Nicholas Roerich (1874-1947)
Los ojos recuerdan. Unas imágenes hacen que otras estallen en la memoria y así, con ese súbito fulgor de reconocimiento, se reanuda el largo diálogo entre formas, colores… miradas. Cuando vi las obras de Nicholas Roerich, un nombre afloró a mis labios. Poco a poco, a este nombre se han sumado otros y, estoy segura, cabría añadir muchos más. Dentro de un momento escribiré algunos de esos nombres y os mostraré lo que los ojos de mi memoria vieron para que también vosotros podáis contemplarlo, pero antes, como es posible que algunos no conozcáis a Roerich, os lo presento.
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Nicholas Roerich, Estrella matutina |
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Himalaya |
Se trata de un pintor, arqueólogo, escritor, escenógrafo, místico y viajero ruso que vivió entre 1874 y 1947. Fue amigo de Albert Einstein, Aldous Huxley y Rabindranath Tagore. Roerich promovió el llamado Pacto Roerich y la Bandera de la Paz, consagrados a respetar la inviolabilidad de todos los lugares e instituciones de relevancia cultural, tanto en la paz como en la guerra. Este pacto se firmó en la Casa Blanca en 1935, en presencia de Franklin D. Roosevelt. Roerich fue nominado para el Premio Nobel de la Paz en dos ocasiones: en 1939 y 1935. La paz, el respeto por los lugares de la ciencia, de la educación, del arte, de la historia, de la religión… qué lejos está aún todo eso y cuánto lo anhelamos, ¿verdad?
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Nicholas Roerich, Guru-Guri Dhar |
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Nicholas Roerich, Camino a Shambhala |
Roerich vivió en Rusia, en Estados Unidos y en diversos países europeos. Viajó con su mujer, Helena, y con su hijo a la India, el Turquestán chino, Mongolia y Tíbet. Ya podéis imaginar que este fue, también, un viaje interior. De sus viajes por Asia nos legó, además de una serie de escritos, magníficas vistas del Himalaya y de otros enclaves. Sus montañas nos traen los ecos de otras que recorrimos hace poco tiempo, de la mano de un pintor que también aspiró a reflejar la “sustancia de la naturaleza”: Ferdinand Hodler.
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Nicholas Roerich, Nan Shan, frontera tibetana |
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Nicholas Roerich, Himalaya |
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Nicholas Roerich, Batalla
de Kerzhenets |
Ya he pronunciado uno de los nombres: Hodler. Si nos detenemos en algunos de los decorados escenográficos pintados por Roerich y también en otras pinturas suyas, ajenas al ámbito teatral, podemos pensar en algunas obras tempranas de otro famoso artista ruso: Kandinsky. No nos sorprende: ambos beben de las mismas fuentes del folclore, las leyendas y el arte popular ruso, además de confluir con sus trabajos artísticos en los Ballets Rusos de Sergei Diaghilev.
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Vasili Kandinsky, La
canción del Volga |
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Nicholas Roerich, Visitantes de ultramar |
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Nicholas Roerich, La última Atlántida |
Me gustaría detenerme a hablar de los trabajos escénicos de Roerich, pero son muchos los caminos que se abren ante nosotros. En cada uno de ellos leemos un nombre que, en ocasiones, nos conduce a otros. Mirad ese rótulo imaginario, por ejemplo, en el que adivinamos el nombre de Lovecraft. Las obras de Roerich que el escritor contempló en Nueva York le inspiraron su novela En las montañas de la locura. En una carta a un amigo, Lovecraft habló del artista ruso como “una de esas raras almas fantasiosas que han vislumbrado los secretos grotescos, terribles, de más allá del espacio y el tiempo”.
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Nicholas Roerich, Tíbet |
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Nicholas Roerich, Más
bajo que la profundidad |
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Edward Hopper, El
faro |
Acabo de nombrar a un escritor. ¿Y si menciono ahora a un pintor tan conocido como lo es ese escritor? O, mejor, sin necesidad de pronunciar su nombre, os muestro la imagen de dos obras suyas, entre tantas como podría mostrar, junto a otras dos de Nicholas Roerich. Adelante, miremos hacia lo alto. ¿Hacia la luz, aunque se trate de la luz… de un faro?
