No voy a hablar en esta entrada del arte digital, sino de la digitalización de fondos gráficos, documentales y hemerográficos.
Digitalizar estos fondos y permitir el libre acceso a ellos a través de internet supone:
- poner estos materiales a disposición de cualquier investigador, sea cual sea su lugar de residencia o su situación.
- preservar del deterioro a los documentos.
- protegerlos de la codicia de los amigos de lo ajeno.
Desde hace años, museos, archivos, bibliotecas y hemerotecas de todo el mundo llevan adelante este proceso de digitalizar y compartir sus fondos.
Ojalá aquellas instituciones más apegadas al pasado y a un concepto patrimonial de los fondos que custodian -concepto, que, paradójicamente, en nada beneficia a la conservación del patrimonio y a su difusión-, decidan sumarse a este proceso, abrir sus puertas, acceder al presente.
Ojalá te lean los responsables de algunas instituciones y tomen cartas en el asunto.
ResponderEliminarLa Hemeroteca que a veces he visitado para algún trabajo de investigación tiene algunas publicaciones microfilmadas, pero en otras ocasiones te entregan la publicación en papel amarillento, quebradizo, a punto de desintegrarse.
Además de, cómo apuntas, estar expuesto al vandalismo de cualquiera.
Ojalá estas instituciones entre en el siglo XXI y faciliten la consulta de sus fondos al tiempo que los preservan.
Si. Y resulta extraño que a estas alturas del siglo, todavía andamos como andamos.
ResponderEliminarIndependientemente de que guste más o menos, las ventajas son enormes. No sé si es miedo, o que se sienten amenzadas por nuevos formatos, o lo de lo tradicional siempre es mejor que lo nuevo.
Pero no deja de ser curioso ese retraso en algo tan importante.