Remedios Varo (1908-1963)
Tengo un amigo tan corpulento que suele decir que
él no sube a los coches, sino que se los pone. Algo parecido sucede con muchas
de las arquitecturas de Remedios Varo, en las que los personajes “se ponen la
casa”, se la visten bien ceñida al cuerpo, como si brotase de él y la carne, trocada
arquitectura, mutase después en vegetal, sueño o incendio.
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Remedios Varo, Emigrantes,
1962 |
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Remedios Varo, Jardín
del amor, 1951 |
Las casas de Varo, a menudo móviles, evocan
aquellas que albergaban a los eremitas de las Tebaidas: tan pequeñas y exactas,
a la medida de cada soledad y todos los silencios.
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Gherardo Starnina, Tebaida, detalle, 1410 |
Estas moradas que son, a su vez, vehículos,
recorren en ocasiones el interior de otras construcciones más grandes, intermedias
entre naturaleza y arquitectura. No podemos dejar de evocar a Víctor Hugo
cuando equipara la catedral con un bosque: “Los pilares son los largos troncos, en cuyas copas los haces de
nervaduras se cruzan como ramajes cargados de tinieblas”.
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Remedios Varo, Catedral
vegetal, 1957 |
He mencionado
dos de los rasgos que Iñaki Herranz destacó en la exposición
dedicada a las arquitecturas de Remedios Varo que se celebró hace siete años en
el Museo de Arte Moderno de México: el carácter metamórfico de cuerpo y
naturaleza, a través de la arquitectura; la concepción de esta como máquina y,
en concreto, como máquina de transporte, en ocasiones.
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Remedios Varo, Siete
hermanas |
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Remedios Varo, Caravana,
1955 |
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Remedios
Varo, Hallazgo, 1956 |
Las casas son máquinas, también, desde donde crear
el mundo, ese afán o trabajo o juego que nos tiene tan atareados en todo
momento.
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Remedios Varo, Bordando
el manto terrestre, 1961 |
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Remedios Varo, La
tarea, 1955 |
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Remedios Varo, Ciencia
inútil o el alquimista, 1955 |
Entre todas estas personas que, desde las casas,
tienden sus redes al aire, bordan como Penélopes multiplicadas y accionan
ruecas hay, también, tejedoras:
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Remedios Varo, La
tejedora roja, 1956 |
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Remedios Varo, Tres
destinos, 1956 |
Hemos mencionado a Penélope, ante los bordados, y ahora brota de nuestros labios el
nombre de Aracne pero también, cómo no, los de Cloto, Láquesis y Átropos. Las
Moiras, sí, las Parcas.
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Diego de Silva Velázquez, Las hilanderas o la fábula de Aracne, 1655-60 |
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John
Melhuish Strudwich, Las Parcas o un hilo
de oro, 1885 |
Los personajes de Remedios Varo hilan, bordan, cosen, aovillan. Los
utensilios de la costura se convierten en herramientas de la creación.
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Remedios Varo, Premonición,
1953 |
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Remedios Varo, Las
hojas muertas, 1956 |
Pero el mundo puede construirse también con otros
instrumentos: musicales, por ejemplo.
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Remedios Varo, Vuelo
mágico, 1956 |
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Remedios Varo, El
flautista, 1955 |
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Remedios Varo, Armonía,
1956 |
O con el arte, claro, o con algo tan próximo
a la música como es la relojería.
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Remedios Varo, Creación
de las aves, 1957 |
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Remedios Varo, Revelación
o El relojero, 1955 |
En todos
estos casos, la arquitectura se halla presente, ya sea como algo que se crea,
como en El flautista, ya, sobre todo,
como entorno que alberga al creador. ¿Os habéis fijado en el gato que acompaña
al relojero? Un niño pequeño traza en el suelo un círculo o un cuadrado y ya
tiene una casa, un lugar donde refugiarse: lo mismo hace el gato con cualquier
forma geométrica cerrada que le ofrezca el cobijo de los límites. Probadlo: basta
un espacio plano acotado a la medida del gato para que este se instale allí y,
del mismo modo que hace el niño, cree el mundo. Porque eso es lo que hacen los
gatos cuando duermen: crear y sostener el universo con su sueño. Eso es, por lo
menos, lo que cuenta la leyenda. La leyenda que me acabo de inventar.
