viernes, 19 de octubre de 2018

Aurél Bernáth: un mundo no tan pequeño




Aurél Bernáth (1895-1982)




Decía que había que centrarse en “pintar la imagen perfecta y no preocuparse por el mundo de las teorías". Lo dijo en tiempos de teorías, discursos y discusiones interminables en torno a las mesas de los cafés, en los talleres de los artistas, en cualquier lugar: debates en los que, como pintor, ilustrador, escritor, crítico de arte, profesor y periodista, Aurél Bernáth participó –con interés y entusiasmo, intuimos-.


Riviera

Fue Ödön Rippl-Rónai, hermano de un pintor que nos visitó hace tiempo, József Rippl-Rónai, quien animó a Bernáth a pintar. Aurél estudió en Nagybánya (conocida en la actualidad como Baia Mare, en Rumanía) con István Réti y János Thorma. Pronto tuvo que abandonar esta colonia de artistas de Nagybánya, caracterizada por el postimpresionismo, al ser llamado a filas en 1916.


Árboles en el jardín

Lazlo Moholy Nagy, Portada de MA (1922)
Un año después fue gravemente herido en el frente. Se instaló en Budapest y, en 1921, se trasladó a Viena, donde experimentó con formas expresionistas y cubistas. En esa época, fueron muchos los húngaros que abandonaron su país debido a los cambios políticos y al creciente antisemitismo. Bernáth mantuvo unas estrechas relaciones, en esos años, con los “ma-ists”, colaboradores de la revista MA (“Hoy”). MA, además de tener su propia galería de arte, organizó veladas literarias y musicales itinerantes. Formaron parte del grupo Lajos Kassák, Ernó Kállai y László Moholy Nagy, quienes impulsaron a la revista hacia una síntesis entre dadaísmo y constructivismo. A partir de 1923 se suman nombres como los de Tristan Tzara, Hans Richter, Jean Cocteau, Hans Arp, Fernand Léger, Theo van Doesburg, Alexander Archipenco, Kurt Schwitters, Walter Gropius y El Lissitzky, entre otros. Un buen elenco, ¿no os parece?


Casas disolviéndose

Graphik
En 1922, Aurél Bernáth publica su carpeta Graphik. Herwarth Walden le invita a Berlín. Bernárh expone sus obras en la Galería Sturm en 1922 y 1924. 1926: de nuevo en Hungría, donde se casa con Alicia Pártos y se une a KUT (la Nueva Sociedad de Artistas). KUT (el acrónimo del grupo, cuyo significado en húngaro es “fuente”) organiza exposiciones colectivas en el Museo Ernst y en Műcsarnok, más tarde en el Salón Nacional. Bernáth participa en ellas desde 1928. La ebullición artística, cultural y política en esos años es grande: poco falta para que nuestro artista se sume al “retorno al orden” que se advierte en diversos países a partir de 1930.


Paisaje

En la terraza

Mañana nº 1

Lago Stamberg

Bernáth retoma, desde el Círculo Gresham –así conocido por el nombre del café donde sus miembros se reunían- las enseñanzas de Nagybánya, que desarrolla desde un lirismo y unos colores muy personales. En la obra, postula, confluyen la representación de la realidad contemplada con las emociones y los pensamientos del artista: lo importante es que los medios pictóricos utilizados puedan dar expresión a ese encuentro entre mundos. De eso se trata, en realidad. Más interesante resulta centrarse en el modo en que Bernáth lo consigue a través del uso de los colores, los contrastes de estos y los efectos perspectivos que obtienen y la rigurosa estructuración de las imágenes. No sé qué pensaréis vosotros, pero hay algo en las obras de este artista que, para mí, las aproxima a las de otro pintor, algunas de cuyas obras vimos hace tres años: Lyonel Feininger.


Lago Mayor

Carretera junto al lago

Durante los tiempos oscuros y terribles del dominio nazi, Bernáth ayudó a los judíos. Ya en 1941 pidió a la asociación Breslei Barabás Miklós que acogiese a los artistas rumanos y judíos del norte de Transilvania y que presionase para la derogación del decreto que prohibía alquilar locales a los artistas rumanos o judíos.


Mesa y sillas

Violín

Terraza
Bernáth fue profesor de la Academia de Bellas Artes de Budapest desde 1945. Recibió numerosos premios y realizó muchos trabajos como pintor –también en la faceta de pintor muralista-, grabador y también escritor. Entre sus libros hay dos que me gustaría leer, aunque hasta el momento no los he encontrado: Notas de un pintor y Mundos pequeños. Ignoro qué mundos son estos: el que el artista recoge en su pintura es un mundo próximo: los paisajes que le rodean, las personas que los habitan, las acciones de estas. No es un mundo pequeño. No, no lo es. 


Paisaje

Vuelo


 

19 comentarios:

  1. Qué maravilla de cuadros. Cada vez que entro en tu blog aprendo cosas hermosas. Este Bernáth es un pintor fantástico. Yo no tenía idea de su nombre y menos de su obra, claro.
    Gracias por dármelo a conocer.
    Un beso

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    1. Yo conocía algunas de sus obras, pero solo por reproducciones (¡tiene que ser fantástico ver las obras cara a cara!) y me habían llamado la atención. Apenas sabía de su vida, y también me ha resultado muy interesante. Me gustaría poder encontrar alguno de sus libros traducido a alguna de las lenguas que conozco, pero hasta ahora no he tenido suerte.
      Gracias, Juan Carlos. Un beso.

