Me digo:
tengo que portarme bien y hablaros sobre algún artista, en vez de perderme por
esas cosas raras que siempre ando buscando. A fin de cuentas, se supone que este es un
blog de arte, ¿no? Así que voy a intentar ser formal. ¡A intentarlo, solo digo
a intentarlo! Me pongo seria –aunque no mucho- y, seriamente, escribo: “¿Por
qué diablos eligió enterrarse en un país tan remoto?”.
Mujer con una jaula, detalle
No lo digo
yo: fue Aristide Maillol quien lo dijo. Se refería a su amigo József Rippl-Rónai. Si se hubiera
quedado en París, decía Maillol, su
nombre sería ahora tan famoso como los de Édouard Vuillard, Pierre Bonnard
o Maurice Denis. Pero no se quedó.
Mujer en un jardín
Villa Roma en Körtvélyes
El país remoto al que alude Maillol es Hungría. Se dice que Kaposvar, la ciudad donde nació József en 1861, fue fundada sobre siete colinas, como Roma. No fue Italia, sin embargo, el país que escogió Rippl-Rónai para su formación artística. Tras licenciarse en Farmacia, se trasladó a Munich para estudiar Bellas Artes y, gracias a una beca, pudo establecerse en París. Pero, veamos: un pintor húngaro va a París para estudiar… con un maestro húngaro. Este era Mihály Munkácsy. París no se resumía, no obstante, en Munkácsy, ni Francia en París. También estaba –y sigue estando- Pont-Aven, en plena ebullición de pinceles, paletas y colores.
Pavimentación de la calle principal de Kaposvar
Fiesta bretona
A Bretaña se fue nuestro pintor en el verano de
1889 o de 1890; allá conoció a Gauguin y a todo el grupo de Nabis agrupados a su alrededor. Qué
fiesta, ¿no os parece? József se entusiasmó. En 1890 dejó el taller de
Munkácsy, donde había trabajado durante tres años, y echó a volar por su propia
pintura: una pintura que, durante este período parisino, se conoció como
“negra” por la oscuridad de su paleta.
Mujer con cabellos rojos
Mirad, por ejemplo, este pastel en el
que nos muestra un parque por la noche. ¿En París? Probablemente. O en
cualquier otra ciudad, cualquier noche o cualquier día: cualquier parque. Esto
es lo que importa: árboles, farola. Y entonces me acuerdo de Chesterton, aunque
falta el niño –no hay un niño a esas horas en el parque-: “Para el niño, el
árbol y la farola son igualmente naturales e igualmente artificiales. O, mejor
dicho, ninguno de los dos es natural, sino sobrenatural”.
Parque nocturno
De estos años parisinos datan obras como el retrato
de Margit Piátsek o la imagen de la mujer que sostiene entre sus manos la jaula
de un pájaro.
Retrato de Margit Piátsek
Mujer con una jaula
James Abbott McNeill
Whistler, Composición en gris y negro nº1. Retrato de la madre del artista
Rippl-Rónai tuvo
contacto, además de con Gauguin y Maillol, con artistas como Toulouse-Lautrec,
Cézanne, los prerrafaelitas y Whistler. Por cierto,
¿recordáis el famoso retrato de la madre de Whistler, que este tituló como Composición
en gris y negro nº1? Pues Rippl-Rónai
sentó a su abuela, más de dos décadas después, para pintar su retrato, mano
sobre mano. El verde reemplaza, en esta obra, al gris que impera en la de
Whistler.
Mi abuela
Retrato de Lőrinc Szabó
Fue un buen retratista, Rippl-Rónai. Muy bueno. ¡Cuánta expresión alcanza a través de medios tan
sencillos! Lo hace en sus retratos, pero también en las armoniosas figuras
firmemente recortadas sobre los fondos que revelan el interés que el artista
sintió por la decoración, como muestran sus diseños de tapicerías y
vidrieras o sus trabajos en el palacio de Andrássy.
