Arkhip Kuindzhi (1842-1910)
“Fue
amado por las personas y los pájaros”. Es un buen principio –sobre todo ese ser
amado por los pájaros- así que se lo tomo prestado a Kanaeva Anastasia Sergeevna para empezar a hablaros de
Arkhip Kuindzhi. Aunque creo que no hablaré mucho: será mejor ceder la palabra a la
luz, esa extraña luz que define los paisajes de este artista.
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Después de la tormenta |
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Arco iris |
Sumemos. Pastoreo, construcción: trabajos a los que se
vio abocado para subsistir a partir de los seis años, cuando murieron sus
padres. Los horizontes de sus cuadros, la extension de la estepa: paisajes
recorridos con el ganado, y también –tan vivos que a veces parecen respirar,
estremecerse de vida- los muros de las viviendas. Cielo, nubes, agua, tierra,
habitación de los hombres. La luz. Días y noches. Los animales.
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Vacas en la estepa |
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Kremlin |
Sigamos sumando: su trabajo como ayudante en
el estudio de fotografía de Simeon Isakovich, el intento posterior por establecer
su propio estudio. Esa mirada especial de quienes han trabajado con la
fotografía: una forma de ver y de reproducir lo visto cuyo rastro advertimos no
solo en los paisajes urbanos de Kuindzhi, sino también en muchas otras de sus
obras. Esto es lo que el joven ucraniano de origen griego lleva consigo cuando
en 1868 llega a San Petersburgo y comienza a estudiar en la Academia de Artes.
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Lago Ladoga |
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Después de la lluvia |
En muchos de los cuadros de Kuindzhi algo ha sucedido y ya pasó. Algo tan inmenso como la lluvia o la tormenta. Pasó, pero dejó su huella en los colores y la atmósfera. Los pinceles trazan sobre el lienzo la humedad de hierba y aire. Muchos títulos recogen ese “después”: Después de la lluvia, Después de la tormenta… Ya ha pasado, aunque aún gotean las hojas de los árboles, aún dice la tierra: llovió.
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Después de la
tormenta |
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Después de la
tormenta |
¿Después, decimos? Después, el arco iris se despliega sobre los húmedos paisajes de Kuindzhi.
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Después de la lluvia |
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Arco iris |
Son paisajes que, a veces, parecen nacidos en el sueño.
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Desfiladero de Darial |
Este carácter onírico no se proyecta tan solo en los paisajes. También lo hace en algunas de las pinturas que incluyen figuras.
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Jesucristo |
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Pensando en la noche |
Llama la atención, en las noches de Kuindzhi, la sorprendente viveza de los tonos que restallan en lo oscuro.
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Noche en Ucrania |
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Nube |
No todo es noche.
Está también la luz, están los distintos momentos del día, el agua, las
montañas, los árboles, la nieve, los estudios de nubes que, como a
tantos otros artistas, ocupan a Kuindzhi. Está la luz antes de la luz,
la luz en la luz, la luz después de la luz. Está la pintura.
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Abedules |
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Atardecer en el bosque |
Hace tiempo también oímos el retumbo del trueno (si pincháis en la frase anterior, estallará la tormenta).