“Cada encuentro con él sucedía bajo el signo de la alegría y de una alegría tan diferente cada vez y tan intensa que regresábamos a casa incrédulos, transfigurados y ligeros, como si tal alegría no pudiera existir ni ser soportada”.
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John W. Shanabrook, Campo de mostaza |
Esto dice Agamben sobre Pepe, a quien menciona con
frecuencia. “¿Quién será este Pepe?”, me pregunto, hasta que… “¡ah, claro,
Pepe!”. Fueron muy amigos. “Era perfectamente él mismo –nos cuenta-, porque
nunca era él mismo. Era como una brisa o
una nube o una sonrisa - absolutamente presente, pero nunca forzado a una
identidad”.
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Giorgio Agamben le cuenta un secreto a José Bergamín (Pepe) |
“Toda su doctrina del yo estaba resumida en un verso de Lope que le
gustaba citar: "Yo me sucedo a mí mismo". El yo no es más que este
sucederse a sí mismo, […] saliendo incesantemente de sí mismo y reingresando a
sí mismo, perdiéndose y aferrándose, en última instancia, solo "un punto
de la nada en que todo se cruza”, un punto vacío donde todo se cruza,
siguiendo, como escribió sobre su amado Lope, “el dictado del aire que lo
dibuja”.
"Si pienso en los amigos y en las personas a las
que he querido -escribe Agamben-, me parece que todos tenían algo en común que solo podría
expresar con estas palabras: lo indestructible en ellos era su fragilidad, su
infinita capacidad de ser destruidos. Pero quizás esta sea la definición más
correcta de lo humano, de ese animal inestable que, según Dante, es el hombre.
No tiene otra sustancia que esta: ser capaz de sobrevivir infinitamente al
cambio y la destrucción”.
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Arkhip Kuindzhi, Antes de la tormenta |
“Amar, creer en alguien o en algo no significa
aceptar como verdaderos dogmas o doctrinas. Más bien, es como permanecer fiel a
la emoción que uno sentía al mirar el cielo estrellado cuando era niño. […) Pero
si tuviera que decir ahora en qué he puesto finalmente mis esperanzas y mi fe,
solo podría confesar en voz baja: no en el cielo, en la hierba. […] Por la
hierba y en la hierba y como la hierba he vivido y viviré”.
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Chaiwad
Baimai
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El verso de Lope que tanto gustaba a Bergamín y el cuadro de Shanabroock que me hizo ver erróneamente en él la bandera de Ucrania, me han metido en esta entrada tuya, Carmen. No conocía nada de este Agamben, así que muchas graciasm Carmen, por dármelo a conocer.
ResponderEliminarBesos
Hay dos Agamben -como mínimo, dos: probablemente, hay más-. Uno de estos Agamben tiene una gran ligereza, su prosa y sus ideas parecen danzar y la lectura de esos libros es deliciosa. Otro Agamben ofrece textos de mayor densidad, muy interesantes, en algunos casos, pero muy distintos a los del Agamben que baila con las palabras. Creo, en cualquier caso, que te gustará. Juan Carlos.
EliminarUn abrazo.
Puede haber vida en las estrellas, pero las estrellas no están vivas. La hierba, sí. Y hasta la veríamos crecer si nos detuviésemos a hacerlo, pero nuestros quehaceres nos distraen de ello... Y en realidad, así es mejor. Pues de esa forma nos sorprende siempre, cuando nos la encontramos ya crecida.
ResponderEliminarYo mismo ando ocupado, Carmen, pero no dejo de leerte. Un abrazo.
Creo que sí que están vivas, Bonifacio. Por lo menos, muchas de las que podemos ver desde este rinconcito que habitamos. De todos modos, no me hagas mucho caso porque, aunque la astrofísica es uno de los numerosísimos temas que me apasionan -¡es un exceso, lo mío!- soy una ignorante (una perfecta ignorante, diría, si no fuese porque la perfección no va conmigo). Oye, pero imagínate qué bullicio de estrellas, de mundos, ¡de hierba, aquí mismo! ¿Y los ritmos? ¿Y si ese lentísimo crecimiento de la hierba pudiese concebirse como vértigo? ¿Un vértigo de lentitud, como de velocidad? Oh, paro, paro...
EliminarUn abrazo "por la hierba y en la hierba y como la hierba"... ¡y viva Agamben!
No cocnocia a este artista. Un abrazo.
ResponderEliminar¿Te refieres a Chaiwad Baimai, Mamen? Sus pinturas de hierba son muy relajantes. Los otros dos artistas, John W. Shanabrook, y Arkhip Kuindzhi, pasaron por aquí hace unos años. Son magníficos.
Eliminarhttps://carmenpinedoherrero.blogspot.com/2016/06/las-sorpresas-de-john-w-shanabrook.html
https://carmenpinedoherrero.blogspot.com/2018/09/arkhip-kuindzhi-la-luz-despues-de-la-luz.html