domingo, 8 de marzo de 2015

Detente, momento, ¡eres tan bello!




“Si un día digo: detente momento, ¡eres tan bello!, puedes cargarme de cadenas”, le dice Fausto a Mefistófeles. Sí, Fausto, de quien Ramón Gómez de la Serna afirmó que había vendido su alma al diablo para alcanzar lo que cualquier muchacho de veinte años conseguía gratis: enamorar a una modistilla. Dejemos aparte, ahora, al gran Ramón y a sus modistillas, tan frecuentes en sus textos, para centrarnos en la figura de Fausto. 


William Henry Margetson, Henry Irving como Mefistófeles y George Alexander como Fausto, Victoria and Albert Museum, Londres, 1885

Todos conocemos al personaje, un erudito que vende el alma por el saber y el placer. Hay muchas versiones de la leyenda, aunque, quizás, las más conocidas son las de Christopher Marlowe y, sobre todo, Johann Wolfgang von Goethe. Sobre Fausto se han escrito óperas como La condenación de Fausto, de Héctor Berlioz, o Fausto, de Charles Gounod; se han rodado películas y se han realizado muchísimos cuadros y grabados.


Carl Gustav Carus, Fausto en su estudio, Kupferstich-Kabinett (Staatliche Kunstsammlungen), Dresde, 1852


Carl Gustav Carus, El sueño de Fausto, Kupferstich-Kabinett (Staatliche Kunstsammlungen), Dresde, 1852


En muchos de estos cuadros aparecen imágenes fantasmagóricas, como acabamos de ver en uno de los cuadros de Carus.



Alexandre-Evariste Fragonard, Fausto en su estudio, colección privada, 1830 c.

Mariano Fortuny, Fantasía sobre Fausto, Museo del Prado, Madrid, 1866

Theodor Von Holst se ocupó de Fausto en varias de sus obras. Durante un tiempo, estas llegaron a ser confundidas con las de su maestro, Henry Fuseli:


Theodor Von Holst, Fantasía basada en Fausto Tate Gallery, Londres, 1834

Theodor Von Holst, Danza macabra. Escena inspirada en el Fausto de Goethe, colección particular

Theodor Von Holst (atribuida), Escena de Fausto

Harry Clarke diseñó unas sugestivas ilustraciones para la edición del Fausto de Goethe en 1925:

Harry Clarke, Fausto, 1925

Harry Clarke, Fausto, 1925

Margarita (Gretchen, en alemán) protagoniza muchas de las representaciones artísticas de Fausto:


Henri Fantin-Latour, La condenación de Fausto, colección privada, 1888

Ary Scheffer, Fausto y Margarita en el jardín, colección privada, 1846


Fausto no sería Fausto sin Mefistófeles, el comprador de almas y proveedor del término mefistofélico:


Paul Mathey, Mefistófeles, paradero desconocido, 1888

Mora, Franco Novara caracterizado como Mefistófeles en el Fausto de Gounod, 1883

De este modo tan amenazador se cierne Mefistófeles sobre la ciudad de Pest en el Fausto de Murnau:


F.W. Murnau, Fausto (Faust. Eine deutsche Volkssage), 1926

Aunque a veces hacen falta algunos retoques:


F.W. Murnau, Fausto (Faust. Eine deutsche Volkssage), 1926
 
F.W. Murnau, Fausto (Faust. Eine deutsche Volkssage), 1926


La imagen filmada por Murnau evoca el cuadro de Arnold Böcklin dedicado a la peste. Mefistófeles, como el mal, es similar a la terrible enfermedad.


Arnold Böcklin, La peste, Kunstmuseum, Basilea, 1898

En 2011, Alexander Sokúrov nos ofreció una nueva versión de Fausto, que obtuvo el León de Oro en el Festival de Venecia de ese año. 


Alexander Sokúrov, Faust, 2011

Alexander Sokúrov, Faust, 2011

Aunque os guste la leyenda de Fausto, no os fiéis de Mefistófeles y no le vendáis el alma, porque siempre llega el momento de pagar los compromisos contraídos, como nos recuerda Fragonard: 


Alexandre-Evariste Fragonard, Fantasía sobre Fausto: la hora fatal, 1830




15 comentarios:

  1. Preciosas ilustraciones. Espero no cruzarme con Mefistófeles, no sé si sería capaz de no caer en la tentación.

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    1. Muy bueno, Concha. Yo tampoco me atrevo a decir "de esta agua no beberé" (o, más bien, bebería), aunque eso de andar vendiendo almas no convence demasiado... ;)

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    2. APARTE HAY SOBREOFERTA Y ESTA BAJO EL PRECIO

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  2. Dinero y poder.. siglo XXI
    Esperamos seguir contando con tu fantasía Carmen, que nos hace olvidar otros asuntos terrenales

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  3. Jejeje. Buenas las reflexiones, pero creo que ninguno pierde su poder, sólo lo modifican y lo ajustan a los tiempos que corren y si no, no hay más que echar un vistazo a la prensa. Cuanta gente ha vendido su alma a la corrupción=Mefistófeles para conseguir fama, dinero y poder (que por cierto, no saben gestionar).
    En fin para no meterme en un galimatías del que no voy a poder salir, estos dos personajes y Don Juan, claro, son universales.
    Me han gustado todas las representaciones y es curioso el parecido de Von Holst con Füsseli, que porque lo has escrito, que si no habría jurado que era del segundo. Otro parecido es el de Harry Clarke con A.Beardsley.
    Murnay no podía faltar, y por lo que veo, aunque yo no los conocía, el resto tampoco. Un tema interesante e intemporal.
    GRACIAS Carmen por el tema.

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    1. Muy buena la observación acerca del parecido entre Harry Clarke y Aubrey Beardsley, Harry.

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    2. Qué entrada más buena. Siempre me ha llamado la atención Mefistófeles y me encantan las ilustraciones elegidas, esa tenebrosidad traspasa la pantalla. Goethe llegó a intrigarme cuando era jovencita, y la verdad es que es tentador lo de vender el alma, lo malo es que la deuda no prescribe.
      Un besito.

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    3. ¡No la vendas, no la vendas, Marigem! Si la vendes, la pierdes, pero si la regalas, te crecen otras nuevas. Como las alas.

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  4. Que bella reflexión Carmen.

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    1. Y... aparte de que te crezca una nueva, ¿qué sucede con el alma regalada?

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  5. En tus posts siempre aprendo cosas, por un lado las hermosas ilustraciones de Harry Clarke su trazo me recurda a Berdsley y su mente perturbada a la de Félicien Rops, además con un tema tan apasionante como es Fausto,... que delicia! Y por otro me dejas con ganas de ver la peli Faust de Alexander Sokúrov. Mil gracias!!

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    1. Sí, Harry ya había señalado el parecido con Beardsley. Muy buena apreciación la de la proximidad a Rops, otro artista que tiene obras interesantísimas (y, en la mayoría de los casos, bastante perversas).

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