Doncellas
Mujer sentada
Lazarine y Anella
Ese decorativismo se
advierte en la técnica “de grano de maíz”, como él mismo la llamaba, que
utilizó sobre todo tras su regreso a Hungría, después de haber viajado por
diversos países europeos y tras una nueva estancia en París. Rippl-Rónai aplica los
colores puros de un modo que hace que la pintura adquiera el aspecto de un
tejido. La técnica, ya os habréis dado cuenta, está próxima al cloisonismo desarrollado en Pont-Aven
por Émile Bernard y Paul Gauguin, que había utilizado también Louis Anquetin.
Villa Roma
Navidad
Rippl-Rónai pintó numerosas
escenas de interior. Nos asomamos, en ellas, a la intimidad de hogares teñidos,
a veces, de vivos colores. He escrito “intimidad” porque tanto en estas escenas
como en las que reflejan exteriores o en los retratos y, en general, los
cuadros de figura, advierto ese acento de lo íntimo. No sé si a vosotros
también os sucede. Quienes conocieron al artista le definieron como un hombre
apacible, pacífico.
Cuando se vive en el recuerdo
La habitación amarilla del piano
József Rippl-Rónai vivía
en los colores, como le dijo en 1899
a su amigo Maillol, pero aún no vivía al sol. ¿Y después?
Después, sí.
Hola Carmen qué gusto descubrir a otro pintor para mi desconocido, gracias por traerlo. Tienes razón que sus cuadros son muy íntimos, hay una sensación de cercanía y de recogimiento que emociona. Pero me han gustado sobre todo esas formas redondeadas quizás menos precisas pero a mi me han gustado mucho de Doncellas, Mujer sentada o Mujer en un jardín y también la más luminosa de Villa Roma y es que el sol es tan importante (al menos para mi). Besos
Es uno de los artistas húngaros más famosos, pero es verdad que en España (y también en otros países) no es muy conocido. Probablemente, tenía razón su amigo Maillol. A mí me resulta muy interesante, sobre todo porque se advierte que tiene un mundo propio que expresa a través de medios distintos. Un abrazo, Conxita, y muchas gracias.
El “grano de maíz” no me convence mucho, la técnica aplana el efecto, desenfoca el resultado, en mi opinión. La mujer en el jardín no muestra el rostro, pero da igual porque el entorno la absorbe, la despersonaliza convirtiéndola en una planta más (en este caso sí es intencionado). En general las mujeres de los cuadros aparecen inexpresivas, despersonalizadas o veladas, no sé la razón.
Las manos de la mujer de la jaula tienen forma exacta de ala. Sólo están vivas esas manos, su rostro y el pajarillo amarillo, tratando de brillar en la aterciopelada pero gélida penumbra. Todo el cuadro (no sólo la jaula de color verde fúnebre, también la habitación y el vestido) es una jaula en sí, es curioso.
¡Qué buena interpretación del cuadro, Bonifacio! Las obras "grano de maíz" tampoco me parecen las mejores de Rippl-Rónai. Resultan simpáticas, eso sí, pero me atraen mucho más sus pasteles o aquellas obras en las que conjuga diversas técnicas (por ejemplo, carboncillo sobre el que después aplica una fina capa de óleo). Hay algo en la actitud de este artista que me atrae. Su búsqueda, por supuesto, pero también el hecho de renunciar a quedarse en Francia, donde habría alcanzado más fama, para volver a Hungría. Me recuerda a artistas como Ignacio Pinazo, a quien reprochaban que, en vez de establecerse en Madrid, como hizo Sorolla, prefiriese quedarse en su pueblo (Godella), más oscurecido... pero más auténtico.