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Nicholas Roerich, La capilla de San Sergio |
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Nicholas Roerich, La capilla de San Sergio |
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Edward Hopper, La
colina del faro |
Nombres, muchos nombres; muchos caminos, también, como los que recorren esas figuras andariegas que remiten a la carta del Loco en el Tarot:
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Nicholas Roerich, Peregrino de la ciudad radiante |
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Yaroslav Gerzhedovich, Regreso |
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Moebius, Cristal
mayor |
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Nicholas Roerich, Batalla en los cielos |
Tengo muchas más cosas que contaros, hay muchas más obras de Roerich que os deseo mostrar, pero acaba de hacer su aparición Moebius. Me pregunto cuándo y dónde contempló Jean Giraud las obras de Roerich. ¿Fue a través de Alejandro Jodorowsky como conoció a este artista ruso con quien comparte formas, ideas, universos? Lo ignoro. Siempre se habla de la fascinación de Moebius por Vermeer. Muy bien, excelente. Pero, ¿y Roerich?
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Nicolas Roerich, Cerca del Brahmaputra |
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1 ¿Roerich o Moebius?
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Bien, ¿adivináis lo que voy a hacer ahora? Me voy. Sí, me voy y os dejo varias imágenes de obras de Roerich y de Moebius, así, sin más, sin comentar nada. Delego en vosotros la tarea de decir a cuál de los dos artistas corresponde cada una de las obras que siguen y, por supuesto, la de comentar todo lo que se os ocurra: semejanzas, disparidades, ideas y sensaciones que os sugieren las obras... El blog es vuestro.
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2 ¿Roerich o Moebius? |
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3 ¿Roerich o Moebius? |
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4 ¿Roerich o Moebius? |
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5 ¿Roerich o Moebius? |
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6 ¿Roerich o Moebius? |
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7 ¿Roerich o Moebius? |
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8 ¿Roerich o Moebius? |
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9 ¿Roerich o Moebius? |
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10 ¿Roerich o Moebius? |
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11 ¿Roerich o Moebius? |
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12 ¿Roerich o Moebius? |
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13 ¿Roerich o Moebius? |
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14 ¿Roerich o Moebius? |
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15 ¿Roerich o Moebius? |
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16 ¿Roerich o Moebius? |
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17 ¿Roerich o Moebius? |
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18 ¿Roerich o Moebius? |
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19 ¿Roerich o Moebius? |
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20 ¿Roerich o Moebius? |
He disfrutado muchísimo con tu entrada, Carmen, y has hecho que me enamore de Roerich. Los paisajes que pinta son espectaculares, te atrapan y te dejan sin habla. Ya desde la primera pintura me he enganchado en busca de más y al llegar a "Camino a Shambhala", me he detenido para no perder detalle. Con tu permiso comparto tu trabajo en mi página. ¡Cuánto echo de menos tu entrada la semana que no la publicas! Me confieso adicta a ellas y a los comentarios tuyos y de tus seguidores, de los que aprendo también muchísimo. Un besazo.
ResponderEliminarA mí me sorprendió mucho este artista. ¡Moebius!, exclamé, pero luego fueron surgiendo otros nombres. Lo de Moebius, desde luego, está clarísimo. El caso es que he buscado información, a ver si alguien explicaba la relación entre ambos, pero por el momento no la he encontrado.
EliminarAhora el blog está en modo "poco a poco", Carmela. Tengo que escribir otras cosas y además... ¡me vence la pereza! La próxima entrada será de las de lujo: ¡invitados!
Un abrazo grandote, amiga mía.
Un juego con trampa previa. Sabías que nos tendrías obsesionadas con resolver el acertijo, pero no te lo personaremos si no nos haces una nueva entrada con Moebius y con Roerich ¿o era al revés? Enhorabuena por tu post siempre lleno de intrigas. Un abrazo.
ResponderEliminar¡No seas traviesa, Francisca! Algunas de las obras se confunden; otras no, se ve que son de uno o de otro, pero... ¡caray, las que que se confunden entre sí...! Las soluciones se demorarán. Como le decía ahora mismo a Carmela, el ritmo se hace más pausado. Verano, escrituras que se agolpan... Uf.
EliminarUn abrazo, Francisca.
Qué placer leerte, como siempre. Descubrí a Roerich a través de En las montañas de la locura, libro que por cierto tiene un curioso encadenamiento con la Narración de Arthur Gordon Pym, de Poe, y La esfinge de los hielos, de Verne. Gracias y un saludo amistoso.
