¿Recordáis las “Instrucciones para subir una escalera”, de Cortázar? En comparación con las dificultades a las que nos enfrentamos para entrar en una habitación, subir una escalera es una tarea facilísima.
Édouard Vuillard |
“Estoy en el umbral, a punto de
atravesar una puerta para entrar en una habitación. Es un asunto complicado”,
nos anuncia Eddington.
Resumo algunas de las
dificultades: empujar una atmósfera que ejerce sobre cada centímetro del cuerpo
una presión de más de dos kilos; pisar una plancha que “viaja a más de treinta
kilómetros por segundo alrededor del sol” y hacerlo con mucho cuidado, porque
si lo hiciésemos “una fracción de segundo antes o después”, la plancha se
alejaría de nosotros varios kilómetros; hacer todo esto colgados de un planeta
que huye en el espacio en medio de un viento que sopla a gran velocidad a
través de todos los intersticios de nuestro cuerpo…
René Magritte |
Arthur Stanley Eddington |
“En verdad, es más fácil que un
camello pase por el ojo de una aguja que el que un científico atraviese una
puerta”, concluye.
Manuel Amado |
Eclipses al
margen, leemos esto en un texto de Eddington: «Nos encontramos con que allí
donde la ciencia ha avanzado al máximo, la mente no ha hecho sino recuperar de
la naturaleza lo que ella misma ha puesto en ella. Nos hemos encontrado con una
huella extraña en las playas de lo desconocido. Hemos inventado, una tras otra,
las más profundas teorías tratando de explicar su origen. Al fin, hemos podido
determinar la criatura que dejó la huella. ¡Y ved!: la huella es nuestra».