Una jaula no es el lugar idóneo para crear, ni para vivir. Tu comentario me hace pensar, sin embargo, en los artistas que desarrollaron parte de su obra en cárceles o en campos de concentración, ya fuese por encargo de sus propios carceleros (o matarifes), ya de forma clandestina, con carboncillos y materiales robados a los guardianes. Pintores, escritores, músicos como Olivier Messiaen con su Cuarteto para el fin de los tiempos... No recuerdo ahora el nombre de un poeta ruso que escribía en pequeños trozos de papel que pasó a un compañero y pudieron así salvarse: ¿era Ósip Mandelstam? No estoy segura ahora. Hay un impulso tan fuerte hacia la creación -y también hacia la vida- que, a veces, obliga a estas a seguir latiendo incluso en las peores condiciones que podamos imaginar.
De Mandelstam sé que le enviaron a Siberia por escribir contra Stalin, pero lo de los trozos de papel lo desconozco.
Esa historia oscura de los creadores en circunstancias imposibles (se podrían llamar mártires laicos) daría para un buen libro, recopilando ejemplos de resistencia extrema de múltiples artistas a lo largo de la historia. Sería interesante e instructivo. Y también motivador.
Pues no sabría qué decirte. Pienso que igual deberías escribir dos publicaciones sobre cada pintor (es broma, claro... pero no mucho). Quiero decir que me ha encantado saber cosas del pintor y de su época y de sus influencias y de su estilo o estilos a lo largo del tiempo. Ah, pero tus disquisiciones acerca de todo lo terrenal y etéreo; lo humano y lo divino; los miedos y los deseos; tus relatos de fantasía y reslidad con el prtexto del pintor o del tema; eso no tiene precio. El vídeo final, precioso. Un beso.
¡Otra vez me has arrancado la carcajada, Rosa! No sabes cómo agradezco la risa y la sonrisa (compañeras habituales de mis días). Le comentaba antes a otra amiga, en una de las redes sociales, que la entrada de marzo toca... ¡loca! Muchas gracias, guapísima. Abrazo grande.
¡Ja, ja, vaya dos! Venga, la siguiente entrada toca loca. ¡Como la liebre de marzo! (¿estaba loca la liebre de marzo? Bueno, el que sí que lo estaba era el Sombrerero).
Y como siempre me muestras mundos del arte que desconozco. Sí, tienes razón al decir que estos cuadros son íntimos, en especial me lo parece el de la mujer con la jaula esa falta de atención de ella hacia el pintor me parece hasta enigmática ¿qué secreto pretendía transmitir el artista con esa actitud? En fin, Carmen tendrás que contarnos más cosas sobre este artista. Muchas gracias por el regalo que nos haces con tus magníficos post. Un abrazo.
Como si esa mujer y, en general, todas las figuras que pinta, y él mismo, como artista, estuviesen en su mundo: cada cual en el suyo, como dentro de una esfera y, tal como apuntaba una amiga en otro lugar, arropados por el silencio. No hables de regalos, que menudos regalos tan buenos nos haces tú con tus relatos, Francisca. Un abrazo, escritora.
¡Gracias, Rogelio! Es el lugar donde voy reuniendo las obras de algunos artistas y también muchas de mis locuras. Bueno, ahora que lo pienso... estas últimas se desparraman también fuera del blog. Incontenibles.
Siempre me ha gustado este pintor húngaro, no lo conocia hasta que vi un libro en la librería de la pintura. Me gustan sus retratos, los cuadros intimistas y cómo maneja el pastel. Y sobre todo que usa en algunos mucho color en contraste con los que hace fondos muy oscuros. Un abrazo.
Los retratos son magníficos. A mí me llaman mucho la atención los artistas que pintan así de bien al pastel, porque mis únicos (y claramente desastrosos, aunque eso no importa) tanteos con la pintura han sido a través del pastel, y sé que no es fácil. Bueno, en realidad nada es fácil, sobre todo para quienes no tenemos ni idea ni tampoco habilidad, como yo. Un abrazo, artista.