ResponderEliminarEs cierto lo que dices acerca de esos libros, Luis: pasamos de escritor en escritor, de obra en obra, como de pintor en pintor. ¡Diálogo que no cesa! Gracias, Luis.
EliminarQué bonita entrada!! No conocía a Roerius y en cambio Moebich me es muy familiar. La pintura del mayor se acerca a ese límite difuso en el que roza el mundo del dibujo, pero la actitud, el ojo, no deja de ser el del pintor, como en Hopper o Kandinsky. El más joven mantiene los pies en el territorio del dibujo.
ResponderEliminarEsa es mi clave para el juego...
Buena clave es esa, Luis. De todos modos, algunas de las imágenes del juego son engañosas. Te confieso que tengo que consultar la "chuleta" para saber si son de Roerius o de Moebich (¡eso me ha gustado!).
EliminarVale, pues apuesto por Moebius en las imágenes 3,6,8,11,15,16,y 20 y las demás para Roerich. Emoción!!
Eliminar¡Hagan juego, señores! ¡Hagan juego! ;)
EliminarHola Carmen, me ha encantado la entrada, no conocía a Roerius pero un poco a Moebius, aunque me declaro una entusiasta ignorante que no consigo distinguir, bueno todo es ponerse y aprender a reconocer.
ResponderEliminarLo que sí te digo es que todas las imágenes que ilustran el post son una maravilla y algunas serán inolvidables.
Me mantengo a la espera, mirando el juego.
Besazos amiga.
Hola, Xus. Roerich es un personaje muy curioso: ¡tener como amigos a Einstein, Huxley y Tagore, entre otros, no es pequeña cosa! Bueno, y la verdad es que Jean Giraud (Moebius)también es muy, muy particular. Recuerdo mi fascinación cuando mi hermano llegó a casa con las revistas donde aparecían sus obras.
EliminarAbrazo grande, grande, Xus.
La 6, 8, 11 y la 16 se las adjudico a Moebius. Las otras me cuesta. Gracias Carmen por hacerme conocer a Roerich y por traer a Moebius, soy gran admiradora. Excelente tu blog, siempre tienes una mirada sorprendente sobre el arte!
ResponderEliminarDentro de unos días publicaré las soluciones. Gracias, Anónimo. Un saludo.
EliminarNo me atrevo a jugar, Carmen. Casi todas me salen de Moebius. Esperaré a ver las soluciones. Soy cobarrrrrde.
ResponderEliminarNo conocía a ninguno de los dos.
Preciosas las imágenes de ambos... aunque me quedo con mi Hopper y sus faros.
Un beso.
¡Ja ja! Fíjate que yo preparo la entrada, selecciono las imágenes (hay muchísimas más de ambos artistas que se confunden entre sí) y luego... ¡tengo que mirar la chuleta porque ante algunas de las obras también dudo!
EliminarMmm, faros...
Un abrazo, Rosa.
¡¡¡Hola!!! Me pasa como a Rosa, y me sale Moebius y al igua que ella me quedo con Hopper y sus faros, qué maravilla.
ResponderEliminarHe disfrutado mucho con la entrada, y con los nombres...Lovecraff, Einstein...es que has aunado tanto talento en un solo post...Besos.
Ah, no, fueron ellos los que se reunieron, yo no he hecho nada. Qué barbaridad, qué nombres,¿verdad? Esos encuentros, esos diálogos entre semejantes talentos, fascinan. ¡Y qué pequeñita y, a la vez, tan contenta me hacen sentir!
EliminarAbrazo de mitad de semana, Gema. Con sol, calorcito y algo de brisa.
Pues he de decirte que me has tenido entretenido un buen rato Carmen. A primera vista hay cuadros que hacen dudar (8 y 14) aunque se percibe más fantasía en Moebius, pero después de mucho observar he identificado a Roerich con claridad por las aristas de las montañas y la arquitectura de sus construcciones. ¡Que artista Roerich más interesante...! y que amistades! Yo también coincido en quedarme con Edward Hopper, me atrae especialmente el diálogo que se crea entre el faro y la casa.
ResponderEliminarComo siempre gracias Carmen. Un abrazo
¡Estos dos artistas dan juego!