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  2. Precioso Carmen.
    Es un placer descubrir a estos pintores contigo. Ese Lago Mayor me ha encantado.
    Besos y feliz fin de semana

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    1. Para mí es un placer descubrirlos con vosotros, Conxita. Como le decía antes a Juan Carlos, de este artista conocía muy poco, solo algunas de sus obras.
      Los juegos de color y su delicadeza en la pintura del Lago Mayor son muy, muy atractivos.
      Gracias, Conxita. Abrazos y besos.

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  3. Hola Carmen, me gustan especialmente, Riviera, Mañana n°1, Violin, y Vuelo. No tenia conocimiento de este artista. Gracias

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    1. Hola, Ingeborg. Creo que Riviera fue la primera obra de Bernáth que vi. Me llamaron la atención la estructuración del espacio, los colores y esos personajes que recuerdan un poco a los de August Macke. Las otras obras que citas son también muy interesantes.
      Gracias por tu comentario. Saludos.

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  4. ¡Fantástico Carmen! Es muy bueno, lo desconocía. Se lo enseño a Brigitte (Szenczi, como ya sabes, aunque Beauté de segundo) pues le va a gustar mucho. El cuadro "Riviera" es muy muy bueno. ¡Pero no sólo este! Tienes razón en lo que dices del efecto que consigue con los colores y sus contrastes a través del uso de la perspectiva. De la composición.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Ahora mismo comentaba un poco con Ingeborg acerca de Riviera, Juan Antonio. Ay, y ahora mismo se me van los ojos hacia Vuelo y me doy cuenta de que hay obras de una pintora actual, Hannah Woodman, que se aproximan mucho. ¡Ese diálogo incesante...!
      Un abrazo muy fuerte para Brigitte y otro para ti.

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  5. Hay cuadros en esta entrada que no me dicen mucho, pero hay otros que sugieren mundos enteros. Ese violín al pie de la ventana con esa mariposa tan sutil en la esquina superior da para toda una vida. Lo mismo diría de la Carretera junto al lago y del córvido volando y dibujando su silueta negra sobre el paisaje nevado.
    No entiendo mucho de pintura, aunque creo que justamente el no entender deja a mi cabeza plena libertad para recibir las sensaciones, sin estorbos del intelecto, puro sentimiento, nada de raciocinio.
    No conocía al autor.
    Un beso.

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    1. Sentir el arte, conociendo o no. Cuando no se siente, de nada sirve saber mucho o poco sobre él. Cuando se siente, conocer no aminora el goce, sino que lo amplía y profundiza. Es lo que pienso. Pero hay que sentir: la obra debe resonar en nuestro interior.
      En Carretera junto al lago tenemos otra vez ese juego de reflejos y profundidad a través del color que tan bien utiliza Bernáth. Y ese violín que te ha gustado también resuena en mí por su silencio.
      Gracias, Rosa. Un beso bien fuerte.

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  6. Desconocia a este pintor y los cuadros me han parecido preciosos. gracias por darlo a conocer. Un abrazo

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  7. Me encanta la “Mañana número 1”, la profundidad de ese paisaje. En general impacta el uso intenso del color en estos cuadros. Como si la pasión del autor se desbordase con ese colorido, desdibujando las formas convencionales/cotidianas que son solo una excusa para dar cauce a su energía personal, que petrifica todo lo que envuelve, figuras humanas incluidas. Se nota mucho en la terraza, donde el color desdibuja los muebles en un raro remolino estático. Y en la funda del violín, que es solo un manchón siena, mientras que el instrumento en sí está bien delineado. Bueno, esa es mi impresión.

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    1. Como si avanzase la transparencia a través del desdibujamiento (Terraza). En Mañana nº 1, el cristal de la pecera sobre el fondo del agua del lago. La ventana está abierta: si no fuera así, habría cristal sobre cristal sobre cristal.
      Gracias, Bonifacio. Saludos.

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  8. Hola a todos:
    me gusta mucho, sobre todo el último, "El vuelo", supongo que porque ese fondo blanco tan luminoso, como falto de color, pero que para mí el blanco nunca ha estado falto de él, sólo es un color diferente. Porque el color es una constante en su obra, aunque cambie el estilo, el color es compacto, luminoso e impactante, o así me parece a mi
    Coincido en tu comentario sobre Feininger, y en que si no lo dices nunca hubiera caído pero sus geometrías tienen algo parecido. No sé si es el color, la esbeltez o qué, pero hay algo que las hace similares. Quizás sólo sea un cubismo visible, lo que no es poco, jajaja, porque el cubismo es un estilo incomprensible para mí

    Gracias Carmen, tampoco yo conocía a este autor y ha sido una delicia ver algunas de sus obras

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    1. Harry, busca "Hanna Woodman", mira las imágenes de sus paisajes invernales y vuelve a mirar Vuelo, de Aurél Bernáth. Ya verás. Creo que te gustará.
      Hay ahí otro lazo, como el que une a Feininger con Bernáth y a ambos con Caspar David Friedrich.
      El diálogo, sí, el diálogo entre las obras de los artistas. Qué delicia.
      Gracias, Harry. Un abrazo bien fuerte.

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  9. GRACIASSSS Carmen.
    No sabía de esa artisa y me ha parecido maravillosa. Ha hecho que vea el invierno de otra manera, aunque el frío hace que no me guste, pero esos cuadros tienen algo épico, misterioso y fascinante.
    Gracias de nuevo, jamás habría visto a esta artista y habría sido una pena. Si le tuviese que poner música le pondría a Garbarek. Se me hace que le va que ni pintado, nunca mejor dicho

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  10. Desconocido del todo. Me gustan los paisajes, y los azules, pero me producen frío.
    Gracias por acercarme de nuevo a lo desconocido. Un abrazo

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    1. Gracias, Esperanza. Me alegra que te guste, aunque lo del frío -sobre todo ahora que ya bajan las temperaturas-, menos. Un abrazo.

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