En el espacio, en el tiempo... Bromeábamos ayer, varios amigos, acerca de cómo íbamos a adentrarnos en el cuadro que representa un parque nocturno para explorar la parte oculta por la oscuridad. Un momento... ¿bromeábamos? ¿Quién dice que era una broma? Gracias, Esperanza Mar.
Hola Carmen, me ha gustado conocer a estos dos pintores, a veces no sabía si hablabas de uno o de otro. La mujer de la jaula de József Rippl-Rónai me ha gustado mucho y esa técnica cuyo nombre desconocía: cloisonismo; esos granos de maíz con ese colorido fantástico. Muy interesante. Un abrazo
¿Dos? ¿Te refieres a Aristide Maillol, al que aludo en el texto por su amistad con József Rippl-Rónai y el comentario que hizo sobre él? Bueno, a ver si un día nos visita también Maillol. Un abrazo, Eme.
Vuelvo a visitar tu casa después de una temporada ausente y me reencuentro con la calidez acostumbrada. Una vez más, me presentas un pintor del que no tenía ni idea y cuyas obras me han gustado muchísimo. Me llama mucho la atención la diferencia de estilo (perdón si no ese el término, no tengo ni idea de arte pictórico) entre unos cuadros y otros. Si veo 'Doncellas'o 'Mujer sentada' nunca pensaría que están hechos por el mismo autor de 'Villa Roma'. Aunque de todos los cuadros que muestras me ha impactado mucho 'Cuando se vive en el recuerdo', esa mujer sentada al fondo de la escena me recuerda a mi abuela y me ha puesto muy triste, la verdad. Otra cosa que me ha llamado mucho la atención: ¡era boticario, como yo! Un abrazo, Carmen.
¡Hola, Kirke! Boticario como el bisabuelo Daniel (era el bisabuelo de mi marido, pero desde que vi sus fotografías, leí sus textos y conocí su historia, lo adopté como mío: ¡vivan los boticarios!). Lo has visto bien: Rippl-Rónai pinta con diversos estilos y con diversas técnicas, a lo largo de su vida. Esto nos habla de un artista que no se conforma con una determinada forma de hacer las cosas, sino que busca. ¡Interesante! Gracias, Kirke. Un abrazo enorme.
Hola, Carmen. Me ha gustado esta entrada después de tanto tiempo, la técnica es interesante, sobre todo las obra realizadas a pastel y el retrato de la abuela resulta conmovedor. Sigue enseñándonos. Un abrazo.
Hermosos retratos al pastel de otro pintor nuevo también para mi. Me encanta colorear formas y jugar con los colores de las tizas... Acabo de leer esta misma mañana un hermoso poema que habla de jaulas, pájaros y pintura que pedía una imagen como la que me acabas de regalar apreciada Carmen, así que con tu permiso me quedo con "Mujer con una jaula". No exagero si digo que en tus entradas siempre aparecen sincronicidades con algo en lo que estoy metida o ando buscando ¿porqué será?.
Hola a todos, como la mayoría, desconocía a este pintor y resulta fascinante. Se mueve en diferentes estilos y los colores los usa con gusto y sin dejar ninguno fuera de su paleta.
No se hizo famoso, pero a lo mejor no quería serlo. Pintó lo que le gustaba pintar y quizás su carácter tranquilo le hizo no desearlo. No lo sé, pero es un gusto que, a pesar de ello, tú si lo conocieses, porque algunas de sus obras me han gustado mucho. Gracias y saludines a todos
Ahí está: no le interesó alcanzar más fama si eso implicaba -como necesariamente implica- vivir de un modo que no le atraía. Vivió a gusto, hizo lo que quería. Eso está bien. Gracias, Harry. Abrazo grande y feliz fin de semana.
No conocía al pintor y me agrada lo que he visto y leído. Sé que voy a aprender con estas entradas tuyas. Seguro que sí, pues mi desconocimiento es muy grande. Saludos.