EliminarExiste la posibilidad de que dentro de unos años se organice en Málaga una exposición dedicada a la vertiente más simbolista de Roerich. Me lo comentó ayer un amigo. ¡Qué ilusión, si se hace!
Esperaremos, mientras tanto, en nuestro faro. Con permiso de Hopper.
Un abrazo, Elena. Gracias.
¡Cómo me gustan esos colores tan límpios!. ¡La nitidez de los perfiles, la suavidad de matices, la armonía en los contrastes!. 3, 4, 6, 8, 11, 13, 15, 16, 20: Moebius. Gracias.
ResponderEliminarSon colores para respirar.
EliminarDentro de unos días publicaré las soluciones. ¿Nos llevaremos alguna sorpresa?
Gracias, Galefod. Un abrazo.
Desconocía a Roerich, a Moebius lo conocía por los cómics, aunque más bien de oídas, de su enorme influencia, pero he visto poquito su obra.
ResponderEliminarAntes de compararlo con Hopper, me estaba llamando la atención el uso de la luz, las figuras a veces son un pelín geométricas, pero el reflejar siete colores de blancos en el Himalaya (cuadro de las montañas blancas) es curioso; o los diferentes morados de la cueva; en fin, que te voy a contar.
Del juego supngo que lo que son dibujos más puros y duros serán Moebius, y los otros pues ya no lo sé, pero Moebius parece tener una visión más de ciencia ficción, así si aparecen como cosas raras que evoquen otros mundos, pues será Moebius también, y luego supongo que habrá cosas ambiguas; y si tú tienes que recurrír a chuleta, apaga y vámonos.
Bueno Carmen, un placer.
Chao.
Ya me lo has contado, Poeta: los blancos del blanco. Hoy tengo pocas palabras, pero entre ellas no falta una de mis preferidas: gracias.
EliminarUn placer abrir el blog, y comenzar a leer y disfrutar de este este artista Roerich, no lo conocía, y ha sido impactante su obra a Moebius lo tenia como.. mas o menos conocido, lo tenia en 2º plano, conocimiento escaso
ResponderEliminarInvestigare para conocer mas. Muchas gracias por ser tan generosa con tus conocimientos hacia los demas
Son sorpresas, son búsquedas... Ya verás cuántas obras de ambos artistas encuentras donde se respira una atmósfera parecida. Aparte de eso, cada uno en su arte son muy interesantes.
EliminarGracias, Esperanza Mar. Un abrazo grande.
Un libro...Max Frisch " El hombre aparece en el Holoceno" .....todos estos paisajes y la habitación del mundo por el hombre a través de cientos de millones de años....todo parece recién hecho....para nosotros...lleva a revisar nuestros credos históricos...muyyy interesante cuando estoy en esta etapa justamente....gracias
ResponderEliminarEsa sensación de que siempre hemos estado allí, Vic, de absoluta contemporaneidad con todos los humanos, de que todo es ahora...
EliminarHola a todos:
ResponderEliminarun buen juego para empezar el mes no está nada mal. Yo me lanzo, porque soy así, pero seguro que en alguno meto la pata hasta la rodilla.
De Moebius me han parecido con cierta claridad, que a saber si acierto: 1-3-6-8-10-11-13-14-15-16. A partir de aquí puede salir cualquier cosa.
De todos modos, acierte o no, me han parecido una maravilla. Los antecedentes de este pintor que no conocía pero tan ruso en el color, en la parte fantástica y en esos paisajes infinitos. Una vida fascinante, y que decir de sus amistades. Todo un visionario en el tema de la paz y en lo que estamos aún como al principio, pero siempre da esperanza que personas así nos hagan soñar.
GRACIAS Carmen por esta entrada tan mágica y de gran belleza.
Saludines
La semana que viene pondré las soluciones, Harry. Mientras tanto, seguimos soñando, como dices, con esa paz y ese respeto que ojalá algún día la humanidad consiga alcanzar. Abrazo grande, grande, Harry.
EliminarBuena entrada, como siempre. Hablas de "los ojos de tu memoria". Es mejor eso que "la memoria de los ojos",supongo, porque la vista engaña mucho (no sé si más que la memoria).
ResponderEliminarPor eso no entro en el juego de adivinar autores, para no meter la pata.
Saludos.
Creo que, más que memoria, se trata de relaciones cuya evidencia estalla, de repente: relaciones visuales, pero también entre frases.