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Remedios Varo, Paraíso
de los gatos, 1955 |
Pero ya me he perdido, porque quería hablar de
arquitectura y he ido a parar a los gatos. Retomemos el hilo: esos hilos que
tan importantes son en toda la obra de esta artista. Esos hilos a los que se
conectan criaturas salidas de los cuadros de El Bosco, un artista admirado por
Remedios.
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Remedios Varo, Microcosmos,
1959 |
Mirad, por ejemplo, a esta otra criatura que
irrumpe en una casa de cuyas paredes manan aves o insectos, manos, del mismo
modo que brotan cuerpos de los muros o incluso los rasgan, como vemos en otras
de sus obras.
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Remedios Varo, Visita
inesperada, 1958 |
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Remedios Varo, La
llama, 1961 |
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Remedios Varo, Nacer
de nuevo, 1960 |
Las construcciones soñadas por Remedios Varo, en
las que se reúnen elementos medievales y renacentistas, muestran puntos de
confluencia con las de otro buen degustador de arquitecturas antiguas, Giorgio de Chirico. En ambos casos se produce una depuración estilística propia también
de la escenografía teatral y cinematográfica.
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Remedios Varo, El
encuentro, 1959 |
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Masolino da Panicale, Milagro de la rueda, 1425-31 |
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Giorgio de Chirico, Arquitectura abstracta, 1915-20 |
Arcos de medio punto, edificios de planta circular,
cuadrada o poligonal, muros, torreones, arcadas, cúpulas, balaustres, almenas,
saeteras, definen estas escuetas arquitecturas cuyos colores evocan, asimismo,
la pintura de los maestros antiguos.
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Remedios Varo, El
juglar o El malabarista, 1956 |
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Masolino da Panicale, Curación del paralítico y resurrección de Tabitha, 1426-27 |
¿Queréis castillos medievales representados con una
deliciosa simplificación evocadora del mundo de los cuentos? ¿Torreones
agrupados como las celdas de un panal? ¿Edificios de planta circular?
¿Edificios coronados por balaustradas y con ventanas en arco por las que asoman
cortinas agitadas por el viento?
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Remedios Varo, Laberinto,
1962 |
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Remedios Varo, Hacia
la torre, 1960 |
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Remedios Varo, Banqueros
en acción, 1962 |
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Remedios Varo, De
los Otros. Ruptura, 1955 |
La frontalidad y el uso de cubos escénicos abiertos
al espectador –es decir, la supresión de una de las paredes para mostrar lo que
sucede en el interior de los edificios- acentúan ese carácter escenográfico que
evoca también la estructura de las casas de muñecas.
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Remedios Varo,
La tejedora de Verona¸ 1956 |
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Ambrogio Lorenzetti, Escenas de la vida de San Nicolás, 1332 c. |
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Paolo Uccello, Milagro
de la hostia profanada, 1467-68 |
Creo que ya va siendo hora de despedirme por hoy.
Os dejo con las arquitecturas soñadas de Remedios Varo y con el deseo de que
disfrutéis de la semana… o que la semana disfrute de vosotros. Nos vemos el
sábado próximo. Eso sí, mientras tanto, no os olvidéis de crear mundos.
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Remedios Varo, La
despedida, 1958 |
M-A-R-A-V-I-L-L-O-S-O
ResponderEliminarGracias Carmen. Si no existieses tendríamos que inventarte.
¡Oh! Si me reinventáis, podríais introducir algunas mejoras... Ya os pasaré la lista con sugerencias ;) Un abrazo, Roy.
EliminarRemedios Varo puso ruedas a sus casas, quizás se debió a su precipitada salida de la suya. Sabes que es una de mis artistas favoritas. Cuánto te agradezco este post. Espero que, algún día, hagan una exposición, en nuestra ciudad, de la maravillosa obra de la gran artista que pintó lo que le apeteció.
ResponderEliminarLas casas que corretean por ahí, navegan y vuelan son una de mis (muchas) debilidades. ¡Poder viajar con la casa (y la gata) puesta! Me has dejado soñando con esa exposición sobre Remedios. ¿Te imaginas, qué maravilla? Un abrazo, Francisca.
EliminarSí, te imagino a ti y a mí disfrutando de poder ver los cuadros con calma, disfrutándolos frente a frente.
