+celeste+moebius&client=firefox-b&tbm=isch&tbo=u&source=univ&sa=X&ved=0ahUKEwjJjaiBlOvOAhVEWxoKHV3YDVAQsAQIIA&biw=1280&bih=891

    ¡Gracias, Ignacio!

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    1. ¡Muchas gracias! Leeré los artículos a lo largo del día; las imágenes ya las estoy disfrutando

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    2. ¡Moebius! Toda su obra es para disfrutar, desde luego.

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  5. Preciosa Venecia, tengo muchas ganas de visitar tanto Venecia como Praga. Al abrir el blog me he encontrado con la pintura de Joseph Mallord William Turner, Vista desde la Giudecca. Te diré que en mis primer aprendizaje para hacer acuarelas un dia pinte a este pintor en acuarela y me salieron cuatro acuarelas estupendas basadas en sus pinturas. Este en particular salió perfecta, tanto que a alguien le gustó y la vendi. No creo que tengo fotos y me ha hecho ilusión encontrar este foto. ¿No te importará que la haya copiado verdad? -buscaré en mis albunes de fotos de pintura si tengo la foto de la acuarela y haré un post con la foto y mi resultado. Un abrazo

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    1. ¡Por fin puedo contestarte! Tengo muchísimos problemas con la conexión a Internet. Mari Carmen, toma todas las imágenes que quieras. Y pinta, y muéstranos, ¿vale? Un abrazo, artista.

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  6. Preciosa Venecia de la mano de esos pintores que nos presentas Carmen, un placer descubrirla y descubrirlos contigo.
    Gracias.
    Un saludo

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    1. El problema es que hay tantas pinturas y tan magníficas sobre Venecia, que no me he quedado a gusto con las seleccionadas. Vamos, que me he quedado con las ganas de mostrar más. Aunque, ahora que lo pienso... ¡eso es lo que me ocurre siempre,semana tras semana! En fin...
      Gracias, Conxita. Un abrazo.

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  7. Precioso recorrido, Carmen. Un lugar de cuento que no quiero morirme sin contar.

    Un beso grande.

    Fer

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    1. Contar, tienes que contarlo; lo de morirse es otra cuestión: ¡es muy aburrido estar muerto! ¡Ni siquiera se pueden contar historias!
      Un fuerte abrazo, Fer.

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  8. Una gozada viajar con estas pinturas, que me traen tan buenos recuerdos. Por cierto, ¿la de Ramón Gaya no crees que es San Jorge y no La Salute? Lo digo por la orientación y el campanille al fondo. Espero que hayas disfrutado del verano, ¡volvemos a la rutina! Saludos.

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    1. Hola, Gerardo. Buena sugerencia lo que comentas acerca de San Giorgio Maggiore, pero para Gaya es La Salute, y la verdad es que lo es: fíjate en el pórtico, por ejemplo, y en otros detalles. A mí, aunque muy modificado, el campanile me recuerda más al de San Giorgio, no te creas,pero le concederemos al artista la libertad de transformar elementos, suprimirlos, cambiar su posición... Un abrazo, Gerardo. ¡Y al ataque, a disfrutar de septiembre!

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  9. Como siempre, gracias Carmen por alegrar mi alma!

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  10. Hoy he hablado con una amiga que hizo este verano un crucero por el Adriático. Dice que nunca repetirá la experiencia. Es una mujer muy parecida a mí en ciertos aspectos por lo que la entiendo perfectamente, pero también me dijo que no se arrepentía porque llegar a Venecia desde el mar a las ocho de la mañana, compensa todas las bobadas de esos cruceros multitudinarios.
    Yo llegué a Venecia desde tierra. Me hospedaba fuera de la ciudad y la primera noche casi perdemos el último autobús porque ¡¡nos perdimos!!
    Una ciudad mágica en pintura también.
    Un beso.

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    1. Yo también llegué desde tierra. ¡Lástima! Pero es mágica, desde luego que lo es. Lo que no os he contado es que Olga y yo habíamos decidido abandonar Venecia cuando se nos acabase el dinero que teníamos reservado para permanecer en ella. Se acabó, rebuscamos en todos los bolsillos, los bolsos: ni una lira. Así que nos fuimos. Nada más ponerse en marcha el tren, ella se llevó una mano al bolsillo... dinero. Hice lo mismo con mi bolsillo: más y más billetes. No, no habíamos atracado a nadie vestidas de osito ;), ni creemos que un hada buena llenase nuestros bolsillos. Fue Venecia la que había decidido que era hora de regresar a casa, es decir, a nuestra base de operaciones en Florencia, y continuar viaje en otra dirección. Venecia mágica.
      Un beso, Rosa.

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  11. He visitado Venecia en dos ocasiones, con distancia de muchos años. Me sigue encantando y creo que no acabo nunca de conocerla
    Los mismo me ha pasado con el pintor Turner, creía que conocía algo su pintura, pero no sus cuadros de Venecia. Es una delicia ver estas pinturas
    Buenas noches Carmen.

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    1. Ay,es eso, que nunca acabas de conocer una ciudad,un país,a un artista... ¡Siempre nos sorprenden! Es decir, nos permiten seguir mirando con ojos de niño. Buenas noches, Esperanza Mar. Un abrazo.

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  12. Hola a todos:
    para mi Venecia siempre irá unida a la película y sobre todo al adaggio de Mahler. Después leí el libro (muy mal hecho, lo sé), que no había catado y eso que me he leído casi todo lo de Th. Mann. En fin, que me viene a la memoria sin más
    No sé si después de este viaje pictórico, cuando vuelva a salir Venecia, seguiré conservando mis viejos recuerdos o me vengan a la mente Singer, Turner, Gaia y unos cuantos más.

    Me ha gustado mucho la ruta elegida Zen; además hemos podido pararnos a ver un mismo lugar desde diferentes perspectivas y he disfrutado todas.

    Si tuviese que elegir visitar Venecia o Florencia, o una u otra, elegiría Florencia, pero puestos en ruta, ¿por qué no aprovechar y verlo todo. No?.
    De momento no tengo ese problema así que me consolaré visitando estas joyas a través de otras joyas llenas de luz y color.

    GRACIAS Carmen y feliz fin de semana a todos

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    1. ¡Sí, puestas en ruta vale la pena verlo todo!
      Pensar en la película de Visconti y en el adagietto de la quinta sinfonía de Mahler es inevitable.
      Un abrazo grandote, Harry.

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