EliminarA propósito de memoria, me recuerdas que debo poner las soluciones al juego. Mañana. Creo.
Gracias, Bonifacio. Un saludo.
Asombrada me ha dejado Roerich. No soy capaz de expresar por qué me han gustado tanto esos cuadros, si solo hay montañas..., y sin embargo, deben de tener algo especial.
ResponderEliminarLas cumbres siempre me parecen inhóspitas, en cambio, estas se me antojan acogedoras, es más, diría que desde esas cimas el alma echa a volar y se eleva sobre todos los asuntos mundanos y encuentra la paz.
Alma: seguramente, lo que tienen es alma. Como la que echa a volar desde sus cimas.
EliminarMe alegra que te haya gustado Roerich, Milano.
Un abrazo.
Hola Carmen, no te lo creerás pero creí que no estaban las soluciones. Los trazos de los dos pintores son muy diferentes: en los colores que utilizan (el azul por ejemplo), las líneas que cortan y además uno tiene más tendencia a trabajar con la fantasía que el otro, que es más realista. Hay cuadros que he dudado, no estaba tan claro que fuera Roerich, evidentemente no era de Moebius, me imagino que de una etapa de Roerich diferente, me refiero a la 8,14, 17 y 19. Muy interesante. Me ha gustado mucho Roerich, esas montañas... Gracias. Un abrazo
ResponderEliminarLa 8 y la 17, sobre todo, a mí me parecieron -¡y siguen pareciéndomelo!- muy Moebius. Creo que seguiré buscando información sobre la influencia de Roerich en Moebius: ¡alguien tiene que haberse percatado y haberlo investigado, seguro!
EliminarGracias, Eme. Un abrazo y, ya sabes... con ganas de recibir a dos invitados especiales :)
Hola, he visto tu trabajo de acercamiento en el arte de Nicolás Roerich y Moebius , me ha parecido genial y aunque soy una estudiosa del arte de Nicolás Roerich y su esposa Helena, ambos dejaron un gran legado a la humanidad. A Moebius lo conocí por los años 80 debido a mí afición a los Cómic, no se me había ocurrido compararlos y seguramente Moebius como artista que era se fijó en las obras de Nicolás Roerich. Mi correo es lolib7@gmail.com por si quieres que hablemos más extensamente de este tema. Abrazos
ResponderEliminarSí, Moebius tuvo que conocer la obra de Roerich. ¡Hay tantas afinidades entre ambos! Es muy interesante el arte de Roerich (¡y el de Moebius!) y también la labor de Nicholas y Helena Roerich: me alegra que estés investigando sobre el tema, Loli. Un abrazo.
EliminarTanto respetó la OEA el Pacto Roerich que dejó a los alemanes robar a los Pemones (indios guayana) la Piedra Abuela, y a los Mexicanos les robaron el penacho famoso de plumas de Quetzal No se si antes o despues pero no hace nada para devolverlo a sus dueños. No se puede confiar en una institucion sin sede en Panamá para representar el continente y los pueblos indigenas, y que tenga el Pacto Roerich como Enmienda Estatutaria. No queda la OEA en Washington?
ResponderEliminarEl Panamericsnismo siempre fue una troika entre lenguas ibericas (ingles, portugues, y español). El holandes, el frances, no seran lenguas oficiales, no solo por demografia, sino por lo mismo que los indigenas no somos partidarios de la via armada, solo vinden division para nosotros, y ellos se amalgan. Washington considera que el Pacto Roerich es un "documento", simplemente, por provenir de la reunion de los 40 en NYC, tal como aborreció a la muerte al Abel de Norte America JFK por haberse ligado con nosotros, indios tamanacos de Aragua. Por haber pacto y panamericanismo desde antes creemos en el nuevo mundo, no nos van a programar, a solucionar o meter en gulaks de nuevo, NYC con la Estatua de la Libertad es nuestro oriente. Con los ojos cerrados. Ese que va a subir desde antes que desaparezcan los asesinos del Abel de Norteamerica JFK. Prohibido olvidar Renania, Auswitch, Hiroshima, Vietnam.
Нга кел пихха нав, пита, Філадельфія, Самара, аи, пат иакй, сатва, дал.
Апаи Се Аапаи.
Улан Уде, Пуриатскя.