Hola Carmen qué gusto descubrir a otro pintor para mi desconocido, gracias por traerlo. Tienes razón que sus cuadros son muy íntimos, hay una sensación de cercanía y de recogimiento que emociona. Pero me han gustado sobre todo esas formas redondeadas quizás menos precisas pero a mi me han gustado mucho de Doncellas, Mujer sentada o Mujer en un jardín y también la más luminosa de Villa Roma y es que el sol es tan importante (al menos para mi).
ResponderEliminarBesos
Es uno de los artistas húngaros más famosos, pero es verdad que en España (y también en otros países) no es muy conocido. Probablemente, tenía razón su amigo Maillol. A mí me resulta muy interesante, sobre todo porque se advierte que tiene un mundo propio que expresa a través de medios distintos. Un abrazo, Conxita, y muchas gracias.
EliminarMagnifico trabajo, Carmen Pinedo, me ha encantado. Saludos
ResponderEliminarGracias, Ingeborg. Me alegra que te haya gustado esta pequeña aproximación a la obra de un artista grande. Saludos.
EliminarEl “grano de maíz” no me convence mucho, la técnica aplana el efecto, desenfoca el resultado, en mi opinión. La mujer en el jardín no muestra el rostro, pero da igual porque el entorno la absorbe, la despersonaliza convirtiéndola en una planta más (en este caso sí es intencionado). En general las mujeres de los cuadros aparecen inexpresivas, despersonalizadas o veladas, no sé la razón.
ResponderEliminarLas manos de la mujer de la jaula tienen forma exacta de ala. Sólo están vivas esas manos, su rostro y el pajarillo amarillo, tratando de brillar en la aterciopelada pero gélida penumbra. Todo el cuadro (no sólo la jaula de color verde fúnebre, también la habitación y el vestido) es una jaula en sí, es curioso.
¡Qué buena interpretación del cuadro, Bonifacio!
EliminarLas obras "grano de maíz" tampoco me parecen las mejores de Rippl-Rónai. Resultan simpáticas, eso sí, pero me atraen mucho más sus pasteles o aquellas obras en las que conjuga diversas técnicas (por ejemplo, carboncillo sobre el que después aplica una fina capa de óleo).
Hay algo en la actitud de este artista que me atrae. Su búsqueda, por supuesto, pero también el hecho de renunciar a quedarse en Francia, donde habría alcanzado más fama, para volver a Hungría. Me recuerda a artistas como Ignacio Pinazo, a quien reprochaban que, en vez de establecerse en Madrid, como hizo Sorolla, prefiriese quedarse en su pueblo (Godella), más oscurecido... pero más auténtico.
La fama es caprichosa.
EliminarCreo que cualquier lugar es bueno para desarrollar la propia obra... siempre que no sea una jaula.
Una jaula no es el lugar idóneo para crear, ni para vivir. Tu comentario me hace pensar, sin embargo, en los artistas que desarrollaron parte de su obra en cárceles o en campos de concentración, ya fuese por encargo de sus propios carceleros (o matarifes), ya de forma clandestina, con carboncillos y materiales robados a los guardianes. Pintores, escritores, músicos como Olivier Messiaen con su Cuarteto para el fin de los tiempos... No recuerdo ahora el nombre de un poeta ruso que escribía en pequeños trozos de papel que pasó a un compañero y pudieron así salvarse: ¿era Ósip Mandelstam? No estoy segura ahora.
EliminarHay un impulso tan fuerte hacia la creación -y también hacia la vida- que, a veces, obliga a estas a seguir latiendo incluso en las peores condiciones que podamos imaginar.
De Mandelstam sé que le enviaron a Siberia por escribir contra Stalin, pero lo de los trozos de papel lo desconozco.
EliminarEsa historia oscura de los creadores en circunstancias imposibles (se podrían llamar mártires laicos) daría para un buen libro, recopilando ejemplos de resistencia extrema de múltiples artistas a lo largo de la historia. Sería interesante e instructivo. Y también motivador.
