¿Recordáis las “Instrucciones para subir una escalera”, de Cortázar? En comparación con las dificultades a las que nos enfrentamos para entrar en una habitación, subir una escalera es una tarea facilísima.
![]() |
Édouard Vuillard |
“Estoy en el umbral, a punto de
atravesar una puerta para entrar en una habitación. Es un asunto complicado”,
nos anuncia Eddington.
Resumo algunas de las
dificultades: empujar una atmósfera que ejerce sobre cada centímetro del cuerpo
una presión de más de dos kilos; pisar una plancha que “viaja a más de treinta
kilómetros por segundo alrededor del sol” y hacerlo con mucho cuidado, porque
si lo hiciésemos “una fracción de segundo antes o después”, la plancha se
alejaría de nosotros varios kilómetros; hacer todo esto colgados de un planeta
que huye en el espacio en medio de un viento que sopla a gran velocidad a
través de todos los intersticios de nuestro cuerpo…
![]() |
René Magritte |
![]() |
Arthur Stanley Eddington |
“En verdad, es más fácil que un
camello pase por el ojo de una aguja que el que un científico atraviese una
puerta”, concluye.
![]() |
Manuel Amado |
Eclipses al
margen, leemos esto en un texto de Eddington: «Nos encontramos con que allí
donde la ciencia ha avanzado al máximo, la mente no ha hecho sino recuperar de
la naturaleza lo que ella misma ha puesto en ella. Nos hemos encontrado con una
huella extraña en las playas de lo desconocido. Hemos inventado, una tras otra,
las más profundas teorías tratando de explicar su origen. Al fin, hemos podido
determinar la criatura que dejó la huella. ¡Y ved!: la huella es nuestra».
Todas esas cuestiones del Universo me fascinan. Ese eclipse de 1919, ¡cuántas veces lo he explicado en clase tratando de que entendieran lo que significa ver una estrella que está detrás del Sol! Qué maravilloso que, aunque la Tierra viaje tan rápido, cuando saltamos siempre caemos en el mismo punto de partida. A pesar de lo que nos dice la lógica, siempre estamos atravesando puertas. Los astrofísicos tienen mucho de filósofos y poetas.
ResponderEliminarUn beso.
¡Hola, Rosa!
EliminarDices que los astrofísicos tienen mucho de filósofos y poetas y coincido contigo. Coincidimos también en la fascinación por el universo y por los temas científicos en general, aunque, claro, tus conocimientos en esos campos son, lógicamente, mayores que los míos, ¡aunque estemos empatadas en el placer que nos causan! Qué felicidad, Rosa.
Abrazos.
Hola, Carmen. Este no es un comentario para esta entrada en particular sino para el conjunto de tu blog, con el que he dado no hace mucho. Al principio fue un no parar, iba de una entrada a otra y no encontraba momento de dejar de leer. Ahora me lo tomo con más calma, me mandé frenar e ir poco a poco, aleatoriamente, para así alargar en lo posible su disfrute.
ResponderEliminarHe de decirte que me sorprende y no me sorprende mi nuevo hallazgo. No me sorprende porque en cada página reconozco la mirada y la palabra de aquella a quien conocí hace tantos años y de quien perdí la pista. Sí, eres tú, sigues siendo tú. Y me sorprende cuánto abarca tu curiosidad, la originalidad de tus enfoques, la humildad, la reverencia o la irreverencia, según el caso, con que abordas todo aquello que te maravilla y que tan bien sabes transmitir. Tu mirada desprejuiciada me resulta contagiosa y me siento afortunada de poderte seguir a partir de ahora.
(Carmen, no sé muy bien cómo va esto y si tienes o no acceso a mi e-mail. Supongo que no se publicará automáticamente, lo dejo a tu criterio) B7s
Las puertas hay que atreverse a pasar por ellas y siempre nos descubres lo que hay tras ellas. A mi lo que no me gusta es pasar por donde hay andamios. Un abrazo.
ResponderEliminarEncantadora entrada, puro disfrute.
ResponderEliminarGracias por compartirla, saludosbuhos!!