EliminarGracias por esta entrada tan interesante sobre Remedios Varo. Gracias a ti la he descubierto y me ha encantado su trabajo. Se me antoja que si pudiera unir cada pintura en un mural enorme el resultado sería algo similar a un cuadro de El Bosco. cada vez que he visitado El Prado, siento una irresistible tentación de disfrutar de su obra porque presiento que voy a descubrir algo nuevo. Es como si la pintura estuviera inacabada porque su autor cambia y añade nuevos detalles. Como verás, no dejo de fantasear y tal vez, eso sea una característica de Varo que me ha atraído tanto: una fantasía onírica que me inquieta al tiempo que me empuja a descifrar sus significados. Gracias a ti, esta actividad me resulta mucho más sencilla.
ResponderEliminarSí, es así, Carmela, pero no lo digas en voz alta: que no se entere nadie de que, cuando se cierran los museos, los cuadros van cambiando. Habría que ver las salas llenas de pintores ya desaparecidos, ¡pero tan vivos!, dando un retoque aquí o allá, o introduciendo nuevos elementos en sus obras. Escucha: ¿no les oyes reír? ¡Son unos bromistas! Un abrazo, Carmela.
EliminarAyyyyyyyyy es que me encantan las casas, los gatos, Remedios, El Bosco(uno de mis gatos se llama así, con eso te lo digo todo)y por supuesto el relojero. Como siempre me ha encantado y he disfrutado muchísimo. Ojalá algún día pueda ver una exposición aunque por lo que leí hace algún tiempo, tú sabrás mejor, es complicado porque la obra pertenece a México o algo así, ainnnns. La cultura debería ser universal y al alcance de todos. Un besín y feliz finde.
ResponderEliminar¡Tengo un plan! Nos creamos unas casas como las de Remedios, para poder llevar tranquilamente con nosotras a nuestros peludos, y nos vamos a México a ver sus obras. ¿Verdad que es una buena idea? Bueno, soñar no cuesta nada... Un abrazo, Marigem, y feliz fin de semana también para ti.
EliminarQué precioso, Carmen. Me sigue sorprendiendo tu facilidad para entretejer literatura y pintura. Una combinación exquisita, por cierto. Me han encantado los cuadros, alguno de ellos me parecen geniales para "ilustrar" los cuentos de hadas que me contaba mi abuela cuando era niña. De hecho, el de "El jardín del amor" me ha resultado tremendamente familiar, no el cuadro en sí, si no lo que evoca. Me ha traído el esbozo de un recuerdo que casi había desaparecido de la memoria, y me ha encantado.
ResponderEliminarMil gracias por esta entrada que me ha resultado mágica y evocadora. Besos
Cuentos de hadas, sí. Chari, veo cómo crece en tu cabeza un texto sobre lo que te evoca "El jardín del amor". ¿Nos regalarás a todos una entrada en tu blog sobre esa evocación? Va, venga, di que sí. ¿Sí? ¡Bien! Un abrazo mágico, Chari.
EliminarYo tengo o tenía, es igual, un amigo que siempre decía que amaba poder viajar con su casa y su jardín a cuestas. Tiene que ser maravilloso, pararse donde quieras, donde te llame la luz, el color, el momento. Gracias no conocía demasiado y además me ha traído bonitas imágenes y recuerdos de esas casas de muñecas, de refugios y jardienes.. besitos.
ResponderEliminarLas casas de muñecas... Cuánto hemos soñado (y seguimos soñando) con ellas. Ves, para mí es un sueño poder viajar con la casa a cuestas, por la gata. A los perros, en general, les gusta salir, pero los gatos llevan la casa incorporada. Así que, si quieres viajar, te tienes que llevar la casa. Un abrazo, Maríjose.
EliminarRemedios Varo se me aparece como la figura del caracol de los cuentos, llevándose la casa a cuestas con toda su historia interior que se refleja por fuera a través de los sentimientos hechos arquitectura, estilo, colores, formas e intuición. Es un arte ilustre y tremendamente imaginativo, sugerente, evocador,a mí me recuerda al surrealismo más profundo, como cuando Dalí pintaba sus relojes blandos y los costumizaba atribuyéndoles cualidades impropias de los objetos reales. Muy bonito, fantástica entrada. Por cierto, ¿para cuándo una entrada de Dalí, en línea con el surrealismo? Me encantan sus fantasías oníricas. En lo particular y gracias a tu precioso post, también me gustaría muchísimo soñar con el mundo introspectivo de Remedios Varo, su forma de entender el hogar, sus hilanderas o sus gatos. Seguro que sería un sueño tremendamente reparador.