Pues no sabría qué decirte. Pienso que igual deberías escribir dos publicaciones sobre cada pintor (es broma, claro... pero no mucho). Quiero decir que me ha encantado saber cosas del pintor y de su época y de sus influencias y de su estilo o estilos a lo largo del tiempo. Ah, pero tus disquisiciones acerca de todo lo terrenal y etéreo; lo humano y lo divino; los miedos y los deseos; tus relatos de fantasía y reslidad con el prtexto del pintor o del tema; eso no tiene precio.
ResponderEliminarEl vídeo final, precioso.
Un beso.
¡Otra vez me has arrancado la carcajada, Rosa! No sabes cómo agradezco la risa y la sonrisa (compañeras habituales de mis días). Le comentaba antes a otra amiga, en una de las redes sociales, que la entrada de marzo toca... ¡loca!
EliminarMuchas gracias, guapísima. Abrazo grande.
Sí, sí,Rosa, estoy de acuerdo: una de cada, porque las más suyas son siempre extraordinarias.
Eliminar¡Ja, ja, vaya dos! Venga, la siguiente entrada toca loca. ¡Como la liebre de marzo! (¿estaba loca la liebre de marzo? Bueno, el que sí que lo estaba era el Sombrerero).
EliminarY como siempre me muestras mundos del arte que desconozco. Sí, tienes razón al decir que estos cuadros son íntimos, en especial me lo parece el de la mujer con la jaula esa falta de atención de ella hacia el pintor me parece hasta enigmática ¿qué secreto pretendía transmitir el artista con esa actitud? En fin, Carmen tendrás que contarnos más cosas sobre este artista. Muchas gracias por el regalo que nos haces con tus magníficos post. Un abrazo.
ResponderEliminarComo si esa mujer y, en general, todas las figuras que pinta, y él mismo, como artista, estuviesen en su mundo: cada cual en el suyo, como dentro de una esfera y, tal como apuntaba una amiga en otro lugar, arropados por el silencio.
EliminarNo hables de regalos, que menudos regalos tan buenos nos haces tú con tus relatos, Francisca. Un abrazo, escritora.
Formidable el blog, Carmen. Felicitaciones.
ResponderEliminar¡Gracias, Rogelio! Es el lugar donde voy reuniendo las obras de algunos artistas y también muchas de mis locuras. Bueno, ahora que lo pienso... estas últimas se desparraman también fuera del blog. Incontenibles.
EliminarSiempre me ha gustado este pintor húngaro, no lo conocia hasta que vi un libro en la librería de la pintura. Me gustan sus retratos, los cuadros intimistas y cómo maneja el pastel. Y sobre todo que usa en algunos mucho color en contraste con los que hace fondos muy oscuros. Un abrazo.
ResponderEliminarLos retratos son magníficos. A mí me llaman mucho la atención los artistas que pintan así de bien al pastel, porque mis únicos (y claramente desastrosos, aunque eso no importa) tanteos con la pintura han sido a través del pastel, y sé que no es fácil. Bueno, en realidad nada es fácil, sobre todo para quienes no tenemos ni idea ni tampoco habilidad, como yo. Un abrazo, artista.
EliminarGracias por introducirme de nuevo en otro pintor que no conocía, me hace avanzar y retroceder según los cuadros.
ResponderEliminarEn el espacio, en el tiempo... Bromeábamos ayer, varios amigos, acerca de cómo íbamos a adentrarnos en el cuadro que representa un parque nocturno para explorar la parte oculta por la oscuridad. Un momento... ¿bromeábamos? ¿Quién dice que era una broma?
EliminarGracias, Esperanza Mar.