ResponderEliminarUn beso, creadora de sueños.
Creadora de sueños eres tú, Marisa, y viajera a Ítaca: ¡casi nada!
EliminarEse concepto de la vivienda en Varo, como cuerpo, naturaleza, refugio y lugar desde el que se crea, es muy atractivo: nos invita a reflexionar y a soñar.
Un abrazo, Marisa.
Maravillosa exposición de esta artista Remedios Varo, no la conocía. El lunes le comentaré a mi profesora de arte si la conoce. Es fabulosa y en la época que pintaba era mi fecha de nacimiento. Muchas gracias por mostrarnos su obra excelente. Un abrazo y pásate a recoger un premio en mi casa. que si tendría ruedas me llevaría para conocer persona que me has enseñado en menos de un mes que con el arte se puede hacer maravillas y contarlas. Gracias
ResponderEliminarAquí puedes ver algunos comentarios generales sobre vida y trayectoria de Remedios Varo:
Eliminarhttps://es.wikipedia.org/wiki/Remedios_Varo
Ya me pasé por tu casa y vine con el tesoro: loprimero que he hecho ha sido ponerlo (y ponerte) en la columna de la derecha de la página. ¡Muchísimas gracias, Mamen! Un abrazo.
Interesante y preciosa entrada. Remedios tiene una exhaustiva expresión, una maravilla completo.
ResponderEliminarMe encanto leerte Carmen.
Saludos!!
Es una artista con una obra y una vida muy interesantes. Gracias, Diana. Un abrazo.
EliminarNo conocía a esta pintora, aunque su nombre ya me suena porque la has traído otras veces. Así todo seguido, cobra mucho más interés. ¿Cómo puede parecerse su pintura tanto a la de Giorgio De Chirico o Masolino da Panicale? Ellos son de varios siglos atrás y ella es de ahora mismo. Claro que en sus cuadros hay banqueros de frac y detalles más modernos.
ResponderEliminarMe han encantado los gatos (sobre todo el que juega con el ovilllo). Es cierto lo de que les gusta encajarse en espacios tan pequeños que parecen fundas (al mío en las cajas de zapatos).
Me ha robado el corazón el cuadro de John Melhuish Strudwich, el de las parcas. No sé qué tiene que engancha.
Una maravilla Carmen. Como siempre.
Tenía esta deuda pendiente con Remedios Varo, desde hacía tiempo. Es interesante cómo las arquitecturas de los maestros antiguos, del Trecento y del Quattrocento, crecen de nuevo (recrecen) en obras de artistas del siglo XX (¡Novecento!), como De Chirico o Varo.
EliminarLo de los gatos es un caso: prueba a poner un cartoncito rectangular, una carpeta, por ejemplo, y ya verás lo poco que tarda la criatura en instalarse allí. Sus dimensiones son distintas a las nuestras: una línea plana cumple el mismo papel de refugio que cumpliría una pared, por ejemplo. Nunca dejan de asombrarme.
Un abrazo, Rosa.
Me has recordado a Las ciudades invisibles, de Calvino. Gracias.
ResponderEliminar¡Sí, muchísimo! Son las mismas ciudades. Has hecho que me entren ganas de leer otra vez (otra, y van...) el libro de Calvino. Así que gracias a ti. Un abrazo, José Juan.
EliminarGRACIAS Carmen!!!!! Siempre es un placer visitarte, leer tus magníficas entradas, descubrir artistas que como en este caso no conocía y aprender cosas nuevas y maravillosas!!!!
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo!!!!!
Que disfrutes del día :)
¡Gracias, Nines! Disfruta también tú de este domingo... y de la semana por llegar. Un abrazo.
EliminarGRACIAS Carmen.