Hola Carmen, me ha gustado conocer a estos dos pintores, a veces no sabía si hablabas de uno o de otro. La mujer de la jaula de József Rippl-Rónai me ha gustado mucho y esa técnica cuyo nombre desconocía: cloisonismo; esos granos de maíz con ese colorido fantástico. Muy interesante. Un abrazo
ResponderEliminar¿Dos? ¿Te refieres a Aristide Maillol, al que aludo en el texto por su amistad con József Rippl-Rónai y el comentario que hizo sobre él? Bueno, a ver si un día nos visita también Maillol. Un abrazo, Eme.
EliminarVuelvo a visitar tu casa después de una temporada ausente y me reencuentro con la calidez acostumbrada.
ResponderEliminarUna vez más, me presentas un pintor del que no tenía ni idea y cuyas obras me han gustado muchísimo.
Me llama mucho la atención la diferencia de estilo (perdón si no ese el término, no tengo ni idea de arte pictórico) entre unos cuadros y otros. Si veo 'Doncellas'o 'Mujer sentada' nunca pensaría que están hechos por el mismo autor de 'Villa Roma'.
Aunque de todos los cuadros que muestras me ha impactado mucho 'Cuando se vive en el recuerdo', esa mujer sentada al fondo de la escena me recuerda a mi abuela y me ha puesto muy triste, la verdad.
Otra cosa que me ha llamado mucho la atención: ¡era boticario, como yo!
Un abrazo, Carmen.
¡Hola, Kirke! Boticario como el bisabuelo Daniel (era el bisabuelo de mi marido, pero desde que vi sus fotografías, leí sus textos y conocí su historia, lo adopté como mío: ¡vivan los boticarios!).
EliminarLo has visto bien: Rippl-Rónai pinta con diversos estilos y con diversas técnicas, a lo largo de su vida. Esto nos habla de un artista que no se conforma con una determinada forma de hacer las cosas, sino que busca. ¡Interesante!
Gracias, Kirke. Un abrazo enorme.
Hola, Carmen. Me ha gustado esta entrada después de tanto tiempo, la técnica es interesante, sobre todo las obra realizadas a pastel y el retrato de la abuela resulta conmovedor. Sigue enseñándonos.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Enseñando, no! ¡Aprendiendo, Gerardo, siempre aprendiendo! Un abrazo.
ResponderEliminarHermosos retratos al pastel de otro pintor nuevo también para mi. Me encanta colorear formas y jugar con los colores de las tizas... Acabo de leer esta misma mañana un hermoso poema que habla de jaulas, pájaros y pintura que pedía una imagen como la que me acabas de regalar apreciada Carmen, así que con tu permiso me quedo con "Mujer con una jaula". No exagero si digo que en tus entradas siempre aparecen sincronicidades con algo en lo que estoy metida o ando buscando ¿porqué será?.
ResponderEliminarEntrelazamiento en las búsquedas, los encuentros, las preguntas. Tuya es la "Mujer con una jaula", Elena. Y también este abrazo.
EliminarHola a todos, como la mayoría, desconocía a este pintor y resulta fascinante. Se mueve en diferentes estilos y los colores los usa con gusto y sin dejar ninguno fuera de su paleta.
ResponderEliminarNo se hizo famoso, pero a lo mejor no quería serlo. Pintó lo que le gustaba pintar y quizás su carácter tranquilo le hizo no desearlo. No lo sé, pero es un gusto que, a pesar de ello, tú si lo conocieses, porque algunas de sus obras me han gustado mucho.
Gracias y saludines a todos
Ahí está: no le interesó alcanzar más fama si eso implicaba -como necesariamente implica- vivir de un modo que no le atraía. Vivió a gusto, hizo lo que quería. Eso está bien.
EliminarGracias, Harry. Abrazo grande y feliz fin de semana.
No conocía al pintor y me agrada lo que he visto y leído. Sé que voy a aprender con estas entradas tuyas. Seguro que sí, pues mi desconocimiento es muy grande. Saludos.
ResponderEliminarGracias, Ángeles. Un saludo.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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