ResponderEliminarYo la empecé a conocer aquí, pues ha venido más veces, pero hoy, en un espacio sólo para ella, he termiando de llegar a su mundo creador. Me gustan sus temas, universales e intemporales y como los vuelve a crear según su propia visión. También me gusta su parte cuentista, o es lo que me parece a mi; me refiero a esa manera de ilustrar tan peculiar y que se ve mucho en los cuentos. Me trae buenos recuerdos de mi infancia lectora y de esos mundos fantasiosos y mágicos, y otra cosa. El color. Lo cambia según la trama lo pida. No discrimina ninguno pero según el tema da relevancia a uno u otro; creo que es digno de admirar y, en fin. Todo.
GRACIAS por una nueva artista que añadir a mi lista de artistas pendientes de aprender y feliz domingo.
Harry, sí, Remedios es una de nuestras visitantes asiduas. Sabía que te interesaría por ese mundo de los cuentos que aflora en su obra y que te (nos) atrae tanto. Muy buena observación la que haces sobre el color. Un abrazo de domingo (es tan grande, que puedes estirarlo durante toda la semana ;) ).
EliminarSiempre es encantador leerte en estos términos en q dibujas letras y pincelas cuadros q parecen creados para tus palabras.
ResponderEliminarGRACIAS por estos regalos tan hermosos q nos das.
Te sonrío con el Alma.
Qué bonito, DesdMiVentana H. Fíjate, es que hay tantos artistas y tantas obras interesantes que basta con dejar que asomen aquí y nos cuenten sus historias. Un abrazo con sonrisa. Y alma.
EliminarQué agradable es leer y descubrir algo. Tus entradas son eso, puertas a realidades nuevas. Además tus explicaciones e imágenes ilustran al lector. Gracias por compartir y buen fin de semana.
ResponderEliminar¡Todo está lleno de puertas y ventanas! Abiertas, por supuesto. Que tengas una feliz semana, María Eugenia. Un fuerte abrazo para esta noche, para el lunes, para el martes, para el miércoles, etc.
EliminarIntrygująca i bardzo ciekawa artystka, o nieograniczonej wyobraźni. Uwielbiam malarzy, którzy tworzą swój niepowtarzalny, nierealny świat, pełen znaczeń i symboli. Podobają mi się Twoje odniesienia do obrazów XIV, XV wieku, ale także z przełomu XIX/XX. Rzeczywiście widać wyraźnie wspólne elementy i motywy, głównie architektoniczne. Pozwala to stworzyć swoistą przestrzeń i perspektywę. Dialog w sztuce pomiędzy artystami - zawsze wywołuje emocje i tworzy nowe znaczenia. Carmen, dziękuję za ten post.
ResponderEliminarTak, Les feuilles mortes, na przykład, przywołać a Max Ernst z jego echa XIX. Dzięki, Renne.
EliminarMaravillosa. Y tú, cómplice de ella, hilas tus palabras a sus obras. Nosotros, claro está, encantados de seguirte donde quieras que vayas.
ResponderEliminarUn abrazo, Carmen. Muchas gracias!!
Mala tejedora soy, Inma. Pero lo bueno es la compañía. Un fuerte abrazo, amiga.
EliminarCasas, casas, casas. ¿Quién dijo que tu casa está donde está tu corazón?
ResponderEliminarUna entrada de lo más acogedora y cromática.
Un placer habitar donde tú lo haces.
Besos
Pues prepárate, Francisco, y mantén inspirado tu teclado (bueno, eso siempre lo haces), porque me parece que vamos a continuar un poquito con las casas. Sí, creo que os voy a regalar una a cada amigo. Ando construyéndolas ahora, ya las veréis. Un abrazo, Francisco.
EliminarIlusión y curiosidad es lo que me estás transmitiendo.
EliminarA la espera y agarrado a mi teclado, para ver que es lo que te traes entre tus manos.
En mi infinita ignorancia nunca había oído hablar de Remedios Varo, pero creo que a partir de hoy no me olvidaré de su nombre, ni de magnífica obra. Mientras miraba las fotografías una palabra venía a mi mente una y otra vez... ¡alucinante!
ResponderEliminarPor cierto, Carmen, ¿te han dicho alguna vez que eres una sobresaliente inventora de leyendas? Pues lo eres, doy fe de ello :))
Una entrada magnífica, como siempre. ¡Muchas gracias!
Bueno, yo conozco a una escritora que sobresale, y mucho, en eso de urdir leyendas... Su nombre empieza por J, y conste que no miro a nadie ;)
EliminarMe alegra que te haya gustado Remedios Varo.
Un abrazo, Julia.